La primera consulta de hoy nos llega por medio de Internet, desde algún lugar no identificado. Dice así: En el libro de Éxodo si no me equivoco dice la Biblia que no se debe hacer ninguna imagen de algo que haya en la tierra o en el cielo, pero después manda construir el arca sobre la cual se debía poner la imagen de dos querubines. ¿No sería esto una contradicción en la Biblia?
Gracias por su consulta. El texto al cual se refiere su consulta se encuentra en Éxodo 20:4-6. Se trata del segundo de los diez mandamientos. La Biblia dice: No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
Como antecedente, el primer mandamiento del decálogo, que aparece en Éxodo 20:3 donde dice: No tendrás dioses ajenos delante de mí, condena la adoración a cualquier dios falso, en cambio, el segundo mandamiento del decálogo, el que acabo de leer, condena la adoración al único y verdadero Dios pero de una manera incorrecta. La manera incorrecta de adorar al Dios verdadero es cuando se hace imagen de él, ya sea de yeso, o de piedra, o de madera, o de metal o de cualquier otro material, y se adora a esta imagen, pensando que al hacerlo, se está adorando al Dios verdadero. Por eso dice el texto bíblico: No te inclinarás a ellas, ni las honrarás. De manera que no existe ninguna contradicción entre el segundo mandamiento del decálogo y la fabricación de objetos que se empleaban en el tabernáculo, tales como el arca, los dos querubines de oro labrados a martillo que se colocaban sobre la tapa del arca, como el candelabro, como el altar de bronce, el altar de incienso, la mesa de los panes de la proposición, el aceite de la unción, y todos los demás objetos del tabernáculo. Estos objetos no estaban allí para representar a Dios o como imágenes de Dios, y los judíos jamás rindieron adoración, o se inclinaron a ninguno de estos objetos. Así que, no existe ninguna contradicción entre el segundo mandamiento y la construcción de querubines que se colocaron sobre el arca de testimonio. Lo que la Biblia condena es adorar, o inclinarse o rendir honores a imágenes de cualquier tipo que representan a Dios.
Desde Lima, Perú, nos envía un correo electrónico un amigo oyente que dice lo siguiente: En Mateo 17:1-13 se habla de la transfiguración de Jesús: ¿Cómo supieron los discípulos de Jesús que los que aparecieron junto a Jesús eran Moisés y Elías?
El pasaje bíblico que nos interesa en particular se encuentra en Mateo 17:1-3. La Biblia dice: Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.
Como usted ya habrá notado, Mateo, no informa de qué modo Pedro Jacobo y Juan reconocieron que los que aparecieron hablando con Jesús en el monte de la transfiguración eran Moisés y Elías. Tampoco lo hacen Marcos y Lucas en sus respectivos evangelios. Es algo que Dios no lo ha revelado. Algunos estudiosos de la Biblia piensan que se trató de intuición guiada por el Espíritu Santo en Pedro, Jacobo y Juan. Otros estudiosos de la Biblia piensan que se trató de iluminación del Espíritu Santo en Pedro, Jacobo y Juan. Siempre será riesgoso especular sobre algo que no ha sido expresamente declarado por Dios en la Biblia. Por eso es mejor aceptar el hecho que Dios no lo ha revelado y algún día cuando estemos en la gloria lo sabremos. Es una pregunta más, entre las muchas, que podemos hacer a Dios cuando lleguemos al cielo.
La segunda consulta del amigo oyente de Lima, Perú, dice así: ¿Por qué Jesús identificó a Juan el Bautista como el profeta Elías que debía venir antes de él?
Gracias por su consulta. El pasaje bíblico que trata este asunto, se encuentra en Mateo 17:10-13. Permítame leerlo. La Biblia dice: Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero? Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.
Este evento ocurrió después de la transfiguración de Jesús. Al menos para Pedro, Jacobo y Juan, no había la más mínima duda en cuanto a que Jesús es el Cristo, el Mesías de Israel. Estos tres apóstoles primero lo creyeron y después en el monte de la transfiguración, lo vieron. Se necesita creer para ver. De manera que la pregunta que estos tres apóstoles hicieron a Jesús es de lo más legítima. Los expertos en las escrituras del Antiguo Testamento, los famosos escribas, afirmaban que es necesario que primero venga Elías antes del Cristo o el Mesías de Israel. Los escribas estaban muy al tanto de lo que dice Malaquías 4:5-6 donde leemos: He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.
De modo que la inquietud de los tres apóstoles de Jesús era muy válida y razonable. Tal vez dijeron a Jesús: Sabemos que tú eres el Cristo, el Mesías de Israel, lo hemos creído y lo acabamos de comprobar allí en el monte de la transfiguración, pero nos queda una inquietud: Los escribas dicen que antes que venga el Cristo o el Mesías de Israel, debía venir primero Elías. ¿Es así? O estamos equivocados. La respuesta de Jesús fue muy clara. A la verdad Elías viene primero y restaurará todas las cosas. Esto fue lo que profetizó Malaquías. Pero Jesús prosiguió diciendo: Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron, así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. Jesús está hablando de lo que será su segunda venida y de lo que fue su primera venida. Dios enviará a Elías para preparar la segunda venida de Jesús, pero Elías también vino para preparar la primera venida de Jesús. ¿Quién fue? Pues fue uno a quien los enemigos hicieron con él lo que quisieron. ¿A quién se refieren estas palabras de Jesús? Pues Pedro, Jacobo y Juan entendieron muy bien que ser referían a Juan el Bautista. El ministerio de Juan el Bautista creció como espuma mientras predicaba en el desierto de Judea diciendo: Arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado. Pero tan pronto se manifestó públicamente Jesús y fue Bautizado por Juan el Bautista, el ministerio de Juan el Bautista entró en un franco descenso. Se había cumplido ya el propósito de Juan el Bautista en el sentido de preparar el camino para la manifestación de Jesús, el Cristo, el Mesías de Israel. Juan el Bautista perdió a muchos seguidores y a muchos discípulos. Más tarde, fue encarcelado y murió decapitado. Los enemigos de Juan el Bautista hicieron con él lo que quisieron. De la misma manera, Jesús estaba por padecer en manos de sus enemigos. Así que, parecería que Jesús dijo que Juan el Bautista fue el Elías que había de venir antes de él. Pero existe algo que no se puede dejar pasar por alto. Cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que pregunten a Juan el Bautista quien era, note la respuesta que dio Juan el Bautista. Se encuentra en Juan 1:20-21. La Biblia dice: Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo. Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No.
De manera que, Juan el Bautista no era Elías, como aparentemente parecería que insinuó Jesús. ¿Cómo se explica esto? Pues se explica de la siguiente manera. Juan el Bautista en realidad no es Elías, sino uno que vino en el espíritu y poder de Elías. Hablando de la relación de Juan el Bautista con Jesús, note lo que dice Lucas 1:17 E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
Si en la primera venida de Cristo, Israel hubiera aceptado a Jesús como el Cristo o el Mesías de Israel, la profecía de Malaquías se habría cumplido por medio del ministerio de Juan el Bautista quien vino en el espíritu y poder de Elías, pero como Israel no aceptó a Jesús como el Cristo o el Mesías de Israel, quedó todavía por cumplirse la profecía de Malaquías. Se cumplirá durante la tribulación previa a la segunda venida de Cristo. Muchos entendidos en la profecía bíblica piensan que uno de los dos testigos que ministrarán durante la tribulación será el propio Elías o alguien que actúe en el espíritu y el poder de Elías, para cumplir con la profecía de Malaquías. Espero que esta explicación satisfaga su inquietud amable oyente.
0 comentarios