La primera consulta para el programa de hoy nos ha sido hecha a través de Internet por una amiga oyente de Caracas, Venezuela y dice así: Soy creyente y tengo una hija que cumplió la edad para entrar en la escuela primaria. En el sector donde yo vivo, existen dos escuelas. La una es privada pero es patrocinada por una religión con cuya doctrina yo no comparto en absoluto y la otra es fiscal. Me parece que la educación es mejor en la escuela privada y por eso traté de inscribir a mi hija en esa escuela. Sin embargo, cuando hablé con la directora para ver si podía inscribir a mi hija, la directora me informó que la única condición para recibir a mi hija sería que mi hija reciba todas las enseñanzas religiosas que recibe todo niño que estudia en esa escuela. Mi pregunta es: ¿Cree Usted que debo aceptar estas condiciones a pesar que yo no estoy de acuerdo con la religión que enseñarían a mi hija?
Gracias por su consulta amiga oyente. Como fundamento de mi respuesta, me gustaría referirme a lo que dice la Biblia en Efesios 6:4 donde se lee: “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” Según este texto, los padres tenemos una triple responsabilidad hacia nuestros hijos. Primero, no provocarlos a ira. Sobre esto no vamos a comentar en esta ocasión. Segundo, criarlos en disciplina. Tampoco vamos a comentar sobre esto. Pero sobre lo que sí me gustaría comentar es sobre la tercera responsabilidad de los padres hacia los hijos: Me refiero a esto de criarlos en amonestación del Señor. Los hijos no solo necesitan preparación intelectual sino también preparación espiritual. Cuando la Biblia habla a los padres en el sentido que deben criar a sus hijos en amonestación del Señor, está justamente enfocando sobre la necesidad de la preparación espiritual de los hijos. Espero que Usted haya estado preparando espiritualmente a su hija de modo que la niña entienda que hay un Dios creador de todo lo que existe, que hay un Dios que odia el pecado y ama al pecador. Que hay un Dios que envió a su Hijo a morir en la cruz para pagar por lo que el pecador ha cometido. Espero que Usted haya estado sembrando la palabra de Dios en la vida de su hija. De otra manera no habrá estado cumpliendo con lo que Dios espera de los que somos padres. A los cinco o seis años que seguramente tendrá su hija, ya debe tener al menos una idea de lo que la Biblia enseña sobre muchas cosas. A esa edad muchos niños inclusive ya han recibido a Cristo como Salvador. Por eso es que la palabra de Dios dice en Proverbios 22:6 “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” De modo que, amiga oyente, yo voy a asumir que Usted es una mujer madura en la fe y que ha hecho todo lo necesario para instruir a su niña en su camino, tomando como guía la palabra de Dios. Pues, ahora se ve avocada a buscar una escuela para su hija. Una de las escuelas donde podría inscribir a su hija, tiene buena educación, es privada, pero es auspiciada por una religión con cuya doctrina Usted no comparte en absoluto. La directora de esta escuela ha sido muy franca con Usted al advertirle que si su hija entra a esa escuela tendrá que recibir toda la enseñanza religiosa que reciben todos los niños que estudian en esa escuela. Su dilema es: ¿Qué debe hacer? Bueno, mi respuesta es que Usted debe velar por el bienestar espiritual de su hija, tanto o más que por el bienestar intelectual. Usted mismo admite que no está de acuerdo con las doctrinas de la religión que auspicia esa escuela privada, por tanto, ¿Cómo pretende entonces permitir que a su tierna hija le enseñen doctrinas con las cuales Usted no está de acuerdo? Imagine la confusión que se va a crear en la mente de esa niña. Usted en su casa estará enseñando una cosa, la maestra en la escuela estará enseñando otra cosa muy diferente, quizá inclusive contradiciendo lo que Usted ha enseñado a su hija. Su niña no sabrá a quien creer. A esa edad es muy posible que su hija no tenga la suficiente madurez como para discernir diferencias en doctrinas y eso arrastre a su hija a formar convicciones espirituales que no estén de acuerdo con lo que Usted como madre le ha enseñado en la casa y peor todavía, que no estén de acuerdo con la Biblia. Si yo fuera Usted, yo preferiría poner a mi hija en una escuela fiscal, donde a lo mejor la educación no sea tan buena como en una escuela privada religiosa, pero al menos tendré la certeza de que no habrá un profesor o profesora que enseñe a mi hija cosas diferentes a las cosas que yo le he enseñado en el campo espiritual. De esta manera evitaré crear un conflicto innecesario en mi hija. Que Dios le guíe a tomar una decisión sabia amiga oyente.
La segunda consulta nos hace un amigo oyente de McAllen, Texas, quien nos escucha a través de Radio Esperanza en Edinburg, Texas. Dice así: En una entrevista que le hicieron en vivo en el mes de Octubre, en Radio Esperanza, Usted dijo que los hijos de Dios sobre quienes habla Génesis 6:2 son ángeles caídos que tomaron forma humana. Yo no estoy de acuerdo con su respuesta, porque a mí me han enseñado que la frase hijos de Dios se refiere a la descendencia piadosa de Set. ¿Cómo llegó a la conclusión que los hijos de Dios en Génesis 6:2 se refiere a ángeles caídos en forma humana?
Gracias por su consulta amigo oyente. Esto me permite aclarar mi respuesta en la entrevista a la cual Usted hace referencia. Que tal si leemos Génesis 6:1-4 donde dice: “Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne, mas serán sus días ciento veinte años. Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.” Este pasaje ha merecido diversas interpretaciones en lo que se refiere al significado de la frase hijos de Dios. Las interpretaciones son básicamente dos, y cada una de ellas tiene sus adherentes y sus detractores. La primera afirma que la frase hijos de Dios se refiere a seres humanos de esa época. Estos seres humanos pudieron haber sido la descendencia piadosa de Set, algunos de los cuales comenzaron a unirse en matrimonio con la descendencia impía de Caín. O pudieron haber sido personajes poderosos o príncipes de la época que comenzaron a juntar varias mujeres hermosas para que sean sus esposas. Esto contradecía el plan de Dios para la humanidad y por eso Dios dijo: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; más serán sus días ciento veinte años. Dios castigó a esta generación con el diluvio que ocurrió ciento veinte años después de su anuncio. Obviamente Usted, amigo oyente, pertenece al grupo de los que interpretan la frase hijos de Dios en el sentido que se refiere a la descendencia piadosa de Set, algunos de los cuales comenzaron a unirse en matrimonio con mujeres hermosas descendientes de Caín. Yo no tengo problema con su interpretación. Existen muchos que piensan como Usted acerca de este asunto. La otra interpretación es la que sostengo yo y también muchos otros, según la cual, la frase hijos de Dios en Génesis 6:1-4 se refiere a ángeles caídos que tomaron forma humana y en esas condiciones se unieron sexualmente a mujeres hermosas de aquella época. ¿Cómo se llega a esta conclusión? Pues por cuanto la frase hijos de Dios aparece solamente cinco veces en el Antiguo Testamento. Dos veces en Génesis capítulo 6, en donde queremos saber a qué se refiere, y tres veces en el libro de Job. Veamos una a una las veces que aparece en el libro de Job. Primero, Job 1:6 donde dice: “Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás” La frase hijos de Dios se refiere a ángeles en general, tanto los santos como los caídos, entre los cuales estaba Satanás. Segundo, Job 2:1 donde dice: “Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová.” La frase hijos de Dios en este texto también se refiere a los ángeles en general, tanto los santos como los caídos, entre los cuales se hallaba Satanás. Tercero, Job 38:6-7 donde dice: “¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?” La frase hijos de Dios en este texto se refiere a los ángeles, sin hacer mención de si son santos o caídos. Habla en realidad de los ángeles antes de la rebelión de Satanás. En las tres citas de Job, la frase hijos de Dios se refiere a ángeles, tanto santos como caídos. ¿Qué impide entonces que las dos citas restantes en Génesis 6 también se refiera a ángeles, aunque solamente a ángeles caídos? Se dice que no pueden se ángeles, porque los ángeles son seres asexuales y que por tanto no pueden casarse ni darse en casamiento. Así es, pero esto ocurre en el cielo. Note lo que dice Mateo 22:30 “Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo.” En la época anterior al diluvio, los ángeles caídos tenían el poder para tomar forma humana y en esa forma unirse sexualmente con las mujeres. Dios puso fin a esto con el diluvio y con la encarcelación de los ángeles impíos que se prestaron para esta desviación. Probablemente a eso se refiera el texto en Judas 6 donde dice: “Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día” Esta es mi convicción. Que Dios me libre de tildar de herejes a los que tengan una convicción diferente a la mía en este asunto tan secundario. No seamos dogmáticos en las cosas secundarias.
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