Desde Cochabamba, Bolivia nos escribe un amigo oyente para hacernos la siguiente consulta: ¿Qué es el AMOR? ¿Qué es AMAR? Según Marcos 12.29-31 y Mateo 22.36-40, Jesús dijo que el mandamiento más importante es amar a Dios y luego amar al prójimo como a nosotros mismos. En este sentido, se dice que primero tenemos que recibir amor y llenarnos del amor de Dios para poder dar amor, y para esto debemos dejarnos amar por Dios. Entonces: ¿Cómo podemos DEJARNOS AMAR por Dios? ¿Cómo nos LLENAMOS de ese AMOR de Dios, cada vez más y más? Luego ¿Cómo podemos nosotros AMAR a Dios e incrementar este amor hacia él amándolo (y perfeccionando este amor) cada vez más y más? ¿Cómo podemos AMARNOS a nosotros mismos e incrementar ese amor (perfeccionando este amor) hacia nosotros, cada vez más y más? ¿Cómo amar, incrementar y perfeccionar ese amor hacia el prójimo?

Gracias por su consulta, amable oyente. Nos pregunta ¿Qué es amor? ¿Qué es amar? Pues no es sencillo poner en palabras una definición de amor y amar. Lo más que se puede hacer es una descripción del amor y de amar. La mejor descripción del amor es lo que tenemos en 1 Corintios 13:4-8 donde dice: El amor es sufrido,  es benigno;  el amor no tiene envidia,  el amor no es jactancioso,  no se envanece;

1Co 13:5  no hace nada indebido,  no busca lo suyo,  no se irrita,  no guarda rencor;

1Co 13:6  no se goza de la injusticia,  mas se goza de la verdad.

1Co 13:7  Todo lo sufre,  todo lo cree,  todo lo espera,  todo lo soporta.

1Co 13:8  El amor nunca deja de ser;

Si quisiéramos encerrar todo lo que es el amor en una palabra, tendríamos que pensar en la persona de Dios. Note lo que dice 1 Juan 4:8 El que no ama,  no ha conocido a Dios;  porque Dios es amor.

Dios es amor. La mejor muestra del amor de Dios consiste en habernos dado a su amado Hijo para que muera en la cruz del Calvario. Juan 3:16 dice al respecto: Porque de tal manera amó Dios al mundo,  que ha dado a su Hijo unigénito,  para que todo aquel que en él cree,  no se pierda,  mas tenga vida eterna.

Ese amor se manifestó también en el Hijo de Dios, el Señor Jesucristo, quien a pesar de ser nosotros pecadores, nos amó tanto que se ofreció a sí mismo como sacrificio por nuestro pecado al morir en la cruz por nosotros. Juan 15:12-13 dice: Este es mi mandamiento:  Que os améis unos a otros,  como yo os he amado.

Joh 15:13  Nadie tiene mayor amor que este,  que uno ponga su vida por sus amigos.

Al reflexionar sobre todo esto en cuanto al amor y a amar, tiene sentido la descripción del amor que alguien ha expresado en los siguientes términos: Amor es acción de sacrificio en beneficio de la persona amada. Lo único que tal vez faltaría añadir en esta descripción del amor es que este amor se sacrifica por personas que no lo merecen y sin esperar nada a cambio. Usted cita Marcos 12:29-31 para consultar algunos aspectos sobre el amor. Permítame leer este pasaje bíblico. La Biblia dice: Jesús le respondió:  El primer mandamiento de todos es:  Oye,  Israel;  el Señor nuestro Dios,  el Señor uno es.

Mar 12:30  Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,  y con toda tu alma,  y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.  Este es el principal mandamiento.

Mar 12:31  Y el segundo es semejante:  Amarás a tu prójimo como a ti mismo.  No hay otro mandamiento mayor que éstos.

Usted acertadamente concluye que primero tenemos que recibir el amor de Dios y llenarnos del amor de Dios para poder dar amor. Observe lo que dice 1 Juan 4:8-11 El que no ama,  no ha conocido a Dios;  porque Dios es amor.

1Jn 4:9  En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros,  en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo,  para que vivamos por él.

1Jn 4:10  En esto consiste el amor:  no en que nosotros hayamos amado a Dios,  sino en que él nos amó a nosotros,  y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

1Jn 4:11  Amados,  si Dios nos ha amado así,  debemos también nosotros amarnos unos a otros.

Dios ya nos ha amado con ese amor maravilloso que hemos descrito. Por el hecho de haber sido amados así por Dios, nuestra responsabilidad es amarnos los unos a los otros. Usted nos pregunta: ¿Cómo podemos dejarnos amar por Dios? La verdad amigo oyente es que Dios sin exigir nada de nosotros, su amor a nosotros no puede aumentar por alguna cosa buena que hagamos ni tampoco puede disminuir por alguna cosa mala que hagamos. Dios nos amó a pesar de ser enemigos de él, más aún, Dios nos amó a pesar de estar muertos en delitos y pecados y por ese amor nos dio vida y nos hizo resucitar. Observe lo que dice Efesios 2: 4-6 Pero Dios,  que es rico en misericordia,  por su gran amor con que nos amó,

Eph 2:5  aun estando nosotros muertos en pecados,  nos dio vida juntamente con Cristo  (por gracia sois salvos),

Eph 2:6  y juntamente con él nos resucitó,  y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,

El amor de Dios hacia el pecador es sin condiciones. No existe nada que me haga merecedor de ese amor maravilloso. Luego Usted nos pregunta, ¿Cómo podemos llenarnos del amor de Dios? Bueno, Dios ha derramado todo su amor por nosotros, sin reservas en absoluto. Nuestra responsabilidad es solamente darlo como un hecho por la fe. Luego Usted nos pregunta ¿Cómo podemos nosotros amar a Dios e incrementar ese amor más y más? No olvide amable oyente que el amor es acción de sacrificio en beneficio de la persona amada, sin reservas, sin condicionamientos, sin esperar nada a cambio. Nuestro amor a Dios crecerá y se fortalecerá en la medida que pongamos nuestros intereses personales por debajo de los intereses de Dios, en la medida que nuestros pensamientos y nuestras acciones estén controlados por Dios. En esencia se trata de obedecer a Dios. Note lo que dijo el Señor Jesús, según Juan 14:15  Si me amáis,  guardad mis mandamientos.

Mientras más obedecemos a Dios más fuerte será nuestro amor a él. Para obedecer a Dios como él se merece es indispensable conocer las Escrituras porque de otra manera no sabremos qué es lo que Dios espera de nosotros. Usted además nos pregunta ¿Cómo podemos amarnos a nosotros mismos e incrementar ese amor? Para esto, será necesario tomar en cuenta lo que dice el apóstol Pablo en Efesios 5:28-29 dice: Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos.  El que ama a su mujer,  a sí mismo se ama.

Eph 5:29  Porque nadie aborreció jamás a su propia carne,  sino que la sustenta y la cuida,  como también Cristo a la iglesia,

Los creyentes casados debemos amar a nuestras esposas como a nuestros mismos cuerpos. Quien ama a su esposa, a sí mismo se ama. El texto dice que amarse a sí mismo implica sustentarse a uno mismo y cuidarse a uno mismo. Quien se ama a sí mismo procurará satisfacer sus necesidades espirituales, emocionales y físicas. Se alimentará de la palabra de Dios, el alimento espiritual, se alimentará emocionalmente, de todo aquello que contribuya a formar virtudes, se alimentará físicamente de comidas que no atentan contra su salud. Amarse a uno mismo comprende también el cuidar el cuerpo, manteniéndolo limpio, bien ejercitado, realizando todo lo necesario para evitar que se enferme y buscando ayuda médica cuando se enferma. Todo esto es parte de amarse a uno mismo. Finalmente Usted nos pregunta ¿Cómo debemos amar al prójimo y crecer en ese amor? Nuevamente aquí nos será de mucha ayuda recordar lo que significa el amor. Es acción de sacrificio en beneficio de la persona amada. Amarnos unos a otros no es un una opción sino un mandato. Ponga atención al testimonio de la palabra de Dios en 1 Juan 3:14-18. La Biblia dice: Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida,  en que amamos a los hermanos.  El que no ama a su hermano,  permanece en muerte.

1Jn 3:15  Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida;  y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.

1Jn 3:16  En esto hemos conocido el amor,  en que él puso su vida por nosotros;  también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.

1Jn 3:17  Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad,  y cierra contra él su corazón,  ¿cómo mora el amor de Dios en él?

1Jn 3:18  Hijitos míos,  no amemos de palabra ni de lengua,  sino de hecho y en verdad.

Mi amor al prójimo está dado mi disposición a ayudar, servir, suplir, animar, exhortar al prójimo. De otra manera mi amor al prójimo no pasará de ser un mero discurso vacío de realidad.

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *