La primera consulta para el programa de hoy nos ha sido hecha por un amigo oyente de Chiquimula, Guatemala. Dice así: ¿A partir de qué fecha y qué acontecimiento nació la iglesia, o comenzó a funcionar?

La palabra iglesia, amigo oyente, es la traducción de la palabra griega EKKLESIA, la cual significa literalmente: Los que han sido llamados afuera. Esta palabra se utilizaba en relación con una asamblea o congregación que podía ser llamada afuera con varios propósitos. El significado de la palabra ekklesia en el Nuevo Testamento es doble. Se refiere a aquellos que son llamados afuera por Dios de entre las naciones del mundo para formar un pueblo para su nombre, los cuales constituyen la iglesia o el cuerpo de Cristo. Esto se conoce como la iglesia universal. En este sentido, la iglesia es un organismo. Pero la palabra ekklesia en el Nuevo Testamento también se refiere a aquellos que son llamados afuera de alguna comunidad, para reunirse en el nombre de Cristo y para poner en práctica los principios y preceptos de Cristo, los cuales se encuentran en el Nuevo Testamento. Esto se conoce con el nombre de iglesia local. En este sentido, la iglesia es una organización. Al mirar a la iglesia universal como un organismo viviente, ésta es el cuerpo de Cristo, del cual Cristo es la cabeza viviente y los creyentes en Cristo son los miembros del cuerpo. Así es como se presenta a la iglesia universal en pasajes bíblicos como 1 Corintios 12:12-13 donde dice: “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.” Vista la iglesia de este modo, como un organismo vivo, la iglesia es el conjunto de todos aquellos que han depositado su fe en la persona y obra de Cristo Jesús, quien murió por ellos en la cruz del Calvario. Estos creyentes están esparcidos en todo el mundo. Algunos han muerto, otros están vivos, pero todos forma parte de la iglesia. En este cuerpo de creyentes llamado iglesia, no hay distinción racial ni social ni de género, ni de ninguna otra índole. Gálatas 3:28 dice: “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.” Ahora que tenemos una clara idea de lo que es la iglesia, viene la gran pregunta: ¿Cuándo comenzó? ¿Cuándo nació este organismo viviente? Para determinar esto es necesario hacer algunas consideraciones. Primero, no podría haber iglesia en el mundo hasta que Cristo muriera, porque es la preciosa sangre de Cristo que fue derramada en la cruz, la que lava a cada miembro de la iglesia de su pecado. Sin muerte de Cristo no se puede hablar de iglesia de Cristo. Segundo, no podría haber iglesia en el mundo hasta que Cristo resucitara de entre los muertos, porque a la iglesia se le ha prometido resurrección, promesa real y verídica sustentada en la resurrección irrefutable de Cristo. Tercero, no podría haber iglesia hasta que Cristo hubiera ascendido a la gloria de su Padre para poder ser la cabeza de la iglesia, porque la iglesia es una nueva creación con Cristo resucitado como la cabeza de la cual proviene todo impulso de vida. Cuarto, no podría haber iglesia en la tierra hasta el advenimiento del Espíritu Santo, porque una de las realidades más básicas y fundamentales respecto de la iglesia es que ella es el templo de Dios por medio del Espíritu. La iglesia es regenerada, bautizada y sellada por el Espíritu. Muy bien, tratemos ahora de identificar un instante en el tiempo cuando se hayan cumplido estos cuatro requisitos. El instante cuando esto sucedió es en el día que se celebraba la fiesta judía llamada Pentecostés. Para entonces, Jesús había muerto, cumpliendo la primera condición, había resucitado, cumpliendo la segunda condición, había sido ascendido a la gloria de su Padre cumpliendo la tercer condición. Solo faltaba la venida del Espíritu Santo. Leamos por tanto lo que sucedió en algún momento de ese día. Se encuentra en Hechos 2: 1-4 donde dice: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fuero todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen” El Espíritu Santo había venido sobre los creyentes, en cumplimiento de las promesas de Cristo. Se había cumplido la cuarta condición. Había por tanto nacido la iglesia. De modo que, amable oyente, la iglesia de Cristo nació como organismo viviente el día de Pentecostés del año que Cristo murió, resucitó y fue ascendido a la gloria de su Padre.

La segunda consulta nos has sido hecha por un amigo oyente de Barcelona, Estado Anzoategui, Venezuela. Dice así: ¿Es malo usar técnicas de Administración en la iglesia local?

Filipenses 1:1 dice: “Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos.” Según lo que dice este texto, en la iglesia local existen tres grupos de personas. Los santos, o creyentes redimidos por la sangre de Cristo, los obispos, también llamados pastores o ancianos, y los diáconos. Los obispos y diáconos tienen que saber cómo conducirse en la iglesia, ya sea para enseñar, exhortar o cualquier otra actividad. Dios en su gracia ha levantado a algunos creyentes dentro de una iglesia local para que se ocupen de la tarea de administrar. Note lo que dice 1 Corintios 12:28, hablando de los dones espirituales: “Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayuda, los que administran, los que tienen don de lenguas.” Allí lo tiene, Dios ha puesto en la iglesia algunos que administran, son los que tiene el don de la administración. Un creyente que posee el don de administración hará todos esfuerzo posible para sacar ventaja de todo lo que está a su alcance para que su administración sea efectiva. No es indispensable que los administradores en una iglesia local sean graduados en las ciencias de la Administración, pero sin lugar a dudas que estudiar esta ciencia ayudará en mucho a los que tienen el don de administración para ser más efectivos en la administración de la iglesia local. Al decir esto, no estoy diciendo que la iglesia local debe ser manejada como una empresa secular. Pero existen principios de administración que pueden ser útiles tanto para una empresa secular como para una iglesia local. Solo a manera de ejemplo, piense en la contabilidad, que es parte de toda buena administración. Una empresa secular no puede subsistir sin un sistema contable confiable y transparente. La iglesia local también necesita de un sistema contable confiable y transparente. Usted no se imagina la cantidad de problemas que se ahorrarían las iglesias, si tan solo hubiera alguien que esté en capacidad de manejar correctamente las finanzas en la iglesia local. No olvide que el área de finanzas ha sido uno de las principales fuentes de conflicto en las iglesias locales. Así que, no hay nada de malo en usar técnicas de administración en una iglesia local. Mas bien se debe alentar su uso.

La tercera consulta de hoy también viene de Barcelona, Estado Anzoategui, Venezuela y dice así: ¿Es malo realizar actividades sociales como parte del programa anual de actividades en una iglesia local?

¿Por qué va a ser malo? La palabra de Dios enseña que cualquier cosa que hagamos para glorificar el nombre de Cristo es bueno. El nombre de Cristo no solamente es glorificado en una reunión de alabanza o de oración o de predicación. Perfectamente también puede ser glorificado en otras actividades como un paseo, en un almuerzo, en una cena, en una actividad deportiva, etc. La iglesia local debe ser un lugar atractivo, donde los creyentes se sientan a gusto y puedan con libertad invitar a sus amigos incrédulos. No es correcto el modo de pensar que la iglesia local debe tener un ambiente de funeraria. ¿Por qué? Dejemos ya de comunicar la imagen que ser creyente es sinónimo de ser aburrido. Por ejemplo, en las reuniones juveniles debería haber un ambiente tal, que el incrédulo se sienta atraído a participar, pero si los jóvenes de la iglesia están todos con sus caras largas y como si estuvieran en la estratosfera, ¿qué incrédulo va a estar interesado en ser parte de un grupo así? La iglesia debe aprovechar cada oportunidad para ministrar a la totalidad del hombre. El hombre no es solo espíritu para darle solo alimento espiritual. El hombre también tiene necesidades emocionales y físicas y la iglesia local debe hacer todo esfuerzo para atender también estas necesidades. Qué gran ejemplo que nos dio una iglesia en las cercanías de Manhatan. El día aciago cuando un atentado terrorista destruyó las torres gemelas matando a tanta gente, y los que quedaron vivos tenían que regresar a pie a sus casas porque no había transporte público, esta iglesia sacó a la calle varias mesas, con refrescos y toallas húmedas para ayudar a la gente que agobiada por el sol caminaba hacia sus casas. Era una obra social que abrió las puertas para consolar, y compartir la palabra de Dios con otros. La iglesia no debe ocuparse solo de lo social ni solo de lo espiritual. El sano equilibrio es lo importante.

 

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