Es motivo de gran gozo compartir este tiempo con Usted, mi amiga, mi amigo. Bienvenida, bienvenido a nuestro Consultorio Bíblico. Mientras David Logacho se une a nosotros, me gustaría anunciar la oferta del mes. Con tan solo hacer su pedido, Usted recibirá gratuitamente a vuelta de correo un ejemplar del librito titulado ¿Qué habría ocurrido si Cristo no hubiera nacido? Escrito por Ord. L Morrow. Este librito es ideal para esta época navideña, porque contiene pensamientos profundos y sugestivos sobre lo que sería de nosotros si el Hijo de Dios no hubiera tomado forma humana para nacer de la virgen María. Pídalo hoy mismo mediante una carta en la cual conste su nombre, su dirección y el nombre de la emisora por la cual escucha este programa y envíela a la siguiente dirección postal: La Biblia Dice… casilla 1701-3715 Quito, Ecuador. Si prefiere hacer su pedido por fax o por teléfono, marque cualquiera de estos números: 475563 o 475564 o 472292 todos en Quito, Ecuador. Para pedidos por Internet, venga nuestro web site en donde encontrará las instrucciones necesarias para hacer su pedido. Esta es la dirección: www.labibliadice.org

Nos escribe a través de Internet un amigo oyente de Mairana, Provincia Florida, Departamento de Santa Cruz, Bolivia. Su consulta es la siguiente: Apocalipsis 2:6 y 15 hablan de la doctrina de los nicolaítas. ¿Existe esta doctrina en estos tiempos? Por favor una explicación.

DAV Con mucho gusto amigo oyente. Vamos a leer el texto que se encuentra en Apocalipsis 2:6 donde dice: “Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco” El contexto de lo que leemos en este versículo tiene que ver con el mensaje de Jesucristo a la iglesia en Efeso. Esta era una iglesia con muchas cosas positivas, pero con una cosa negativa, haber dejado su primer amor. Entre las muchas cosas positivas que tenía esta iglesia era el rechazo total a lo que el apóstol Juan ha llamado: Las obras de los nicolaítas. Antes de intentar una explicación sobre lo que son las obras de los nicolaítas, es necesario reconocer que era algo que Jesucristo también lo rechazaba. Dice el texto que lo aborrecía. Podemos por tanto decir con total seguridad que era algo negativo para la iglesia, algo contrario a la voluntad de Dios y algo que debía rechazarse con firmeza. ¿Pero qué son las obras de los nicolaítas? En honor a la verdad, no se sabe mucho sobre ello porque la Biblia no provee mayor información en cuanto a eso. Yo me limitaré a citar lo que dice sobre esto John MacArthur en su comentario sobre la obra de los nicolaítas. Dice él lo siguiente: Esta herejía era similar a la herejía de Balaam. El nombre Nicolás significa “el que conquista al pueblo”. Ireneo, quien fue uno de los llamados padres de la iglesia, escribió que Nicolás, uno de los diáconos que aparece en Hechos capítulo 6, fue un falso creyente quien posteriormente llegó a ser un apóstata. Debido al respeto que se había ganado en el pasado, se infiltró sin problema en muchas iglesias para arrastrarlas en su error. Como Balaam, Nicolás llevó a la iglesia a la inmoralidad y a la maldad. Los nicolaítas, seguidores de Nicolás, se entregaron a la inmoralidad y asolaron a la iglesia con tentaciones sensuales. Clemente de Alejandría dice que los nicolaítas se abandonaron totalmente a los placeres como animales salvajes, llevando una vida de total auto indulgencia. Su enseñanza pervirtió la gracia y transformó la libertad en libertinaje. Hasta aquí la cita de John MacArthur sobre las obras de los nicolaítas. Ahora leamos Apocalipsis 2:15 donde dice: “Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco” Este texto es parte del mensaje de Jesucristo a la iglesia de Pérgamo. Jesucristo reprendió a esta iglesia por soportar en su seno a algunos que no solo hacían las obras de los nicolaítas sino que la habían transformado en doctrina. Note que las obras de los nicolaítas en la iglesia de Efeso es ahora la doctrina de los nicolaítas en la iglesia de Pérgamo. Vemos un progreso en maldad. La doctrina de los nicolaítas tenía que ver con que no hay problema que un creyente ande en inmoralidad, como fornicación, adulterio, homosexualismo, prostitución, robo, mentira, engaño, peleas, etc. Los maestros nicolaítas probablemente enseñaban que como ya somos salvos no importa vivir en el pecado, porque ya hemos sido perdonados de todos los pecados. Transformaron la libertad que tenemos en Cristo en licencia para pecar. También probablemente enseñaban que no importa si un creyente peca de cualquier manera, porque después puede confesar su pecado y Dios se ha comprometido a perdonar sin problema. Hoy en día existen muchos maestros entre comillas que sin usar el nombre de nicolaítas, enseñan la doctrina de los nicolaítas, cuando son tolerantes con el pecado en ellos mismos o en los demás. Son lobos vestidos de ovejas que desprecian la santidad de Dios e inducen a los demás a una vida licenciosa. Todo maestro que no exhorte a los creyentes a vivir en santidad y que él mismo no viva en santidad es muy semejante a los maestros nicolaítas de antaño.

La segunda consulta para el programa de hoy nos ha sido hecha por un amigo oyente a través de Internet. Dice así: Según Marcos 12:26 Jesús dijo que Dios es Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, pero en el versículo 27 del mismo capítulo Jesús dijo que Dios no es Dios de muertos sino de vivos. ¿Cómo puede ser esto, si Abraham, Isaac y Jacob estaban muertos cuando Jesús pronunció estas palabras?

Gracias por su consulta amigo oyente. Demos lectura al texto que se encuentra en Marcos 12:26-27, pero para incluir el contexto, vamos a leer desde el versículo 24, donde dice: “Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios? Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos. Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos; así que vosotros mucho erráis.” Estas palabras de Jesús fueron dirigidas a un grupo de saduceos, quienes no creían en la resurrección corporal. Por medio de una historia hipotética inventada por ellos mismos, los saduceos pretendían poner en entredicho a Jesús acerca de la bendita esperanza de la resurrección. La respuesta de Jesús comenzó por una reprensión frontal a los saduceos. Les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios? De entrada, Jesús está afirmando que los saduceos estaban equivocados en cuanto a rechazar la realidad de la resurrección y esa equivocación partía de su ignorancia de dos cosas importantes: El testimonio del Antiguo Testamento o las Escrituras y el poder absoluto de Dios. Luego de la reprensión a los saduceos, Jesús pasó a la ratificación de la doctrina de la resurrección. Lo hizo mediante una reflexión acerca de un hecho que debe haber sido ampliamente conocido por los saduceos, pero que los saduceos no lo comprendieron totalmente. Cuando Dios apareció a Moisés en la zarza en el desierto le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Para cuando Dios pronunció estas palabras, Abraham, Isaac y Jacob, estaban muertos, bueno, muertos desde el punto de vista del hombre, pero desde el punto de vista de Dios era otra cosa. Estos patriarcas estaban vivos, en algún lugar diferente del mundo, pero vivos sin lugar a dudas. Por cuanto, como dijo Jesús, Dios no es Dios de muertos sino Dios de vivos. Dando a entender con esto que la muerte de los patriarcas no terminó con la existencia de ellos. Muy bien, si estaban vivos en algún lado diferente del mundo, para Dios no era ningún problema hacer uso de su poder para darles un cuerpo material nuevo el momento que sea pertinente. Esto es en esencia lo que pasa en la resurrección. Cuando una persona muere físicamente, no deja de existir, no se extingue como pensaban los saduceos. Sigue viva en una esfera diferente a la material y algún día, recibirá de Dios un cuerpo material nuevo. De modo que, amigo oyente, Dios no se equivocó cuando dijo que Él es el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, a pesar que desde el punto de vista humano tanto Abraham como Isaac y Jacob habían muerto. Lo que pasa es que desde el punto de vista de Dios, tanto Abraham como Isaac y Jacob estaban vivos, esperando la resurrección. Recuerde que Dios es Dios de vivos mas no Dios de muertos.

 

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