Saludos cordiales, amiga, amigo oyente. Bienvenida, bienvenido a nuestro Consultorio Bíblico. Es motivo de mucho gozo para nosotros saber que Usted nos está escuchando a través de esta emisora amiga. Mientras nos alistamos para el tiempo de preguntas y respuestas con David Logacho, me gustaría anunciar nuestra oferta del mes. Todavía Usted puede solicitar su ejemplar gratuito del librito titulado 10 Primeros Pasos para el Nuevo Creyente, escrito por el Dr. W. Kroll, el cual provee una guía práctica para aquellos que hace poco han recibido a Cristo como Salvador y desean saber qué es lo que deben estar haciendo una vez que han sido salvados. Solicite su ejemplar por correo a esta dirección: La Biblia Dice… casilla 1701-3715 Quito, Ecuador. Para solicitar su ejemplar por fax o por teléfono, marque cualquiera de estos números: 475563 o 475564 o 472292 todos en Quito, Ecuador. Para solicitar su ejemplar por Internet, visite nuestro web site en la siguiente dirección:  HYPERLINK «http://www.labibliadice.org» www.labibliadice.org En su pedido no olvide indicar su nombre completo, su dirección postal y el nombre de la emisora por la cual escucha este programa.

Abrimos el Consultorio dando respuesta a un amigo oyente quien se ha comunicado con nosotros por Internet para hacernos la siguiente consulta. Mateo 1:11 dice que Josías engendró a Jeconías, mientras que en 1 Crónicas 3:15-16 dice que Joacim fue el padre de Jeconías. Explíqueme la razón de esto.

Con mucho gusto amigo oyente. Como es típico en las genealogías bíblicas, se presentan vacíos frecuentes y este es justamente uno de los casos. Leamos la cita en Mateo 1:11 donde dice: “Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia.” Según este texto, pareciera que Jeconías fue hijo directo de Josías. Pero antes de arribar a esta conclusión consideremos lo que dice 1 Crónicas 3:15-16, donde dice: “Y los hijos de Josías: Johanán su primogénito, el segundo Joacim, el tercero Sedequías, el cuarto Salum. Los hijos de Joacim: Jeconías su hijo, hijo del cual fue Sedequías.” Por esta cita bíblica, sabemos entonces que Jeconías no fue hijo directo de Josías sino su nieto. Entre el papá Josías y el nieto Jeconías estaba Joacim hijo directo de Josías y padre de Jeconías. Esto no es una imprecisión de la Biblia o peor un error, sino que obedece a la mentalidad oriental. Entre los Hebreos, Jeconías es tanto hijo de Josías como nieto de Josías. Ambas apreciaciones son perfectamente válidas para su forma de pensar. Incidentalmente, aunque no es materia de su consulta, a Jeconías se lo conoce también como Joaquín, según 2 Reyes 24:6 y 2 Crónicas 36:8. Jeremías usa una forma abreviada de su nombre. Conías, según Jeremías 22:24.

La segunda consulta del mismo amigo oyente dice lo siguiente: En Mateo 1:23 se dice que una virgen concebirá y llamará su nombre Emanuel. Sin embargo, Mateo 1:25 relata que la virgen dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús. ¿Por qué un nombre diferente?

Gracias por su interesante consulta amigo oyente. Comencemos enfocando nuestra atención sobre el nombre Jesús. Este nombre, que significa Jehová salva o Jehová es salvación, es el nombre que la virgen María debía poner a su hijo, según la voluntad de Dios comunicada por el ángel Gabriel. Fiel a lo que Dios quiso, cuando María dio a luz a su hijo le puso por nombre Jesús. Con esto en mente, vayamos al libro de Mateo. Leamos los versículos 18 al 21 del capítulo 1 donde dice: “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” Podemos decir entonces que tanto María la virgen, como José, su flamante esposo, mas no el padre del hijo que estaba por nacer, recibieron de Dios por revelación que el nombre del niño que estaba por nacer debía ser Jesús, que como ya señalamos significa Jehová salva o Jehová es salvación. Al meditar sobre todo esto, no solo sobre el nombre que se debía dar al niño, Mateo, el autor del Evangelio, reconoce que este evento estuvo profetizado en el Antiguo Testamento, en el libro de Isaías justamente, capítulo 14 versículo 7, y es por eso que cita este texto en Mateo 7: 22-23 donde leemos: “Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” Emanuel significa Dios con nosotros. Lo que Isaías está profetizando no es el nombre que se debía dar al niño nacido de la virgen sino lo que ese niño iba a significar para Israel y para el mundo en general. En ese niño se conjugaría lo divino con lo humano. Ese niño será Dios en nuestra naturaleza. Dios en carne. Solo así se puede cumplirse el significado del nombre Jesús. Jehová salva o Jehová es salvación. Como hombre, Jesús está en capacidad de morir por otros hombres. Como Dios, su sacrificio tiene alcance infinito de modo que es eficaz para el perdón de pecados de todos los hombres. Podemos entonces perfectamente decir que en Jesús se cumple lo profetizado por Isaías cuando dijo: Dios con nosotros.

La siguiente consulta del mismo amigo oyente dice así: En Mateo 4:10 se dice que debemos servir solamente al Señor, pero Gálatas 5:13 dice que debemos servirnos los unos a los otros. ¿Cómo debo entenderlo?

Vamos a dar lectura al texto que se encuentra en Mateo 4:10 donde dice: “Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.” Estas son las palabras de Jesús en su defensa ante las tentaciones de Satanás. Lo que Jesús dijo en esta ocasión, fue una cita textual de Deuteronomio 6:13. De esto podemos saber que la mejor arma para luchar contra las tentaciones del diablo es la palabra de Dios guardada en nuestra mente y corazón. El sentido de las palabras de Jesús es que Jehová el Señor es el único a quien el hombre debe adorar y rendir culto. Cuando el texto dice: a él solo servirás; está dando a entender que a Jehová es el único a quien se debe rendir culto. El verbo que se ha traducido como “servir” en este texto es el verbo griego “latreúo” que aunque se puede utilizar para hablar de trabajar por un sueldo, principalmente se usa en el Nuevo Testamento para hablar de la rendir culto, ya sea a Dios, o a Cristo o en el tabernáculo o al ejército de los cielos. Muy bien, ahora vamos a leer el texto que se encuentra en Gálatas 5:13 donde dice: “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.” En este texto, el verbo que se ha traducido como servir es un verbo Griego diferente del que se usa en Mateo 4:10. En este caso es el verbo “douléo” que denota el acto de servir del esclavo a su amo y tiene una amplia variedad en cuanto a su uso. El amor que debemos tener entre los hermanos en la fe debe motivarnos a servir a los demás como si fueran nuestros amos. Esto es lo que enseña este texto. Así que, amigo oyente a Dios es el único a quien debemos servir en el sentido de rendir culto, pero a todos los hombres debemos servirles en el sentido de mirarnos a nosotros mismos como esclavos de ellos. Pero permítame añadir lo siguiente. Es fácil llenarse la boca diciendo que servimos a Dios, pero es difícil mirar a los demás como nuestros amos para servirles como esclavos. Sin embargo, la sinceridad del servicio a Dios está dada por la disposición que tenemos para servir a los demás como esclavos de ellos. Las dos cosas van de la mano. No nos engañemos amigo oyente. Si servimos a Dios de corazón no tendremos problema en servir a otros como esclavos de ellos, pero si nuestro servicio a Dios es solamente de labios para afuera, haremos todo lo posible para encontrar excusas para no servir a los demás.

 

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