Desde la hermosa tierra costarricense, nos escribe un amable oyente y los dice lo siguiente: Quiero motivarles diciendo que yo los escucho, en mi país, Costa Rica, en la emisora Faro del Caribe, una emisora del Señor con un gran testimonio de más de 50 años. Gracias por recibir mi consulta. A propósito, todos los días visito su sitio en Internet. Lo tengo en mi lista de favoritos. Bendiciones y que la paz del Señor este siempre con ustedes. La consulta es la siguiente: En Deuteronomio 18:10 habla de pasar por el fuego. ¿A qué se refiere? Yo pienso que tiene que ver con hablar cosas con doble sentido, para inducir a alguien a pensar mal. ¿Qué me pueden decir?
DL Qué gozo me da saludarle amable oyente. Comparto su aprecio por la emisora Faro del Caribe. Gracias a Dios por tantos años de fiel servicio al Señor. Gracias también por incluir nuestro sitio de Internet entre uno de sus favoritos. Estoy seguro que será una herramienta muy útil para su crecimiento espiritual. Y para los amigos oyentes que todavía no han visitado nuestro sitio en Internet, esta es la dirección: HYPERLINK «http://www.labibliadice.org» www.labibliadice.org Dicho esto, consideremos el texto en Deuteronomio 18:10. Para tomar el contexto, permítame leer Deuteronomio 18:9-14. La Biblia dice: Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios.
Este pasaje bíblico es parte de las instrucciones que Dios por medio de Moisés da al pueblo de Israel, cuando estaba por entrar a la tierra prometida. El territorio que Dios había designado para Israel, la tierra prometida, antes que la tome el pueblo de Israel, estaba ocupada por pueblos y naciones en extremo paganos y entregados a la inmoralidad en todo sentido. Por eso Moisés instruyó al pueblo de Israel a no aprender a hacer ninguna de las abominaciones de aquellas naciones. Abominación es cualquier cosa que ofende a Dios. Entre estas abominaciones, esta justamente lo que es materia de su consulta. Los hijos de Israel no debían aprender de las naciones paganas a hacer pasar a su hijo o a su hija por el fuego. Esta expresión, amable oyente, no tiene nada que ver con decir cosas con doble sentido e inducir al oyente a pensar mal. Tiene que ver con la práctica de las naciones paganas que habitaban en el territorio que Dios había prometido al pueblo de Israel, de sacrificar a sus hijos o a sus hijas en el fuego sagrado, como una forma de adoración a su dios falso llamado Moloc.
La segunda consulta para el programa de hoy nos llega desde Perú. Es una amiga oyente quien nos escribe y dice así: Muchas gracias por su ministerio. Agradezco a Dios por la obra que realizan porque nos bendice enormemente. Ruego que Dios les siga utilizando para aclarar muchas interrogantes que se nos presentan al estudiar la Biblia. Estoy en una red de hermanos que nos reunimos para compartir y estudiar la Biblia. Me llamó la atención una clase, en la cual el maestro dijo que el autor del libro de Santiago era hermano de Jesús, pero al examinar varias versiones de la Biblia he encontrado que es poco probable que el libro de Santiago haya sido escrito por el hermano de Jesús. Por favor deme su opinión.
Gracias amable oyente por sus comentarios sobre nuestro ministerio. Damos la gloria a Dios por ello. Obviamente, ya no es extraño para usted el hecho que no es sencillo determinar dogmáticamente quien fue el autor humano del libro de Santiago. El nombre Santiago es equivalente al nombre Jacobo. El Nuevo Testamento presenta a cuatro personajes que llevan el nombre de Jacobo. Primero, Jacobo el apóstol, hijo de Zebedeo, hermano del apóstol Juan; segundo, Jacobo otro apóstol, hijo de Alfeo, a este Jacobo se le conoce también como Jacobo el menor; tercero, Jacobo, hermano de Judas pero no el Iscariote, y Jacobo el medio hermano de Señor Jesús, uno de los hijos que María, la madre de Jesús tuvo de su esposo José. De entre estos cuatro personajes con el nombre Jacobo, jamás se ha considerado como posibles escritores del libro de Santiago, a Jacobo hijo de Alfeo o Jacobo el menor y Jacobo el hermano de Judas pero no el Iscariote. Los que si se han considerado como posibles escritores del libro de Santiago, son Jacobo el hijo de Zebedeo y Jacobo el medio hermano de Jesús. Entre estos dos, parece muy difícil que el libro de Santiago haya sido escrito por Jacobo hijo de Zebedeo, por cuanto Jacobo hijo de Zebedeo fue martirizado bastante temprano en el período de existencia de la iglesia de Cristo. Así que, el más probable es Jacobo el medio hermano de Jesús. No se puede ser dogmático en esto, pero al menos para mí al igual que para muchos otros, existen serias evidencias que favorecen esta posición. Jacobo el medio hermano de Jesús, inicialmente rechazó a Jesús como el Cristo o el Mesías de Israel. Voy a leer en Juan 7:5. La Biblia dice: Porque ni aun sus hermanos creían en él.
Pero más tarde, llegó a ser un fervoroso creyente en el Señor Jesucristo, al punto que llegó a ser un líder clave en la iglesia de Jerusalén. Cuando Pedro fue milagrosamente liberado de la prisión, al primero que pidió que se le informe de esto fue a Jacobo. Leo en Hechos 12:17. La Biblia dice: Pero él, haciéndoles con la mano señal de que callasen, les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y salió, y se fue a otro lugar.
El apóstol Pablo se refiere a Jacobo y a otros como columnas de la naciente iglesia de Cristo en Jerusalén. Note lo que tenemos en Gálatas 2:9. La Biblia dice: y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.
Según el historiador judío Josefo, Jacobo fue martirizado en el año 62 DC. Así que lo ilustre de su trayectoria hace de Jacobo, el medio hermano del Señor Jesucristo, un serio candidato a ser considerado como el escritor del libro de Santiago. Además de lo señalado, existen algunas similitudes entre el texto en el libro de Santiago y el texto de la carta circular que Jacobo el medio hermano de Jesús envió a las iglesias, según Hechos capítulo 15. Por estas consideraciones muchos tenemos la firme convicción que el escritor del libro de Santiago fue Jacobo, el medio hermano de Jesús, aunque no podemos ser dogmáticos en esto.
La tercera consulta para el programa de hoy nos llega por medio de Internet. Dice así: ¿Cuál es la diferencia entre ser una persona desconfiada y ser una persona prudente en Dios?
Gracias por su consulta. Se dice que la prudencia es una de las cuatro virtudes cardinales que consiste en discernir y distinguir lo que es bueno o malo, para seguir o huir de ello. En el Nuevo Testamento aparecen tres palabras que se traducen como prudencia: Frónesis que significa tener entendimiento, denota una sabiduría práctica, discreción en la conducción de asuntos. Súnesis que significa también tener entendimiento y denota tener inteligencia, tener pensamiento reflexivo. Prónoia, que significa premeditar, y denota conocer algo con anticipación. De esto se desprende que una persona prudente, es aquella que busca entender las cosas, comprender los asuntos, meditar en los hechos, de modo que pueda discernir la diferencia entre lo que es bueno y lo que es malo y en consecuencia con eso, pueda seguir lo bueno y huir de lo malo. Ser prudente es un mandato para todo creyente. Note lo que dijo Pablo a Tito. Leo en Tito 2:6. La Biblia dice: Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes;
Sin embargo, el hombre no debe confiar absolutamente en su propia prudencia sino en la sabiduría de Dios. Observe lo que dice Proverbios 3:5. Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Quiera Dios que seamos prudentes en Cristo, no prudentes en nosotros mismos. Pero la desconfianza es algo totalmente diferente. Desconfianza significa en esencia falta de confianza. La confianza por su lado es la esperanza firme que se tiene de una persona o cosa. Una persona prudente en Dios es la que examina todo lo que está a su alcance para determinar el camino correcto a seguir. Una persona desconfiada es la que sospecha de todo sin ninguna razón válida, sin ningún discernimiento espiritual. La desconfianza nos puede anular en nuestras relaciones con otras personas.
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