Desde Santiago del Estero, República Argentina, nos escribe una amiga oyente para hacernos la siguiente consulta. ¿Puede casarse de nuevo, una persona que antes de ser creyente se divorció de su cónyuge? ¿Si la respuesta es afirmativa, debe casarse solamente con el cónyuge de quien se divorció?

Para comenzar, amiga oyente, le diré que Dios aborrece el divorcio, no importa si lo comete un incrédulo o si lo comete un creyente. Quien se divorcia, por cualquier causa que sea ha cometido algo que a Dios no le agrada. Note lo que dice Malaquías 2:16 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio,  y al que cubre de iniquidad su vestido,  dijo Jehová de los ejércitos.  Guardaos,  pues,  en vuestro espíritu,  y no seáis desleales.

La voluntad de Dios para la humanidad ha sido que un hombre se case con una mujer y que esa unión permanezca hasta que la muerte los separe, no hasta que el divorcio los separe. Si alguien se divorcia por cualquier causa estaría haciendo algo contrario a la voluntad de Dios. Lo dicho no significa que el divorcio no existe. Así como existe el pecado, a pesar de que no es la voluntad de Dios que alguien peque, existe también el divorcio, a pesar de que no es la voluntad de Dios que alguien se divorcie. Por otro lado, tenemos que tomar en cuenta que cuando una persona recibe a Cristo como su Salvador, es hecha una nueva criatura. 2 Corintios 5:17 dice: De modo que si alguno está en Cristo,  nueva criatura es;  las cosas viejas pasaron;  he aquí todas son hechas nuevas.

Cuando una persona recibe a Cristo como su Salvador es como cuando se da vuelta la página. Todo lo pasado queda atrás. Las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas. El creyente es perdonado de su pecado tanto pasado, como presente y futuro. Por tanto el creyente que se divorció antes de ser creyente, por la causa que fuere, es perdonado por Dios. Además de esto, es necesario tomar en cuenta el consejo de la palabra de Dios que aparece en 1 Corintios 7:20-24 donde dice: Cada uno en el estado en que fue llamado,  en él se quede.

1Co 7:21  ¿Fuiste llamado siendo esclavo?  No te dé cuidado;  pero también,  si puedes hacerte libre,  procúralo más.

1Co 7:22  Porque el que en el Señor fue llamado siendo esclavo,  liberto es del Señor;  asimismo el que fue llamado siendo libre,  esclavo es de Cristo.

1Co 7:23  Por precio fuisteis comprados;  no os hagáis esclavos de los hombres.

1Co 7:24  Cada uno,  hermanos,  en el estado en que fue llamado,  así permanezca para con Dios.

Aplicando este principio al creyente que se divorció antes de ser creyente, no es necesario que vuelva al estado anterior, es decir que no es obligación para él casarse con la mujer de quien se divorció cuando era incrédulo. Más aún un creyente en estas condiciones estaría en libertad para vivir el resto de sus días en este mundo como divorciado, o en libertad para casarse en la voluntad de Dios, es decir si esa es la voluntad de Dios para ese creyente. De ser ese el caso, el creyente debería unirse en matrimonio con otro creyente. En todo caso es recomendable que cada paso se lo trate en forma particular para tomar en cuenta detalles específicos para cada caso. En esto último será indispensable buscar el consejo de los ancianos o pastores de la iglesia local donde el creyente divorciado antes de ser creyente se congrega.

La segunda consulta para el programa de hoy nos ha llegado por correo electrónico; es de una fiel lectora de nuestros artículos en el sitio web de La Biblia Dice… Esta es la consulta. Los católico romanos, sostienen que María fue siempre virgen y que su único hijo fue Jesús. La Biblia explica que no fue así, e incluso da los nombres de los demás hijos que tuvo María. Sin embargo, los católico romanos sostienen que la palabra “hermano”, la cual aparece para referirse a los hermanos de Jesús, significa en realidad que podían ser parientes lejanos, puesto que en aquel tiempo se llamaba “hermanos” a los primos, sobrinos y hermanos en la fe. ¿Cómo rebatir esto?

Efectivamente, la Biblia enseña que María fue virgen hasta el momento en que nació Jesús. Posteriormente tuvo otros hijos con José, su esposo. Este hecho queda confirmado por lo que dice Mateo 1:24-25 donde leemos: “Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.” La virgen María se había desposado con José. Antes de que viviesen como esposos, se halló que la virgen María estaba embarazada. Como José era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. En eso, se le apareció en sueños un ángel para decirle que no tema recibir a María su mujer, porque lo que en ella fue engendrado fue una obra del Espíritu Santo. Cuando José despertó del sueño, hizo como el ángel del Señor le había instruido y en lugar de abandonar secretamente a María, como había pensado, la recibió como su mujer, pero, note, no la conoció, o no tuvo relaciones sexuales con ella, hasta que dio a luz. Esto implica que José tuvo relaciones sexuales con su esposa María después que nació su hijo Jesús. José no conoció, o no tuvo relaciones sexuales con María, solamente hasta que nació Jesús. Después José debe haber tenido relaciones sexuales con ella porque era su esposo legítimo. No hay nada de malo o de sucio o de pecaminoso en que los esposos tengan relaciones sexuales. ¿Por qué se escandalizan al saber que María tuvo relaciones sexuales con su esposo José después que nació Jesús? Además, el texto leído dice claramente que Jesús fue el hijo primogénito de María. Primogénito significa el primero de varios. María debe haber tenido más hijos para que Jesús pueda ser catalogado como el primogénito. Congruente con esto, hay varias referencias en la Biblia a los hermanos y hermanas de Jesús, algunas de las referencias inclusive mencionan por nombre a los hermanos y hermanas de Jesús. Las personas que conocieron a Jesús donde se crió en Nazaret, “se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros? Y continuaban argumentando: ¿No es este el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? ¿No están sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas? Sobre esto, me gustaría compartir con Usted el comentario que hace Dave Hunt en su libro: Una Mujer Cabalga la Bestia. Dice así: los apologistas católico romanos como Karl Keating insisten en que estos hermanos y hermanas, eran realmente primos de Jesús y que tanto Mateo como Marcos tuvieron que usar la palabra para hermano y hermana porque ni en el hebreo ni en el arameo existía una palabra para “primo”. Pero no hay ninguna base para semejante suposición antibíblica. Además, Mateo y Marcos fueron escritos en griego. Keating insiste en que a pesar de que en el griego había una palabra para “primos”, la palabra anepsios, sin embargo, era común para los judíos que escribían en griego continuar con la práctica hebrea de referirse a todos los parientes como hermanos y hermanas, la palabra griega “adelfos” Pero no hay tal cosa, la palabra “anepsios” que significa “primo” aparece en Colosenses 4:10 traducida como “sobrino” en la Reina Valera Revisión 1960. Además, los hermanos de Jesús generalmente se mencionan que están en la compañía de María, indicando que ellos eran sus hijos que estaban a su cuidado, o, si eran adultos, que viajaban con ella como parte de su familia inmediata. Hasta aquí lo que sobre este asunto aparece en el libro: Una Mujer Cabalga la Bestia, escrito por Dave Hunt. De modo que, amable oyente, María fue virgen hasta que nació Jesús. Después tuvo varios hijos con su esposo José. Esto es lo que enseña la Biblia.

 

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