La primera consulta de hoy nos ha sido hecha por un amigo oyente de Puente Alto, Cortes, Honduras. Dice así: ¿Qué debemos entender concretamente cuando la Biblia habla de la blasfemia contra el Espíritu Santo en Lucas 12:10?
Gracias por su consulta amable oyente. Leamos el texto que se encuentra en Lucas 12:10. Dice así: “A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.” Estas palabras fueron dichas por Jesús. Para entender el significado de ellas, es necesario examinar con detenimiento las circunstancias en las cuales fueron pronunciadas por Jesús. Para eso es necesario recurrir al Evangelio según Mateo capítulo 12. Allí, a partir del versículo 22 notaremos que fue traído a Jesús un endemoniado, ciego y mudo. Jesús le sanó de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. Al mirar tan singular milagro, mucha gente estaba atónita y se preguntaba: ¿Será éste aquel Hijo de David? En otras palabras, esta gente vio en Jesús indicios que apuntaban a que él era el Cristo, el Mesías, el Hijo de David, pero no estaban totalmente seguros como para afirmar sin sombra de duda que Jesús era el Cristo. Al menos dieron a Jesús el beneficio de la duda. Pero entre la multitud había otros que ni siquiera dieron a Jesús el beneficio de la duda. A pesar de haber visto con sus propios ojos que Jesús tenía todas las evidencias que demostraban que él era el Mesías, el Cristo, voluntariamente ignoraron esas evidencias y llegaron a la conclusión que Jesús echaba fuera demonios por Beelzebú, príncipe de los demonios. En otras palabras atribuyeron a Satanás el poder que Jesús tenía para hacer milagros. Conociendo el pensamiento de estas personas, Jesús les amonestó severamente en cuanto a lo absurdo de pensar que echaba fuera demonios por el poder de Satanás. Luego afirmó que es por el poder del Espíritu Santo que echaba fuera demonios. Fue el Espíritu Santo quien dio poder a Jesús para que realice todos los milagros que hizo. De esta manera el Espíritu Santo se constituyó en el principal testigo de que Jesús es el Mesías, el Cristo. Fue en estas circunstancias cuando Jesús pronunció las palabras que leímos en Lucas 12:10. En ellas se nota que si una persona niega que Jesús es el Cristo, por ignorancia, porque nunca le ha visto personalmente y porque nunca ha visto su poder, puede ser perdonada, si se arrepiente por supuesto. Ese fue el caso de Saulo de Tarso quien fue perdonado a pesar de haber blasfemado contra Jesús y de haber perseguido a sus discípulos. Note lo que dijo en 1 Timoteo 1:13 donde dice: “habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.” En cambio, si una persona habiendo visto personalmente a Jesús y habiendo estado plenamente conciente que Jesús es el Cristo, y habiendo voluntariamente rechazado que Jesús es el Cristo, ha blasfemado contra el Espíritu Santo, porque es el Espíritu Santo quien en último término testifica que Jesús es el Cristo. Este fue el caso de los fariseos que habiendo estado con Jesús y habiendo visto el poder de Jesús, sin embargo atribuyeron a Satanás las obras que Jesús hacía. De esta manera, voluntariamente rechazaron a Jesús como el Cristo, como el Mesías y al hacerlo blasfemaron contra el Espíritu Santo, pecado que según las palabras de Jesús, jamás les será perdonado. En conclusión entonces, amable oyente, la blasfemia contra el Espíritu Santo es el pecado que cometieron algunos fariseos, quienes a pesar de estar con Jesús y ver el poder del Espíritu Santo actuando en él, lo cual era la demostración que Jesús es el Cristo, el Mesías de Israel, sin embargo, voluntariamente atribuyeron a Satanás el poder que actuaba en Jesús y de esa manera negaron que Jesús es el Cristo, el Mesías de Israel.
La segunda consulta del amigo oyente de Puente Alto, Cortes, Honduras dice así: ¿Qué clase de contrataciones son las que se mencionan en Ezequiel 28: 16-18?
Los versículos citados por Usted son parte de un pasaje bíblico que trata acerca de la caída de Satanás. Demos lectura a los versículos 13 a 18 del capítulo 28 donde dice: “En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisolito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojé por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.” Muy bien. Satanás fue creado por Dios como un querubín grande protector. Fue perfecto en todos sus caminos desde el día que fue creado hasta el día en que se halló en él maldad. Como consecuencia fue arrojado por tierra y llegó a ser lo que es en la actualidad. Al describir la maldad de Satanás, la Biblia dice que a causa de la multitud de sus contrataciones fue lleno de iniquidad y pecó. Luego dice que con la iniquidad de sus contrataciones profanó su santuario. La palabra hebrea que se ha traducido como contrataciones se origina en un verbo hebreo que significa traficar o intercambiar mercadería. En su orgullo y arrogancia, Satanás tejió una red muy amplia para sentirse seguro y para atrapar a otros en su impiedad. En esta red, Satanás no tenía ningún escrúpulo para obtener provecho personal. A esto se refiere la multitud de sus contrataciones y la iniquidad de sus contrataciones.
La siguiente consulta nos ha sido hecha por un amigo oyente de Quito, Ecuador. Dice así. ¿Por qué es que Jesús reprendía a los demonios para que no le descubriesen, según se ve en Marcos 3:12?
Vamos a dar lectura al pasaje bíblico que se encuentra en Marcos 3:11-12 donde dice: “Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Mas él les reprendía mucho para que no le descubriesen.” Jesús ya había iniciado su ministerio público caracterizado por una demostración de su poder sobre la enfermedad, sobre la muerte, sobre la naturaleza y sobre Satanás y sus demonios. Esta manifestación de poder era la credencial que demostraba que Jesús es el Cristo, el Mesías, el Hijo de Dios. Las señales que Jesús hacía, en un sentido muy real, eran los mensajeros que testificaban que Jesús es el Hijo de Dios. Jesús no necesitaba en absoluto que los demonios también se constituyan en sus mensajeros para testificar que él es el Hijo de Dios. Por eso es que Jesús les reprendía mucho para que no le descubriesen. Interesante pensar que los demonios proclamaban el mensaje verdadero. El contenido de su mensaje era muy sencillo y veraz: Tú eres el Hijo de Dios. Pero para Jesucristo no es solo importante comunicar un mensaje veraz. Para Jesucristo es también importante que el mensajero sea veraz. Los demonios de ninguna manera cumplen con esta condición, porque son espíritus malos que están a servicio de Satanás. De aquí podemos sacar una lección importante para nuestras vidas. Si queremos verdaderamente agradar a nuestro Señor Jesucristo comunicando su verdad, es necesario que nuestras vidas estén limpias de pecado. Recuerde que a Jesucristo no le gusta que mensajeros sucios anuncien su mensaje, aun cuando sea un buen mensaje. Yo me imagino que un mensajero que no se ha limpiado del pecado en su vida y aún así está comunicando un buen mensaje bíblico es semejante a un mozo o a un mesero en un restaurante que sirve los majares más deliciosos pero con las manos saturadas de todo tipo de inmundicia. ¿Cree Usted que la gente que come en ese restaurante disfrutará de la comida por más buena que sea? Al menos yo jamás regresaría a un restaurante así. ¿Cómo podemos pensar entonces que Jesucristo va a estar conforme con un mensajero que proclama el evangelio pero en su vida está practicando el pecado? En conclusión entonces, Jesús hizo callar a los demonios que proclamaban que él era el Hijo de Dios, porque no estaba interesado en que seres impuros le hagan propaganda. Es necesario cuidar la calidad del mensaje y la calidad del mensajero.
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