Abrimos nuestro Consultorio respondiendo una inquietud de un amigo oyente de Perú. Dice así: En Malaquías 4:5 dice que Dios va a enviar el profeta Elías antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Lucas 1:17 dice que Juan irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías. ¿Cómo se debe entender estos pasajes bíblicos? He escuchado prédicas en el sentido que vendrá el espíritu de Elías en estos tiempos.

Gracias por su consulta amable oyente. Demos lectura al texto en Malaquías 4:5. La Biblia dice: He aquí,  yo os envío el profeta Elías,  antes que venga el día de Jehová,  grande y terrible.

Cuando este texto habla del día de Jehová, grande y terrible se está refiriendo al juicio que espera a este mundo incrédulo, como paso previo al establecimiento de un reino glorioso en el cual el Cristo, el Mesías de Israel será el Rey. Antes que esto acontezca, Dios dijo que iba a enviar el profeta Elías. Algunos lo interpretan en el sentido que antes que se manifieste el Cristo o el Mesías, se manifestará uno haciendo un ministerio similar al del profeta Elías, quien en su tiempo hizo todo lo posible para restaurar espiritualmente a Israel. Por eso es que a versículo seguido, en Malaquías 4:6 encontramos lo siguiente: El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos,  y el corazón de los hijos hacia los padres,  no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.

Pero otros, dentro de ellos los escribas del tiempo del Señor Jesús, lo entendían en un sentido más literal. Para ellos, Dios iba a enviar a la persona del profeta Elías, para hacer este trabajo de restaurar espiritualmente a la nación de Israel. Tanto es así que a raíz de la transfiguración, cuando el Señor Jesús manifestó momentáneamente su gloria divina, y para Pedro, Jacobo y Juan no quedaba duda de que Jesús era el Cristo, el Mesías, los discípulos hicieron una pregunta muy legítima a Jesús. La tenemos en Mateo 17:10 donde dice: Entonces sus discípulos le preguntaron,  diciendo:  ¿Por qué,  pues,  dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?

La respuesta de Jesús pone las cosas en su lugar. Se encuentra en Mateo 17:11-13 donde dice: Respondiendo Jesús,  les dijo:  A la verdad,  Elías viene primero,  y restaurará todas las cosas.

Mat 17:12  Mas os digo que Elías ya vino,  y no le conocieron,  sino que hicieron con él todo lo que quisieron;  así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos.

Mat 17:13  Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.

Hablando de Elías, el Señor Jesús, habla primero en tiempo futuro y después en tiempo pasado. En lo que tiene que ver con el tiempo futuro, el Señor Jesús dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. Esto apunta a la segunda venida del Señor Jesucristo. No olvide que el Señor Jesucristo había sido ya rechazado como Rey por la nación de Israel y estaba muy cerca de ser entregado para morir en la cruz. Una vez que murió, fue sepultado y resucitó al tercer día. Cuarenta días después ascendió a la gloria de su Padre, donde está este momento esperando el momento para venir por segunda vez a la tierra, esta vez no en humillación como en su primera venida, sino en gloria para dar su merecido a todos los que se han atrevido a rechazarle. Esta segunda venida estará precedida por la presencia física del profeta Elías. Esto es lo que dijo el Señor Jesús. Interesante que en la tribulación tendrán un ministerio profético dos testigos, de quienes habla Apocalipsis 11:3-6 donde dice: Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días,  vestidos de cilicio.

Rev 11:4  Estos testigos son los dos olivos,  y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.

Rev 11:5  Si alguno quiere dañarlos,  sale fuego de la boca de ellos,  y devora a sus enemigos;  y si alguno quiere hacerles daño,  debe morir él de la misma manera.

Rev 11:6  Estos tienen poder para cerrar el cielo,  a fin de que no llueva en los días de su profecía;  y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre,  y para herir la tierra con toda plaga,  cuantas veces quieran.

Parece que uno de estos dos testigos será el profeta Elías, al menos por la similitud de los milagros. En su tiempo, Elías manifestó poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva, y en la tribulación también, estos testigos tendrán poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva. Este testigo sería entonces el Elías de quien habló tanto el profeta Malaquías como el Señor Jesucristo. Pero recuerde que el Señor Jesucristo también habló a Pedro Jacobo y Juan de cosas pasadas en cuanto a Elías. Les dijo: Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. Según el texto que leímos, los discípulos comprendieron que el Señor Jesús se había referido a Juan el Bautista cuando dijo que Elías ya había venido y no le conocieron. Esto se debe entender en el sentido que Juan el Bautista tuvo un ministerio profético similar al de Elías en el sentido de procurar la restauración espiritual de la nación de Israel como paso previo a la manifestación del Cristo, del Mesías y el establecimiento de su reino. El mensaje de Juan el Bautista fue: Arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado. Israel como nación no aceptó el mensaje de Juan el Bautista y por eso rechazaron al Señor Jesús como el Cristo o el Mesías. Inclusive cuando el ángel anunció el nacimiento de Juan el Bautista dijo lo que tenemos en Lucas 1:17 donde dice: E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías,  para hacer volver los corazones de los padres a los hijos,  y de los rebeldes a la prudencia de los justos,  para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.

Juan el Bautista iba a ir delante del Señor Jesús con el espíritu y el poder de Elías, para restaurar espiritualmente a la nación de Israel en preparación de la manifestación del Cristo o el Mesías y el establecimiento del reino Mesiánico. Juan el Bautista no era el profeta Elías sino uno que ministraba con el espíritu y el poder del profeta Elías. La venida personal del profeta Elías es todavía futura, ocurrirá durante la tribulación, será uno de los dos testigos durante la tribulación.

Desde Temuco, Chile, nos escribe un amigo oyente para hacernos la siguiente consulta: ¿Cómo podemos responder a personas que dicen que Dios no es amor por cuanto permite violaciones, homicidios y tantos otros males en el mundo? 

Bueno, los que creemos y confiamos en Dios, sabemos que Dios es amor por varias razones. Primero, porque eso es lo que dice su Palabra, la Biblia. 1Juan 4:8 dice: El que no ama,  no ha conocido a Dios;  porque Dios es amor.

Segundo, porque hemos experimentado en práctica el gran amor de Dios. Juan 3:16 dice: Porque de tal manera amó Dios al mundo,  que ha dado a su Hijo unigénito,  para que todo aquel que en él cree,  no se pierda,  mas tenga vida eterna.

Dios nos amó tanto que dio a su único y amado Hijo, su unigénito como dice el texto, para que pecadores como Usted y yo, con tan solo creer en él, no nos perdamos sino tengamos vida eterna. Mayor muestra de amor que esta no puede haber. Tercero, porque su presencia en nuestras vidas, me refiero a los que somos creyentes, nos ha permitido amar a los que deberíamos odiarlos, por lo que nos han hecho. Solo un Dios de amor puede transformar así a una persona. 1 Juan 4:12 dice: Nadie ha visto jamás a Dios.  Si nos amamos unos a otros,  Dios permanece en nosotros,  y su amor se ha perfeccionado en nosotros.

Si alguien pretende negar esto, lo que está haciendo es tratando de tapar el sol con un dedo, algo imposible. Pero allí es cuando surge el cuestionamiento. Si Dios es amor, entonces ¿por qué es que permite que en el mundo haya violaciones, homicidios, pobreza, enfermedad, corrupción, guerra, robos y tantos otros males? Bueno, Dios es soberano y nada acontece sin su consentimiento, pero eso no hace a Dios autor de todos los males en el mundo. En su soberanía, Dios ha establecido leyes inmutables en su creación. Una de esas leyes es lo que se llama causa y efecto. Esta ley la podemos ver en Gálatas 6:7 donde dice: No os engañéis;  Dios no puede ser burlado:  pues todo lo que el hombre sembrare,  eso también segará.

El hombre sin Dios piensa que puede vivir como le venga en gana y no va a pasar nada. Dios dice lo contrario. Toda mala acción del hombre, una causa, tiene su consecuencia, un efecto. La ley de causa y efecto. Alejado de Dios el hombre ha sembrado, odio, venganza, placer sin restricciones, codicia, engaño y tantas otras cosas más, y como consecuencia ha cosechado violaciones, asesinatos, enfermedades, guerras, corrupción robos, inmoralidad, y todo lo demás de la lista. Note lo que dice Santiago 4:1 ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros?  ¿No es de vuestras pasiones,  las cuales combaten en vuestros miembros?

Así que no echemos la culpa a Dios de algo que nosotros mismo hemos ocasionado. Dios es amor, es indudable, pero a la par, Dios es soberano y en su soberanía Él ha determinado que el hombre coseche lo que el hombre siembra.

 

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