La consulta de hoy nos ha sido hecha por un amigo oyente de Ciudad de Guatemala, República de Guatemala. Dice así: ¿Es Cristo el arcángel Miguel? Pregunto esto porque tengo una Biblia de estudio, versión Reina Valera, revisión 1909, en la cual, en las notas correspondientes a Daniel 10:21, dice que Cristo es el arcángel Miguel. También escuché lo mismo en una predicación.
El nombre Miguel, amigo oyente, en el idioma Hebreo significa ¿Quién como Dios? Tanto en la tradición judía como en la cristiana se considera a Miguel como el más noble o el de mayor rango entre los ángeles. En el Antiguo Testamento, aparece este nombre en Daniel 10:13 donde dice que es uno de los principales príncipes. Luego aparece en Daniel 10:21 donde dice que es vuestro príncipe. En Daniel 12:1 se le describe como el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo. Las tres únicas veces que aparece el nombre Miguel en el Antiguo Testamento es en el libro de Daniel. Es necesario recurrir al testimonio del Nuevo Testamento para establecer definitivamente que Miguel es un ángel de alto rango o arcángel. Así es como lo tenemos en Judas 9 donde dice: “Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.” Por lo que dice este texto, queda fuera de toda duda que Miguel es un arcángel, o un ángel de orden superior. Miguel también aparece en Apocalipsis 12:7 donde se lo ve al mando de los ángeles quienes están luchando contra Satanás y sus demonios. Basándonos en esta evidencia es absolutamente verídico afirmar que la naturaleza de Miguel es angélica. Por lo que dice la Biblia, los ángeles son seres espirituales, creados por Dios para servicio. En realidad, la palabra ángel significa un mensajero. Dejando bien sentado que Miguel es un ángel, veamos que dice las Escrituras sobre los ángeles y Cristo. Hebreos 1:4-8 dice: “hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos. Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo? Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios. Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego. Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino.” En este pasaje bíblico, el autor del libro de Hebreos está comparando a la persona de Cristo con la persona de los ángeles. Presenta tres razones para demostrar que Cristo es superior a los ángeles. Primero, porque Cristo tiene más excelente nombre que los ángeles. Los ángeles son siervos, pero Cristo es Hijo. El hijo de una casa es absolutamente superior al siervo de esa casa. Segundo, porque Cristo es adorado por los ángeles. Si los ángeles adoran a Cristo, como asevera las Escrituras, entonces Cristo tiene que ser Dios, porque lo único que podría estar por encima de los ángeles en cuanto a excelencia, es Dios. Tercero, por su naturaleza. Esto es concluyente; por tanto mirémoslo con mayor detenimiento. Hebreos 1:7 hablando de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego. Dios hace o crea a sus ángeles como espíritus. Dios crea a sus ángeles como llama de fuego. Pero veamos lo que dice Dios en cuanto a Cristo. Hebreos 1:8 dice: “Mas del Hijo dice: Tu trono ¿Qué? Oh Dios, por el siglo del siglo…” Dios creó a los ángeles, pero de Cristo dice: Tu trono, oh Dios por el siglo del siglo. El mismo Padre está diciendo que el Hijo, Cristo, es Dios. Hemos visto entonces que Cristo es superior a los ángeles por su nombre, por la adoración que recibe de los ángeles y por la naturaleza divina que posee. ¿A qué nos lleva todo esto? Pues a concluir con fundamento bíblico que el arcángel Miguel, por más encumbrado que sea, sigue siendo un ángel, y no puede jamás ser Cristo. El arcángel Miguel fue creado por Dios como siervo. En cambio Cristo nunca fue creado porque el Padre le llama Dios y le dice que su trono es por el siglo del siglo, otra manera de decir: eterno. De manera que, amigo oyente, no se deje engañar, los hombres podrán afirmar que Cristo es el arcángel Miguel, no importa si es en alguna nota de estudio de alguna Biblia, o en la predicación de alguna persona, pero lo importante no es lo que dicen las notas de estudio o los predicadores en sus mensajes, sino lo que dice Dios en su palabra y allí se ve claramente que Cristo es Dios, no un ser creado como los ángeles.
¿Y qué significa la primera parte de Hebreos 1:4 donde dice que Cristo es hecho tanto superior a los ángeles? Parecería que está diciendo que Cristo fue creado.
Buena pregunta. La palabra hecho en este versículo es la traducción de un verbo griego que significa “llegar a ser”. Como sabemos, la segunda persona de la trinidad, tomó forma humana en la encarnación y como hombre, llegó a ser “un poco menor que los ángeles” según Hebreos 2:7. Pero por su sumisión hasta la muerte, fue exaltado y llegó a ser tanto superior a los ángeles, según Hebreos 1:4. Si se pretendiera indicar que Cristo fue creado, se hubiera usado otro verbo griego, justamente el que se usa en Hebreos 1:7 cuando se dice que Dios hace a sus ángeles espíritus. En este caso, el verbo hacer significa crear. Lo que dice esta frase es que Dios creó a sus ángeles espíritus. Cristo ha sido, es y será Dios. Se humilló a sí mismo tomando forma de hombre, pero después fue exaltado sobre todo y sobre todos.
Otra inquietud. Hebreos 1:6 dice que Cristo es el primogénito. ¿No significa esto que Cristo es la primera creación de Dios?
No. De ninguna manera. Primogénito se debe entender en el sentido de título de soberanía. El primogénito no siempre indica el primer nacido, puede también indicar el de mayor jerarquía. Por ejemplo. Isaac tuvo dos hijos, primero nació Esaú y después Jacob, aunque eran gemelos. Si primogénito se refiriera al primer nacido, Esaú sería el primogénito, pero todos sabemos que no es así. Esaú vendió su primogenitura a Jacob y éste, aún cuando nació segundo, llegó a ser el primogénito. Igual sucede con Cristo, cuando se habla de él como primogénito, se está dando a entender que él es soberano, o el que domina, o el supremo. Jesucristo como Dios y como hombre es soberano y prueba de ello es lo que dice Hebreos 1:3 donde leemos: “el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.” Vemos a Cristo exaltado a lo más alto, a la diestra de la Majestad o a la diestra de Dios, un lugar de autoridad y honor que sólo alguien como Dios podría ocupar. De manera que la Biblia es muy enfática al enseñar que Cristo es Dios, confrontando la burda herejía de que él es un ser creado o el arcángel Miguel.
La segunda consulta de hoy nos ha sido hecha por un amigo oyente de Quito, Ecuador dice así: Por favor explíqueme el significado de Ezequiel 18:2.
DL Con mucho gusto. Vamos a dar lectura al texto que se encuentra en Ezequiel 18:2. Dice así: “¿Qué pensáis vosotros, los que usáis este refrán sobre la tierra de Israel, que dice: Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera? Antes de proseguir, permítame indicar el significado de la palabra dentera, que aparece en este texto. Según el diccionario, esta palabra significa la sensación desagradable que se experimenta en los dientes y encías al comer sustancias agrias, oír ciertos ruidos desapacibles, tocas determinados cuerpos y aun con sólo el recuerdo de estas cosas. Bueno, en la época de Ezequiel, estaba circulando entre los judíos tanto en Jerusalén como en Babilonia, el refrán que consta en el texto leído: Los padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera. Con este refrán, los judíos querían dar a entender que Dios estaba castigando a los hijos por los pecados que habían cometido sus padres. Los astutos judíos se estaban dando de inocentes y diciendo: Pobres de nosotros, somos tan santos y sin embargo estamos sufriendo tanto. Todo es por culpa de nuestros antepasados que ofendieron tanto a Dios. No estaban dispuestos a reconocer su propio pecado. Dios por medio del profeta Ezequiel está corrigiendo esta forma equivocada de pensar. Creer que el sufrimiento de los hijos es pura consecuencia del pecado de sus padres, sería como pensar que es posible que una persona coma una uva agria y otra persona que está al lado sienta esa fea sensación en los dientes y las encías, la dentera. Algo inadmisible. Dios por medio de Ezequiel está poniendo muy en claro que cada persona es responsable por sus actos y recibe castigo o recompensa por esos actos, sin perjuicio de que las consecuencias del pecado de unos puede afectar a otros. Esto lo sabemos por lo que sigue diciendo el pasaje bíblico en Ezequiel 18:3-5 y la última parte del versículo 9, donde dice: “Vivo yo, dice Jehová el Señor, que nunca más tendréis por qué usar este refrán en Israel. He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá. Y el hombre que fuere justo, e hiciere según el derecho y la justicia, éste es justo; éste vivirá, dice Jehová el Señor.” Dios dice entonces que su juicio vendrá sobre el que peca y la vida vendrá sobre el que es justo.
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