Desde El Carmen, Provincia de Manabí, Ecuador nos ha escrito una amiga oyente para hacernos la siguiente consulta: He escuchado que los cristianos no debemos colocar en nuestra casa adornos navideños como el árbol, luces. ¿es verdad esto?
Aprecio mucho su consulta. Todo depende de la actitud de cada persona, amiga oyente. Si una persona adornara su casa con un nacimiento navideño, por ejemplo, para inclinarse a él y rendirle adoración estaría errada, eso sería idolatría, y la Biblia condena la idolatría. La Biblia dice en Éxodo 20:3 “No tendrás dioses ajenos delante de mí”. Si lo hiciera como un medio para adorar a Dios o al Señor Jesús, también estaría mal, porque la Biblia prohíbe adorar a Dios por medio o a través de imágenes, cualquiera que sea, como el nacimiento navideño. Éxodo 20:4-6 dice: No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
Pero si una persona coloca un nacimiento navideño en su casa, sólo como un adorno de temporada, no estaría violando ningún principio bíblico. Lo mismo se aplica al popular árbol de navidad, y en general a cualquier objeto con el cual la gente decora su casa en el tiempo de navidad. Sin embargo de lo dicho, no podemos ignorar la realidad que existen hermanos en la fe, que piensan que todo objeto relacionado con navidad es malo. No importa si se trata del nacimiento navideño o el árbol de navidad, o papá noel o lo que fuere. Si alguien piensa así debería evitar adornar su casa con estos objetos para no herir su propia conciencia. Es más, debería ignorar la navidad. Pero lo cuestionable sería que obligue a otros creyentes a pensar como él y si no lo hacen tildarles de herejes, idólatras, paganos, o cualquier otro epíteto equivalente. En esto se aplicaría el pasaje bíblico que aparece en Romanos 14:1-7 donde dice: Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.
Obviamente, el pasaje bíblico leído se refiere específicamente al asunto de comer de todo versus comer sólo legumbres. Pero los mismos principios se aplican a esto de colocar o no adornos navideños en una casa. Pablo aconseja que no debemos contender sobre opiniones.
A través del correo electrónico se ha comunicado con nosotros un amigo oyente para hacernos la siguiente consulta: ¿Puede entregarse los diezmos a los ministerios cristianos?
Bueno, por el hecho que, al menos en lo que a mí respecta, no encuentro un claro mandato en el Nuevo Testamento en el sentido que la iglesia debe diezmar, mi convicción personal es que la iglesia debe ofrendar con generosidad, no una fracción fija sino según haya prosperado, lo cual no impone límite alguno, pudiendo ser el 15 o 20 o 50 o 90 o hasta el 100%. Si bajo el antiguo pacto, la ley establecía que los Israelitas debían entregar dos diezmos completos por año y un tercer diezmo cada tres años, lo cual significa que por obligación tenían que dar al Señor al menos el 23.3% de sus ingresos cada año y eso sin tomar en cuenta las primicias y las ofrendas voluntarias. ¿Será que nosotros, la iglesia, estando bajo un nuevo pacto muchísimo mejor que el antiguo pacto deberíamos dar menos al Señor o algo de menor calidad? Absolutamente no. Esta es mi convicción personal, sin embargo, estoy plenamente conciente que muchos buenos hermanos en la fe, de cuya integridad moral y espiritual no tengo duda alguna, tienen una convicción diferente en cuanto al diezmo y piensan que el diezmo se aplica también a la iglesia. Acorde con mi forma de pensar, el Nuevo Testamento muestra que la ofrenda se da al Señor, con un múltiple propósito. Es para atender las necesidades de la iglesia local, como por ejemplo el sustento económico para los líderes que se dedican a predicar y enseñar. Note lo que dice 1 Timoteo 5:17-18 Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario.
¿De dónde salen los fondos para que una iglesia local sostenga económicamente a los ancianos que gobiernan bien, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar? Pues debe ser de las ofrendas generosas que los hermanos entregan a la iglesia local. Es uno de los propósitos de la ofrenda. De este fondo también se atiende los gastos propios de la iglesia local como servicios de electricidad, agua, teléfono, gas y para los ministerios que realiza la iglesia local. Pero también el Nuevo Testamento dice que los creyentes debemos ayudar económicamente a los necesitados. El apóstol Pablo lo hizo y dejó para la posteridad las palabras que se encuentran en Hechos 20:33-35 Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado. Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido. En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
¿De dónde salen los fondos para que un creyente ayude a los necesitados? Pues de la ofrenda que cada creyente ha designado para el Señor. Es otro de los propósitos de la ofrenda. Además, el Nuevo Testamento instruye que la iglesia local debe sostener económicamente a los misioneros de modo que puedan llevar el mensaje del evangelio a lejanas tierras. Pablo hizo una ardorosa defensa de esto en 1 Corintios 9:4-14. La Biblia dice: ¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber? ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? ¿O sólo yo y Bernabé no tenemos derecho de no trabajar? ¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño? ¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley? Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla.¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto. Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material? Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros? Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo. ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.
¿De dónde salen los fondos para sostener económicamente a los misioneros? Pues de la ofrenda que los creyentes entregan al Señor. Aquí es justamente donde entran los ministerios cristianos. Una forma de hacer la obra de Dios es por medio de ministerios cristianos que se dedican a diversas actividades, algunos ministerios se especializan en los niños, otros en los jóvenes, otros enseñan la palabra de Dios usando medios masivos de comunicación, como es el caso de La Biblia Dice… otros se enfocan sobre los presos, otros se enfocan sobre grupos marginados y tantas otras cosas más. ¿De dónde salen los fondos para que estos ministerios puedan hacer la obra que el Señor les ha encomendado? Pues de las ofrendas que los creyentes entregan al Señor. El ministerio La Biblia Dice… lleva ya casi 40 años de existencia. ¿Cómo podría existir por tanto tiempo sin personas temerosas de Dios quienes nos sostienen económicamente por medio de entregarnos una parte de su ofrenda al Señor? Por supuesto que los creyentes deben ejercitar mucho discernimiento espiritual el momento de ofrendar a algún ministerio cristiano. Lamentablemente no todo ministerio cristiano es digno de recibir sus ofrendas. Antes de ofrendar a un ministerio cristiano, asegúrese de que sea un ministerio bíblico, un ministerio que honra al Señor Jesucristo, un ministerio que usa los fondos para cumplir con su propósito, no para llenar los bolsillos de sus líderes a pretexto que deben vivir como hijos del rey. En resumen amable oyente, las ofrendas son del Señor y nosotros los creyentes tenemos el privilegio de administrarlas sabiamente entregando una parte a la iglesia local, otra parte a los necesitados y otra parte a misioneros o ministerios cristianos. La proporción debe ser determinada bajo la dirección del Espíritu Santo.
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