Por medio de Internet se ha comunicado con nosotros un amigo oyente para agradecernos por nuestro ministerio y para hacer la siguiente consulta: ¿Cuál es la diferencia entre el Reino de los Cielos, el Reino de Dios, y el Reino de Jesucristo en la tierra?

Gracias por su consulta. La frase “reino de los cielos” aparece única y exclusivamente en el evangelio según Mateo. Mientras que la frase “reino de Dios” aparece en los cuatro evangelios. En esencia, reino de los cielos es sinónimo de reino de Dios. Todo lo que se afirma sobre el reino de los cielos se afirma también sobre el reino de Dios. Por ejemplo, note lo que dijo Jesús, según Mateo 19:24: “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos.” A versículo seguido, Jesús ratifica lo dicho, pero ponga atención a las palabras que usa. Mateo 19:24 dice: “Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” La conclusión obvia es que reino de los cielos es sinónimo de reino de Dios. De modo que al explicar el significado de reino de los cielos, estamos también explicando el significado de reino de Dios. El reino de los cielos es la esfera en la cual se reconoce la soberanía y autoridad de Dios. La palabra cielos se utiliza para denotar a Dios. Esto no es extraño en la Biblia, porque por ejemplo, en Daniel 4:25 se habla del dominio del Altísimo, y en el versículo siguiente, Daniel 4:26 se habla del dominio del cielo. Al hablar de cielo, entonces se está dando a entender que se está hablando de Dios. En cualquier lugar donde la gente se somete a la autoridad o al gobierno de Dios, allí está presente el reino de Dios. Ahora bien, hay dos aspectos del reino de los cielos. En su sentido más amplio, incluye a todo aquel que profesa reconocer a Dios como soberano y supremo gobernante. Pero en su sentido restringido incluye solamente a los genuinos creyentes. La única manera de entrar al reino de los cielos en su sentido restringido es mediante la fe al recibir a Jesucristo como Salvador. Mateo 18:3 dice: “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.” La Biblia declara varias cosas acerca del reino de los cielos o del reino de Dios. Primero, el reino de los cielos fue profetizado en el Antiguo Testamento. Daniel predijo que Dios establecerá un reino que jamás será destruido y jamás será dejado a otro pueblo. Observe lo que dice Daniel 2:44 “Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, si será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre” El profeta Daniel también predijo la venida de Cristo para ejercer dominio eterno que nunca será destruido. Daniel 7:13-14 dice: “Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía un como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.” Segundo, el reino de los cielos fue proclamado por Juan el Bautista, Jesús y los doce, como algo que estaba cercano. Note lo que dijo Juan el Bautista, según Mateo 3:1-2 “En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Ahora note lo que dijo Jesús, según Mateo 4:17 “Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Cuando los doce fueron enviados, tenían que predicar un mensaje idéntico al que predicó Juan el Bautista y Jesús. Mateo 10:7 dice: “Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.” Más tarde, ya en pleno apogeo del ministerio de Jesús en la tierra, Jesús habló de que el reino de los cielos estaba ya presente. Ponga atención a lo que dice Mateo 12:28, son palabras de Jesús. “Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios” Tercero, el reino de los cielos entró a una fase que podríamos llamar intermedia. Después que Jesús fue rechazado como Rey por la nación de Israel, el Rey retornó al cielo. A partir de ese momento, aún cuando el Rey está ausente físicamente, el reino de los cielos existe en los corazones de todos los que le hemos recibido como Salvador, reconocemos su señorío y vivimos a la luz de sus mandatos. Esta fase intermedia del reino de los cielos ha sido descrita por medio de parábolas en el capítulo 13 de Mateo. Cuarto, en lo futuro tendrá lugar la manifestación plena del reino de los cielos. Esto ocurrirá en lo que se conoce como el milenio, un reino literal en la tierra, en el cual Jesucristo será el Rey. Hablando de este tiempo, Jesús dijo lo siguiente, según Mateo 8:11 “Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos.” Quinto, el reino de los cielos entrará a su estado eterno, al final del reino milenial. De esto habla 2 Pedro 1:11 donde dice: “Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” En resumen amable oyente, reino de los cielos es sinónimo de reino de Dios. Fue profetizado en el Antiguo Testamento, estuvo cercano en la fase inicial del ministerio de Jesús en la tierra, estuvo presente mientras Jesús manifestada sus credenciales como Rey de Israel, entró a una fase intermedia, cuando Israel rechazó a Jesús como su Rey y una vez muerto y resucitado, volvió a la gloria de su Padre, se manifestará plenamente cuando Jesús venga por segunda ve a la tierra a reinar por mil años, en lo que se conoce como el reino milenial, y se transformará en un reino eterno al final del reinado milenial. Note que el reino de Jesucristo en la tierra, en lo que se conoce como el reino milenial, es una faceta solamente de lo que se conoce como el reino de los cielos o el reino de Dios.
Desde Guayaquil, Ecuador, se ha comunicado con nosotros una amiga oyente para hacernos la siguiente consulta: ¿Cómo se debe interpretar Isaías 65:25? ¿Es literal o alegórico?
Gracias por su consulta. Isaías 65:25 es el último versículo del pasaje bíblico que comienza en Isaías 65:17, en el cual, en forma profética, se nos provee de una descripción de lo que será el reino milenial, el cual durará mil años, tendrá lugar en la tierra y Jesucristo glorificado será su Rey. Entre las características de este reino, las cuales aparecen en este pasaje bíblico, tenemos que Jerusalén, la capital del reino, se convertirá en una fuente de gozo mundial, en lugar de lo que es hoy, fuente de pesar y preocupación mundial, por la cantidad de atentados terroristas que allí ocurren. La gente que more en esta tierra durante el milenio gozará de larga vida. Habrá paz y seguridad y la naturaleza toda, será transformada. En otros pasajes de la Biblia se puede encontrar otras características del reino milenial. Con todo esto en mente, leamos el texto que es materia de su consulta. Se encuentra en Isaías 65:25 que dice: “El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.” Una regla básica de interpretación bíblica, aboga por la interpretación literal, esto es, dando a cada palabra el significado común y corriente en la comunicación de su época. La única salvedad a esta regla de interpretación bíblica, es cuando al entender las palabras en su sentido literal, la frase arroja una idea ilógica. En este caso, las palabras deberían entenderse en un sentido metafórico. Por ejemplo. Cuando Jesús en Juan 10:9 dice: Yo soy la puerta. Si entendemos la palabra puerta en su sentido literal, nuestra mente se hará la idea de que Jesús es eso, una puerta, como las que dividen los ambientes en nuestras casas. Algo ilógico. Jesús es una persona, no una puerta. Por tanto, es necesario entender la palabra puerta en un sentido metafórico. Cuando Jesús dice que él es la puerta, está dando a entender que él es la única manera de entrar a la salvación. Lo que resta del versículo en Juan 10:9 lo confirma. Jesús dijo: El que por mí entrare, será salvo. Aplicando el principio de interpretación literal al texto en Isaías 65:25, cuando habla de lobo, se debe entender literalmente, es decir el animal conocido como lobo. Cuando habla de cordero, se debe entender literalmente, es decir, el animal conocido como cordero. Así por el estilo, con todos los demás animales que se mencionan en el texto. Cuando se entiende las palabras en su sentido literal, el significado del texto no comunica a la mente ninguna idea ilógica, por tanto no hay razón alguna para interpretar el texto en ninguna otra forma que no sea la literal. Por tanto, en el reino milenial, la naturaleza toda será transformada radicalmente. Los animales depredadores, como el lobo y el león, ya no se alimentarán de la carne de otros animales, sino que se volverán herbívoros. Comerán pasto. Por eso, no habrá problema para que los lobos y los corderos sean apacentados juntos. Tampoco habrá problema para que los leones y los bueyes sean apacentados juntos. Los animales que representaban algún peligro al hombre, dejarán de ser peligrosos. En el milenio no se hablará jamás de serpientes venenosas, o arañas venenosas, etc. Ningún animal será motivo de aflicción ni para los demás animales ni para los seres humanos. Esto es lo que está diciendo el texto.

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