A través del correo electrónico nos ha llegado la siguiente consulta: Según lo que he leído, Elías fue ascendido en un remolino pero no murió. Moisés murió pero nadie sabe dónde se sepultó su cuerpo, aparte de Dios. Si Elías fue ascendido, ¿en dónde se encuentra? También la Biblia dice que Elías ya vino pero nadie le conoció y que era Juan el Bautista, ¿Vino Elías realmente como Juan el Bautista? Por otro lado, en Apocalipsis 11 o 12 dice que vendrán dos testigos y de acuerdo con sus poderes para castigar con plagas a la tierra, convertir el agua en sangre y hacer que no llueva, supongo que serán Elías y Moisés quienes luego morirán por culpa del Anticristo. Si Jesús no realizaba todavía su sacrificio en la cruz nadie podría entrar al cielo….Elías fue ascendido, Moisés murió y los muertos van al seno de Abraham conforme al relato de la Biblia acerca de un pobre y un rico que murieron. El pobre vio al rico desde una cima muy alta y el rico le pidió de beber. Eso muestra que el Seol está dividido en dos partes. Pasa el tiempo y viene Jesús y va a la cima de una montaña a orar y en eso se le aparecen Moisés y Elías. Nadie sabe sobre que platicaron pero los apóstoles querían hacer enramadas para los tres y según lo que dice en Apocalipsis los dos vendrán porque tienen que pasar por la muerte para poder ir al cielo y regocijares en la gloria del Señor Jesús. Esto es lo que pienso. Por favor corríjame si estoy equivocado.
Gracias por su consulta, amable oyente. Veamos lo que dice la Biblia en cuanto al traslado de Elías. Voy a leer dos versículos. 2 Reyes 2:1 y 11. Aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Gilgal.
Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.
El texto leído es claro al mostrar que Elías iba a ser alzado por Jehová en un torbellino al cielo. Esto se cumplió mientras Elías y Eliseo estaban hablando. El autor de 2 Reyes dice que de pronto apareció un carro de fuego con caballos de fuego que apartó a Elías de Eliseo y Elías subió al cielo en un torbellino. De modo que a su inquietud sobre a dónde fue Elías cuando fue alzado por Jehová, la Biblia responde diciendo que fue al cielo. Se asume que antes de ser alzado al cielo, Elías debió haber sido transformado para recibir un cuerpo glorificado, o un cuerpo adaptado para morar en el cielo. Los creyentes que estén vivos cuando ocurra el arrebatamiento también van a ser transformados en un abrir y cerrar de ojos antes de ser arrebatados para estar para siempre con el Señor en el cielo. 1 Corintios 15:51-53 dice: He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
1Co 15:52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
1Co 15:53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.
Una vez transformados, estos creyentes que no experimentarán la muerte física, serán arrebatados al cielo. Note lo que dice 1 Tesalonicenses 4:16-17 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
1Th 4:17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Efectivamente, Elías vivió antes del sacrificio de Cristo en la cruz y los creyentes que estén vivos cuando acontezca el rapto habrán vivido después del sacrificio de Cristo en la cruz, pero en ambos casos, la Biblia dice que tanto Elías como los creyentes transformados y arrebatados van al cielo. Ahora tratemos el caso de Moisés. El relato de su muerte aparece en Deuteronomio 34:5-6 donde dice: Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová.
Deu 34:6 Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy.
El caso de Moisés fue diferente al caso de Elías, puesto que Moisés experimentó la muerte física, lo cual implica que su cuerpo fue sepultado en algún lugar que ninguno conoce, pero su alma y espíritu fueron al seno de Abraham, a esa parte del Seol donde iban las almas y espíritus de los justos al morir físicamente. Usted está en lo correcto al afirmar que el Seol, o el lugar de los muertos, tenía dos partes, la una, caracterizada por bendición, conocida como Seno de Abraham, o paraíso y la otra, caracterizada por tormento en fuego, conocida simplemente como Seol. Estas dos partes estaban separadas por una gran sima, con “S” no con “C”. La sima con “S” es un abismo profundo e infranqueable. Note lo que dice Lucas 16:26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
Hasta donde se puede discernir, el seno de Abraham o paraíso, fue trasladado a la presencia inmediata del Señor, una vez que el Señor Jesucristo murió y resucitó. Esto se deduce de lo que el apóstol Pablo dice en 2 Corintios 12:2-4 donde leemos: Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.
2Co 12:3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe),
2Co 12:4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.
Ahora con respecto a la transfiguración, se trató de una breve manifestación de la gloria del Señor Jesús, antes de su muerte, resurrección y ascensión. La presencia de Moisés y Elías obedece a que en el Señor Jesucristo se hace una realidad todo lo que habla la ley, representada por Moisés y todo lo que hablan los profetas, representado por Elías. También podría ser que Moisés y Elías ejemplifiquen a los que Cristo traerá consigo, ya sea a través de la muerte, representados por Moisés o del arrebatamiento, representados por Elías; los discípulos que acompañaron a Jesús al monte de la Transfiguración representaban a los que contemplarán su venida. Ahora permítame señalar lo siguiente con respecto a si Juan el Bautista era Elías. Todo se origina en el testimonio del profeta Malaquías. En su libro, capítulo 4 versículo 5 dice: He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.
Antes del día de Jehová, grande y terrible, Dios iba a enviar al profeta Elías. Pues bien, cuando Juan el Bautista apareció anunciando que el reino de los cielos se había acercado, los sacerdotes y levitas enviaron emisarios para preguntarle quién era. La respuesta de Juan el Bautista aparece en Juan 1:21 donde dice: Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No.
Si el Nuevo Testamento no dijera nada más, el asunto quedaría claro, Juan el Bautista no era Elías, pero según Mateo 11:13-14 el Señor Jesús dijo: Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.
Mat 11:14 Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.
La misma idea aparece en Mateo 17:11-13. Parecería que el Señor Jesús estuviera contradiciendo a Juan el Bautista, pero todo se aclara con lo que aparece en Lucas 1:17 en cuanto a Juan el Bautista. Dice así: E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
Juan el Bautista no era Elías en persona sino uno que vino en el espíritu y poder de Elías. Para armonizar esto, si Israel hubiera recibido al Señor Jesús como el Cristo, el rey de Israel, y se hubiera establecido su reino, la profecía de Malaquías se habría cumplido en Juan el Bautista, pero como Israel rechazó al Señor Jesús, su reino fue pospuesto hasta su segunda venida. Esto implica que antes que venga el Señor Jesús por segunda vez, debe estar precedido por Elías. Esto parece que hallará su cumplimiento en uno de los dos testigos que se manifestarán en este mundo durante el tiempo de la tribulación. Apocalipsis 11:3 dice: Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.
Entre los poderes que tendrán estos dos testigos tenemos lo que dice Apocalipsis 11:6 donde leemos: Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.
En su tiempo Elías hizo detener la lluvia y los dos testigos podrán hacer lo mismo, de lo cual se infiere que uno de los testigos será Elías. En cuanto a la identidad del otro, existe bastante divergencia entre Enoc y Moisés, pero se puede ser dogmático en cuanto a la identidad de ninguno de los dos testigos. De manera que, amable oyente, mucho de lo que Usted ha afirmado es correcto, pero no todo. Que el Señor le ilumine para aclarar cualquier duda.
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