Desde Cuzco, Perú nos escribe un amable oyente para hacernos la siguiente consulta: La gente habla de que los espíritus de las personas que han muerto vagan por el mundo. ¿Es verdad?

Aprecio mucho su consulta, amable oyente. Como Usted bien lo ha dicho, la gente habla mucho de los espíritus de las personas que han muerto. Dicen que una vez que una persona muere, su espíritu comienza a caminar por todos los lugares donde esa persona ha estado en vida. El espíritu del muerto está recogiendo los pasos. Dicen también que si la persona no tuvo oportunidad de pedir perdón a las personas que hizo mal mientras estaba en vida, al morir, su espíritu está condenado a vagar asustando a la gente. Dicen que si el marido ha sido infiel, al morirse la esposa, su espíritu vendrá por la noche a tirar los pies de su esposo mientras él duerme. Son sólo pocos ejemplos de lo que mucha gente cree a pie juntillas sobre los espíritus de las personas que han muerto. Pero gracias a Dios que los que creemos en él y tenemos al Señor Jesucristo como nuestro Salvador, no tenemos por qué pensar como mucha gente, sino que podemos remitirnos a lo que dice la infalible palabra de Dios. Así que, permítame leer una historia relatada por el Señor Jesucristo en cuanto a dos personas que murieron y lo que pasó con sus almas y espíritus una vez muertos. Se encuentra en Lucas 16:19-31. La Biblia dice: Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.
Luk 16:20 Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas,
Luk 16:21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
Luk 16:22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.
Luk 16:23 Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
Luk 16:24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
Luk 16:25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
Luk 16:26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
Luk 16:27 Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre,
Luk 16:28 porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.
Luk 16:29 Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.
Luk 16:30 El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.
Luk 16:31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.
Aquí tenemos a dos personas con dos estilos de vida muy diferentes. El uno era muy pobre y enfermo, pero a pesar de su desdicha, había arreglado su problema de pecado con Dios. El otro era muy rico y jamás pensó en su condición espiritual sino solamente en su riqueza. Ambos murieron físicamente, e instantáneamente ambos se encontraron en dos lugares diferentes. El que halló perdón de su pecado, cuyo nombre era Lázaro, se encontró en un lugar de dicha y bendición llamado el Seno de Abraham, mientras que el que jamás buscó perdón de su pecado, se encontró en un lugar de tormento en fuego. Los dos estaban plenamente conscientes de su situación. El rico, inclusive sabía de lo bien que estaba Lázaro, y pidió a Abraham que tenga misericordia, y que envíe a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque su lengua, porque estaba atormentado en esa llama. Abraham no aceptó el pedido del rico y además dijo que existe una gran sima, con s no c, lo cual significa un abismo grande y muy profundo, entre el lugar donde estaba Lázaro y el lugar donde estaba el rico, de manera que es imposible que alguien pase de un lado a otro. El rico sin embargo siguió haciendo pedidos. Esta vez pidió a Abraham que envíe a Lázaro a la casa del rico porque tenía cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vayan a ese lugar de tormento donde ya estaba el rico. Nuevamente la respuesta de Abraham fue negativa. Dijo que no hace falta que el alma y el espíritu de un muerto vengan de regreso a la tierra para relacionarse con el mundo de los vivos. Los que están vivos en este mundo tienen a su disposición la palabra de Dios para saber todo lo que tienen que hacer para ser salvos y evitar ir a ese lugar de tormento al morir. Esto, amable oyente, responde a su consulta. Es imposible que el alma y espíritu de una persona muerta venga a la tierra para relacionarse con el mundo de los vivos. Así que las almas y espíritus de las personas que mueren van bien sea a un lugar de bendición llamado cielo, o a un sitio de tormento en fuego llamado Hades. Todo depende de si recibieron o no, perdón de su pecado mientras estuvieron con vida en el mundo. Es imposible pasar de un lugar a otro o volver al mundo de los vivos. Pero tal vez alguien dirá: Si es así, entonces ¿qué es lo que yo vi u oí, o sentí, después que murió tal o cual persona? ¿O lo que siento ahora, a pesar que ya han pasado años desde que murió tal o cual persona? Pues, sabemos que no puede ser el alma o el espíritu de la persona que murió, de manera que puede tratarse de la imaginación de la persona que experimenta estas cosas o el resultado de la presencia de espíritus malignos o demonios o del mismo Satanás.

La segunda consulta para el programa de hoy nos llega desde algún sitio en Ecuador. Dice así: Nunca debemos olvidar que la palabra de Dios es la espada del Espíritu y que ésta tiene dos agudos filos. Así como Satanás quiso engañar a Jesús por medio de ciertos versículos bíblicos, también hace lo mismo con los cristianos. Si no estamos dispuestos a usar todos los versículos bíblicos en armonía seremos fácilmente engañados con falsas doctrinas. Por ejemplo, es verdad que si creemos en el Hijo tenemos vida eterna y que nada puede separarnos del amor de Dios, pero también es verdad que para esto se cumpla debemos perseverar hasta el fin en el camino angosto, apartados de las obras de la carne. No podemos decir que sólo ciertos versículos son verdad y que otros son mentira. Todos son verdad y eso debemos enseñar a la gente. Si así no lo hacemos, somos perros mudos que no pueden ladrar y atalayas ciegos e ignorantes. Los verdaderos profetas nunca hablan endulzando sus palabras para engañar, sino todo el consejo de Dios, completo. Gloria a Jesús.

Bueno… No se trata de una consulta sino más bien de un comentario relacionado con nuestra convicción en cuanto a la seguridad de la salvación. Hasta donde yo entiendo, el amigo oyente que hace este comentario tiene la convicción que la salvación es por la fe en la persona y obra del Señor Jesucristo, porque afirma que si creemos en el Hijo tenemos vida eterna y que nada nos puede separar del amor de Dios. Con esto estoy plenamente de acuerdo, porque eso es lo que dice la Biblia. Juan 3:36 dice: El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
Romanos 8:35-39 dice que nadie nos puede separar del amor de Dios. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Rom 8:36 Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
Rom 8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Rom 8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
Rom 8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Con lo que no puedo estar de acuerdo es en cuanto a eso de que para seguir siendo salvo debemos perseverar hasta el fin en el camino angosto, apartados del pecado. Al respecto, es un principio ampliamente aceptado en la interpretación bíblica el que la Biblia no se contradice en ninguna de sus partes. De esto se desprende que no es posible que en alguna parte la Biblia afirme que el hombre una vez salvo es para siempre salvo y que en otra parte la misma Biblia afirme que el hombre una vez salvo puede perder su salvación. En su caso, tal vez Usted tiene en mente el texto en Mateo 24:13 para afirmar que para ser salvo es necesario creer en el Hijo y recibirlo como Salvador, y además perseverar hasta el fin, o como Usted dice: Perseverar en el camino angosto, apartados de las obras de la carne. Pues, con mucho amor y respeto debo decirle que Usted está sacando un texto de su contexto para hacerle decir lo que no está diciendo. Permítame leer Mateo 24:13. Dice así: Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
El contexto de este versículo está hablando de los horrores de la primera mitad de la tribulación, una vez que la iglesia ya haya sido sacada de la tierra. Lo que está diciendo el texto es que aquellos que durante la tribulación perseveren hasta el fin de la tribulación en medio de la terrible persecución, serán librados de sus aflicciones por Cristo cuando venga por segunda vez a la tierra. Ellos son los que entrarán al reino milenial de Cristo como sus súbditos. La salvación no es por obras sino por la fe en la persona y obra de Cristo en la cruz. Igualmente, la seguridad de la salvación no es por obras, sino por la fe en la persona y obra de Cristo en la cruz. La Biblia guarda una maravillosa armonía en todas sus partes. No puede contradecirse bajo ninguna circunstancia. Eso es lo que anunciamos, de modo que aquello de perros mudos, que no ladran, atalayas ciegos e ignorantes y falsos profetas que engañan no nos afecta en lo más mínimo.

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