Es motivo de gran gozo compartir este tiempo con Usted, mi amiga, mi amigo. Bienvenida, bienvenido a nuestro Consultorio Bíblico. Mientras David Logacho se une a nosotros, me gustaría anunciar la oferta del mes. Con tan solo hacer su pedido, Usted recibirá gratuitamente a vuelta de correo un ejemplar del librito titulado ¿Qué habría ocurrido si Cristo no hubiera nacido? Escrito por Ord. L Morrow. Este librito contiene pensamientos profundos y sugestivos sobre lo que sería de nosotros si el Hijo de Dios no hubiera tomado forma humana para nacer de la virgen María. Pídalo hoy mismo mediante una carta en la cual conste su nombre, su dirección y el nombre de la emisora por la cual escucha este programa y envíela a la siguiente dirección postal: La Biblia Dice… casilla 1701-3715 Quito, Ecuador. Si prefiere hacer su pedido por fax o por teléfono, marque cualquiera de estos números: 475563 o 475564 o 472292 todos en Quito, Ecuador. Para pedidos por Internet, venga nuestro web site en donde encontrará las instrucciones necesarias para hacer su pedido. Esta es la dirección: www.labibliadice.org

Nos escribe un joven amigo oyente, soltero, de Honduras, Centro América. Nos pide consejo acerca de lo siguiente. Hace algunos años atrás, conoció a una hermana en la fe de quien se enamoró. Luego de hablar con ella y de ponerse de acuerdo, entre los dos para ser oficialmente enamorados, decidieron hablar con los padres de ella. Los padres de ella no aprobaron la relación de enamoramiento, aduciendo que su hija debía primero terminar sus estudios universitarios. Nuestro amigo oyente piensa que la falta de acuerdo de los padres de la joven se debe en realidad a un defecto físico que tiene este joven y al hecho que no tiene un título universitario como ella va a tener dentro de poco. Nos pregunta si será opuesto a la voluntad de Dios que se case con ella aun cuando los padres de ella no estén de acuerdo.

Gracias por su consulta amigo oyente. Permítame comenzar señalando que el enamoramiento o noviazgo es algo en lo cual no solo interviene la voluntad de los enamorados o novios. Un enamoramiento que agrada a Dios, debe comenzar con la aprobación de Dios. Es decir que se debe respetar los principios bíblicos para el enamoramiento y se debe orar mucho para buscar la voluntad de Dios en cuanto a ello. Luego, es importante y necesario buscar el consejo de los ancianos o pastores de la iglesia. Estas personas han sido puestas por Dios en las iglesias locales para pastorear la grey. Es necesario por tanto pedir el consejo de ellos antes de entablar una relación de enamoramiento. Después es necesario pedir el consejo de los padres. Tanto del joven como de la joven. Si la voluntad de Dios parece ser que la relación prosiga y no hay oposición de los ancianos o pastores y tampoco de los padres, entonces recién allí se debe iniciar la relación de enamoramiento propiamente dicha. Usted amigo oyente, debe saber que si Dios quiere que Usted se case con esa joven de quien está enamorado, Dios mismo se encargará de que los ancianos o pastores apoyen la relación y que los padres tanto suyos como los de ella también apoyen la relación. En su caso, al menos los padres de la joven no están de acuerdo con la relación. Me da la impresión que Usted se ha apresurado a comenzar la relación de enamoramiento sin contar con la aprobación previa de los padres de ella. Esto traerá como consecuencia que la relación entre Ustedes dos no marche normalmente, porque tendrán que verse a escondidas de los padres de ella y lo peor, tendrán la conciencia manchada porque saben que están haciendo algo que no está bien del todo. Si los ancianos o pastores o los padres, no están de acuerdo, lo menos que Ustedes dos deberían hacer es postergar la relación de enamoramiento, hasta que Dios cambie el corazón y la mente de los ancianos o de los padres para apoyar la relación de enamoramiento. Si eso nunca pasa, entonces Ustedes ya tienen la respuesta de Dios sobre esa relación. Significará simplemente que eso no es la voluntad de Dios. En relación con su pensamiento que los padres de la joven no aprueban la relación de enamoramiento con Usted debido al defecto físico que Usted tiene y debido a que Usted no tiene un título universitario como ella va a tener dentro de poco, le sugiero que con mucho tino y amor fraternal hable sobre eso con ellos. Quizá pueda hacerles notar que el valor de una persona no está dado por los rasgos físicos que posea ni por los títulos que se ostente. Recuerde el dicho: El hábito no hace al monje. El valor de la persona está dado por el carácter de la persona. Si Usted cultiva su carácter en el temor de Dios y es un hombre maduro en la fe y en la virtud cristiana, Usted es un hombre de gran valía. Trate de compartir este pensamiento con los padres de la joven. Por último quisiera referirme a su inquietud acerca de si será la voluntad de Dios que Usted se case con ella aún en contra de la voluntad los padres de ella. Yo tengo mis reservas en cuanto a esto, amigo oyente. La Biblia enseña a honrar a los padres por medio de la obediencia. Si la joven vive con sus padres, es imprescindible que ella les obedezca en todo, sin importar la edad que tenga. Yo le aconsejaría que siga orando y esperando en Dios. Espere al menos hasta que la joven termine de estudiar para ver si mientras tanto el Señor cambia la mente de los padres de la joven para que apoyen la relación de enamoramiento con Usted. Ore mucho mientras tanto. Puede ser que el Señor tenga diferentes planes para Usted y para ella. Recuerde que los planes del Señor siempre serán los mejores planes. El hombre puede tener buenos planes, pero los mejores planes son siempre los del Señor.

La siguiente consulta nos ha hecho un amigo oyente a través de Internet y dice así: Según Hechos 16:6 el Espíritu Santo prohibió a Pablo que predique el Evangelio en Asia, pero según Hechos 19:10 y 22 Pablo predicó el Evangelio en Asia. ¿Será que Pablo desobedeció al Espíritu Santo?

No, amigo oyente. Pablo no desobedeció al Espíritu Santo de ninguna manera. Vamos a explicarlo. Leamos Hechos 16:6 donde dice: “Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia” Este evento ocurrió durante el segundo viaje misionero de Pablo. La idea original o el deseo de Pablo fue ir a la provincia romana de Asia para predicar el Evangelio allí, pero el Espíritu Santo no se lo permitió. Obediente a esta prohibición, Pablo cambió rumbo y fue hacia Misia. Una vez allí, Pablo intentó ir a Bitinia pero nuevamente el Espíritu Santo no se lo permitió. Fue así como Pablo, pasando junto a Misia, descendió a Troas. Fue allí donde Pablo vio en visión a un varón Macedonio, en pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos. Pablo obedeció la visión y partió para Macedonia, dando por cierto que Dios le estaba llamando para que anunciase el Evangelio allí. Esto abrió la puerta para el fructífero ministerio de Pablo y sus acompañantes en Filipos, Tesalónica, Berea, Atenas y Corinto. Vemos aquí al Espíritu Santo dirigiendo la labor Evangelística de Pablo. La razón del Espíritu Santo para no permitir que Pablo predique el Evangelio en Asia, fue simplemente porque no era el tiempo de Dios. Más tarde, Pablo dio inicio a su tercer viaje Misionero. Ahora ya era el tiempo de Dios para ir a Asia. Partió por orden a la región de Galacia y de Frigia. Visitó las regiones superiores y eventualmente llegó a Efeso, la primera ciudad en Asia. Pablo comenzó a enseñar en la sinagoga de los judíos por espacio de tres meses. Cuando los judíos rechazaron el mensaje de Pablo, se separó de ellos y se quedó en Efeso por espacio de dos años. Note lo que dice Hechos 19:10 “Así continuó por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús.” Allí lo tiene amigo oyente. No es que Pablo desobedeció la prohibición del Espíritu Santo de ir a Asia. Esa prohibición se dio en el segundo viaje misionero de Pablo. Pero para el tercer viaje misionero de Pablo, la prohibición ya no estaba más en vigencia. Ahora era el tiempo de Dios para que Pablo predique el Evangelio en Asia. Pablo lo hizo y Dios añadió su bendición a raudales

 

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