Es un gozo saludarle mi amiga, mi amigo. Bienvenida o bienvenido a nuestro Consultorio Bíblico. Damos gracias a Dios por la oportunidad de estar juntos a través de las ondas radiales de esta emisora amiga. Gracias sinceras a todos los amigos oyentes que nos apoyan de diversas maneras. Apreciamos mucho sus oraciones por nosotros. Sus ofrendas nos han sido de mucha bendición y ¿qué decir de aquellos que nos han hecho llegar sus consultas para este programa? Solo podemos decir: Gracias amigos oyentes. En instantes más estará David Logacho respondiendo las consultas de hoy. Y no olvide que está abierta la posibilidad para que Usted reciba gratuitamente una copia del librito que lleva por título: ¿Qué habría ocurrido si Cristo no hubiera nacido? Escrito por Ord. L. Morrow. Este librito es ideal para la época navideña. Usted se beneficiará de este librito al meditar en lo grandioso que es el hecho que el Hijo de Dios se hizo carne. Y si Usted tiene algún conocido que necesita saber lo que Dios ha hecho por él, este librito le hará mucho bien. Obséquielo por Navidad. Se lo agradecerá. Para pedidos por correo escriba una carta con su nombre completo, su dirección postal y el nombre de la emisora por la cual escucha este programa y envíela a la siguiente dirección postal: La Biblia Dice… casilla 1701-3715 Quito, Ecuador. Para pedidos por fax o por teléfono, marque cualquiera de estos números: 475563, o 475564 o 472292, todos en Quito, Ecuador. Si desea hacer su pedido por Internet, venga a nuestro web site en la siguiente dirección: HYPERLINK «http://www.labibliadice.org» www.labibliadice.org
Abrimos el Consultorio para dar respuesta a preguntas de un amigo oyente quien se ha comunicado con nosotros por Internet. La primera dice así: Mateo 7:14 dice que estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan, pero Lucas 3:6 dice que toda carne verá la salvación de Dios. También en Juan 12:32 Jesús dice que atraerá a todos a él. Parece que hubiera algún tipo de contradicción porque por un lado Jesús dice que son pocos los que se salvan, pero por otro lado la Biblia dice que todos verán la salvación o que todos serán atraídos por Jesús. Deme su opinión.
Con mucho gusto amigo oyente. Demos lectura al texto que se encuentra en Mateo 7:13-14 para incluir el contexto. Dice así: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.” La enseñanza presentada por el Señor Jesucristo es muy sencilla y a la vez, en extremo profunda. Jesús habló de dos destinos. El uno es perdición. O lo que llamaríamos el infierno o la condenación eterna. El otro es la vida. O lo que llamaríamos el cielo o la vida eterna. Jesús habló también de dos caminos. El que conduce a la perdición es espacioso. No tiene restricciones. El que conduce a la vida es angosto. Tiene sus limitaciones. Jesús habló además de dos puertas. La puerta que lleva a la perdición por el camino espacioso es ancha. Mientras que la puerta que lleva a la vida por el camino angosto es estrecha. También existen dos grupos de personas. Los que entran por la puerta ancha y transitan por el camino espacioso que lleva a la perdición son muchos. Los que entran por la puerta estrecha y transitan por el camino angosto que lleva a la vida son pocos. De esta manera el Señor Jesucristo mostró con claridad que mientras que son muchos los que atraviesan por la puerta ancha y el camino espacioso pero que conduce a la condenación eterna, son pocos los que atraviesan por la puerta estrecha y el camino angosto que conduce a la vida eterna. La puerta ancha y el camino espacioso son una manera figurada de hablar del intento del hombre por entrar al cielo sobre la base de sus propias obras y sobre la base de la religión cualquiera que sea. La mayoría de la gente atraviesa por esta puerta y transita por este camino, sin saber que conduce a la condenación eterna. En contraste, la puerta estrecha y el camino angosto son una manera figurada de hablar de la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús. Es un camino que conduce a la vida eterna y son pocos los que transitan por él. Pero ahora consideremos los textos que Usted piensa que afirman que todos son salvos. El primero, se encuentra en Lucas 3:6. Vamos a leer desde el versículo 4 para no dejar de lado el contexto. Dice así: “como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas. Todo valle se rellenará, y se bajará todo monte y collado; los caminos torcidos serán enderezados, y los caminos ásperos allanados; y verá toda carne la salvación de Dios.” Este pasaje bíblico es citado por Lucas, el autor del evangelio que lleva su nombre, para poner en la perspectiva correcta la obra de Juan el bautista, el ilustre precursor de Jesús, el Cristo. Lucas cita textualmente la profecía de Isaías 40:3-5. Cuando el profeta dijo que toda carne verá la salvación de Dios, no está dando a entender que todo ser humano llegará a ser salvo por el solo hecho de que el Hijo de Dios estaba en forma humana en el mundo. Lo que está diciendo Isaías es que todo el mundo, tanto judíos como gentiles, verán con sus propios ojos a Jesús, por medio de quien Dios está en capacidad de salvar al mundo. Pero obviamente, para apropiarse de esa salvación es necesario primeramente creer en Jesucristo como Salvador. Juan 3:36 dice: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.” Ahora veamos el otro texto que Usted mencionó. Se encuentra en Juan 12:32 donde dice: “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.” Unos griegos habían manifestado gran deseo de ver a Jesús. Jesús dijo por tanto que había llegado su hora. En clara alusión a su muerte en sacrificio por el pecado del mundo. Cuando Jesús dice que va a ser levantado de la tierra está refiriéndose a su muerte por crucifixión. Cuando eso pase, Jesús será el único medio para que tanto judíos como gentiles puedan llegar a ser salvos. Es a esto a lo que se refieren esas palabras: A todos atraeré a mí mismo. Igualmente aquí, si bien es cierto que la muerte de Cristo es suficiente para salvar a todo el mundo, sin embargo no todo el mundo es automáticamente salvo, porque como señalamos antes, para ser salvo es necesario primeramente poner la confianza en Cristo como Salvador o creen en Jesucristo.
La segunda consulta del amigo oyente que hizo la consulta anterior dice así: En Mateo 7:21 dice que no todo el que dice Señor, Señor entrará en el reino de los cielos, mientras que en Hechos 2:21 y Romanos 10:13 dice que el que invocare el nombre del Señor será salvo. ¿Cómo es esto?
Vamos a leer Mateo 7:21-23. Dice así: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.” Impresionante amigo oyente. Estas personas, incrédulas todas, se llenaban la boca diciendo que son del Señor. Inclusive, profetizaron en el nombre del Señor, echaron fuera demonios en el nombre del Señor e hicieron muchos milagros en el nombre del Señor, pero tristemente no conocían al Señor. Eran falsos creyentes. Jesús los llamó falsos profetas, lobos rapaces vestidos de ovejas. Jamás había hecho la voluntad del Padre, lo cual es recibir por la fe a Jesucristo como Salvador. Por este motivo es que no pudieron entrar al reino de los cielos. Pero ahora consideremos Hechos 2:21 donde dice: “ Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Exactamente lo mismo leemos en Romanos 10:13. Ambas citas han sido tomadas del Antiguo Testamento, en el libro de Joel capítulo 2 versículo 32 donde dice: “Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo” Cuando en estos textos se habla de invocar al Señor o a Jehová, no se está dando a entender una mera articulación de la palabra. No está hablando solo de pronunciar la palabra como lo hicieron los falsos creyentes de quienes habló Jesús. Está hablando de abandonar cualquier esperanza que uno haya tenido para ser salvo y abrazar con todas las fuerzas la única esperanza válida para ser salvo, la fe en Cristo como Salvador. Solo este tipo de personas son genuinamente salvas. El resto, aunque se maten pronunciando la palabra Señor, no serán salvos jamás.
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