Qué gozo es compartir con Usted este tiempo amable oyente. Bienvenido a Consultorio Bíblico. Estamos seguros que las respuestas a las consultas de hoy traerán bendición a su vida espiritual.
La primera consulta de hoy nos ha sido hecha desde Quito, Ecuador. Dice así: Marcos 14:12 dice así: “El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando sacrificaban el cordero de la pascua, sus discípulos le dijeron: ¿Dónde quieres que vayamos a preparar para que comas la pascua?” Esa misma noche Jesús fue traicionado. Entonces, ¿cómo pudo Jesús ser el Cordero pascual, si él no fue sacrificado sino un día después que los judíos sacrificaban el cordero pascual? Marcos 15:1 dice que el juicio que precedió a la crucifixión de Cristo tuvo lugar muy de mañana, así que tuvo que haber sido el siguiente día, es decir un día después de la pascua.
Entiendo su dilema amable oyente. La Biblia declara en 1 Corintios 5:7 que Cristo es nuestra pascua, en clara alusión a que él es el Cordero de Dios que fue sacrificado por nosotros en la pascua. Sin embargo, según sus cuentas, pareciera que Cristo no fue sacrificado en la pascua sino un día después de la pascua. Para entender este asunto, es necesario reconocer que los judíos no contaban los días como los contamos nosotros. Para nosotros, el día comienza a las 00:00, es decir a media noche, y termina 24 horas más tarde. Nuestro día tiene seis horas de noche, seis horas de mañana, seis horas de tarde y seis horas de noche. Pero para los judíos no es así. El día de ellos comienza a las 06:00 de la tarde, y termina a las 06:00 del día siguiente. El día judío tiene 12 horas de noche, seis horas de mañana y seis horas de tarde. El final del día judío no es entonces la noche sino la tarde. Muy bien, la Biblia dice que el cordero de la pascua se debía sacrificar el 14 del mes de Nisán. El 14 del mes de Nisán en el año que murió Cristo, cayó un Miércoles, el cual comenzó a la puesta del sol. Esa noche se celebró la última cena. Pero el cordero pascual no debía sacrificarse sino la siguiente tarde, que vendría a ser el final del 14 de Nisán, antes que el sol se ponga, indicando el comienzo del 15 de Nisán. Éxodo 12:6 dice: “Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes.” Entre las dos tardes, significa antes que se ponga el sol en el día 14 de Nisán. Según Josefo, era costumbre del pueblo judío sacrificar el cordero pascual a las tres de la tarde del día que caía 14 de Nisán. Note amable oyente que los judíos sacrificaban el cordero pascual como a las tres de la tarde del 14 del mes de Nisán, luego asaban el cordero y lo comían a la noche, es decir después que se había puesto el sol, que vendría a ser ya el 15 de Nisán. El 15 de Nisán era el primer día de los panes sin levadura. El primer día, es decir el 15 de Nisán se hacía santa convocación y asimismo el séptimo día, el 21 de Nisán. Eran días de reposo de gran solemnidad. Juan por tanto dice que cuando Jesús estaba en la cruz, era la preparación de la pascua, cuando se sacrificaba el cordero pascual. Observe lo que tenemos en Juan19:31 “Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrase las piernas, y fuesen quitados de allí” A Jesús no fue necesario quebrarle las piernas porque a las tres de la tarde, justo cuando se sacrificaba el cordero pascual, Jesús entregó el espíritu y de esa manera se sacrificó como nuestra pascua. En el año 32, cuando Cristo fue crucificado, el día de reposo de gran solemnidad, o el primer día de los panes sin levadura, o el 15 de Nisán, comenzó la noche del Jueves hasta la noche del Viernes. Allí comenzó el día de reposo normal, el séptimo día de la semana, desde la noche del Viernes hasta la noche del Sábado, de modo que las mujeres no pudieron haber ido a la tumba de Cristo sino solo la mañana del Domingo. La última cena tuvo lugar antes de la fiesta de la pascua. Note lo que dice Juan 13:1-2 “Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase” Esto ocurrió al inicio del 14 de Nisán, después que se puso el sol. El cordero pascual debería haberse sacrificado la siguiente tarde, al final del día 14 de Nisán y debería haberse comido las primeras horas del 14 de Nisán. Pero Jesús no participó en esto, porque fue traicionado justo después de la última cena, llevado ante los principales sacerdotes, luego muy temprano a la mañana del 14 de Nisán fue llevado ante Pilato y finalmente fue crucificado y entregó su espíritu a las tres de la tarde, es decir al final del 14 de Nisán para cumplir con las Escrituras como el verdadero Cordero pascual. En la mañana del 14 de Nisán, después de la última cena, ningún judío, ni siquiera Jesús o sus discípulos, habían comido el cordero pascual, porque el cordero pascual recién se debía sacrificar ese día a las tres de la tarde, a la misma hora que Jesús entregó el espíritu en la cruz. Por esto Juan 18:28 dice que cuando los judíos llevaron a Jesús ante Pilato, no entraron en el pretorio para no contaminarse y así poder comer la pascua. Es decir que hasta la mañana del día que fue crucificado Cristo, ningún judío había comido todavía el cordero pascual. Lo habrán comido la noche que murió Cristo en la cruz. Espero que esta respuesta, un tanto técnica pero importante, haya demostrado que Jesús en realidad es nuestra pascua.
La segunda consulta para el programa de hoy, también nos ha sido hecha desde Quito, Ecuador. Dice así: ¿Es correcto que un pastor lleve a juicio a un creyente?
Dejemos que sea la Biblia quien responda su inquietud amable oyente. Para eso vamos a leer 1 Corintios 6:1-8 donde dice: “¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia? Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos, sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos? Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados? Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos.” La palabra de Dios es clara amigo oyente, cuando dice que no es correcto que un creyente lleve a juicio a otro creyente. Cuánto más incorrecto será que un pastor lleve a juicio a un creyente. Pablo considera como una osadía, o como un total atrevimiento contra Dios y contra la iglesia, el que un creyente entable una demanda legal contra otro creyente. Solo alguien que es incrédulo, aunque diga de labios para afuera que es creyente, se atreverá a llevar a juicio a otro creyente. Los desacuerdos entre creyentes, por más graves que sean, deben ventilarse en la iglesia, entre creyentes. El argumento de Pablo para defender su razonamiento, descansa en el hecho que los creyentes han de juzgar al mundo, y no solo al mundo sino también a los ángeles, entonces, teniendo tan alta dignidad, ¿cómo es posible que alguien llamándose creyente, se atreva a ir a los incrédulos para que le resuelvan un asunto? Sería como pedir a un ciego que le haga una cirugía en su cerebro a pesar de que está a su disposición el neurocirujano más famoso del mundo. ¿Ve el punto? Esto es una total afrenta a Dios y a los creyentes capacitados por Dios para juzgar al mundo y a los ángeles. Quien lo hace corre el riesgo de ser avergonzado delante de Dios. Por algo dice la Biblia que horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo. Pablo concluye su exposición diciendo que ya es suficientemente malo que entre creyentes tengan conflictos, pero es mucho más malo que teniendo conflictos un creyente lleve a otro creyente a los tribunales de justicia del mundo. Pablo aconseja que es preferible sufrir el agravio y la afrenta.
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