Es motivo de gran gozo mi amiga, mi amigo, contar con su sintonía a este su programa Consultorio Bíblico. En instantes más estará junto a nosotros David Logacho para dar respuesta a algunas consultas que nos han hecho llegar nuestros oyentes. Gracias sinceras por su apoyo a ese ministerio, mediante sus oraciones, sus ofrendas y sus consultas para este programa. Este mes está de oferta un material indispensable para realizar un trabajo de discipulado con nuevos creyentes. Es el librito titulado Diez Primeros Pasos para el Nuevo Creyente, escrito por el Dr. Woodrow Kroll. El discipulado tiene que ver básicamente con ayudar a crecer espiritualmente a una persona tierna en la fe. El material que estamos ofreciendo gratuitamente muestra lo que un nuevo creyente necesita incorporar como hábito en su vida. Solicite este libro mediante una carta a la siguiente dirección postal: La Biblia Dice… casilla 1701-3715 Quito, Ecuador. Para pedidos por teléfono o fax, marque cualquiera de estos números: 475563, 475564 o 472292 todos en Quito, Ecuador. Para pedidos por Internet, visite nuestro web site en la siguiente dirección:  HYPERLINK «http://www.labibliadice.org» www.labibliadice.org Al hacer su pedido, indique su nombre, su dirección postal y el nombre de la emisora por la cual escucha este programa.

Abrimos el consultorio bíblico con una pregunta de un amigo oyente quien se ha comunicado con nosotros por Internet y dice así: Jeremías 42:17 dice que todos los que vayan a morar en Egipto morirán a espada, de hambre y de pestilencia. Pero Jeremías 44:28 dice que unos pocos escaparán de la tierra de Egipto a la tierra de Judá. ¿No le parece una contradicción?

No, amigo oyente, no me parece una contradicción porque la Biblia no tiene contradicciones en absoluto. Permítame explicarlo de esta manera. Para ello leamos Jeremías 42:17 donde dice: “Todos los hombres que volvieren sus rostros para entrar en Egipto para morar allí, morirán a espada, de hambre y de pestilencia; no habrá de ellos quien quede vivo, ni quien escape delante del mal que traeré yo sobre ellos.” Johanán y sus temerosos colegas, vinieron a Jeremías y le pidieron que consulte a Dios sobre lo que debían hacer ellos y el pueblo que había quedado en Judá, una vez que los Babilonios habían tomado Jerusalén. Jeremías accedió al pedido y Johanán y los suyos se comprometieron a obedecer cualquier cosa que Dios revele por medio de Jeremías. Diez días más tarde vino la respuesta de Jehová. Jeremías 42:10 dice: “Si os quedareis quietos en esta tierra, os edificaré, y no os destruiré; os plantaré, y no os arrancaré; porque estoy arrepentido del mal que os he hecho.” Esta era la voluntad de Dios para Johanán y su pueblo. Jehová fue mucho más específico advirtiendo a su pueblo en contra de buscar protección en Egipto. Note lo que dice Jeremías 42: 15-16 “ahora por eso, oíd la palabra de Jehová, remanente de Judá: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Si vosotros volviereis vuestros rostros para entrar en Egipto, y entrareis para morar allá, sucederá que la espada que teméis os alcanzará allí en la tierra de Egipto, y el hambre de que tenéis temor, allá en Egipto os perseguirá; y allí moriréis.” Cuando el pueblo oyó la palabra de Dios por medio de Jeremías, dijeron: Mentira dices; no te ha enviado Jehová nuestro Dios para decir: No vayáis a Egipto para morar allí. Fue así como Johanán y todo el pueblo entraron en la tierra de Egipto, porque no obedecieron a la voz de Jehová. Muchos creyentes hacen exactamente lo mismo. Al buscar la dirección de Dios para sus vidas, piden consejo a sus padres, a pastores, a maestros de escuela dominical, pero de antemano, ya han decidido hacer su propia voluntad. Estando en Egipto, el pueblo de Judá se entregó totalmente a la idolatría. Esto era lo que Jehová quiso evitar cuando dijo que no huyeran a Egipto. Era inevitable por tanto el castigo de Jehová. Note lo que dice Jeremías 44:27 “He aquí que yo velo sobre ellos para mal, y no para bien; y todos los hombres de Judá que están en tierra de Egipto serán consumidos a espada y de hambre, hasta que perezcan del todo.” Esta es una confirmación de lo que Jeremías ya había profetizado antes que el pueblo de Judá vaya a Egipto. Pero en este caso se añade algo más, lo cual aparece en el texto citado por Usted. Ponga atención. Jeremías 44:28 dice: “Y los que escapen de espada volverán de la tierra de Egipto a la tierra de Judá, pocos hombres; sabrá, pues, todo el resto de Judá que ha entrado en Egipto a morar allí, la palabra de quien ha de permanecer: si la mía o la suya” Dios por medio de Jeremías ha anunciado que un pequeño remanente, oirá su palabra, atenderá la advertencia y saldrá de Egipto. Este pequeño grupo, este remanente escapará de la espada y regresará a la tierra de Judá. Allí, en Judá recibirán noticias que la gente de Judá que quedó en Egipto fue exterminada por Nabucodonosor rey de Babilonia. Este minúsculo grupo comprobará que Dios no estaba jugando cuando anunció que todos los que se queden en Egipto morirán a espada o de hambre o de pestilencia. De modo que, mi amigo, Dios dijo que todos los que busquen protección en Egipto van a morir a espada o de hambre o de enfermedad. A eso se refiere el primer texto de su consulta. El segundo texto de su consulta hace referencia a los que se arrepintieron de haber ido a Egipto y salieron de Egipto. Una vez que salieron ya no estaban bajo la condenación de la profecía de Dios por medio de Jeremías y fue por eso que preservaron la vida. De esto podemos aprender una linda lección práctica para nuestras vidas. Egipto es un símbolo del mundo. A veces el mundo se presenta tan seguro, tan hermoso, tan dispuesto a darnos la seguridad que buscamos. Pero recuerde que descender a Egipto es ponerse bajo la condenación de Dios. Buscar refugio en el mundo, o en el dinero, en las posesiones, en el poder, en la fama, en el placer, en la ciencia, en la política, en la cultura, en el arte, es equivalente a ponerse bajo la condenación de Dios. Lo que se necesita hacer es salir de Egipto para no ser condenados. Si Usted ha descendido a Egipto en búsqueda de seguridad, está a tiempo de regresar a Judá, la tierra de la promesa, donde encontrará perdón y vida abundante.

El amigo oyente que se ha comunicado con nosotros por Internet nos hace una segunda consulta en estos términos: En Jeremías 52:25 se dice que se tomó a siete de los consejeros íntimos del rey para matarlos. Pero en 2 Reyes 25:19 dice que se tomó solamente a cinco varones de los consejeros del rey para matarlos. ¿Por qué la discrepancia?

Leamos el pasaje bíblico que se encuentra en Jeremías 52: 24-27 donde dice: “Tomó también el capitán de la guardia a Seraías el principal sacerdote, a Sofonías el segundo sacerdote, y tres guardas del atrio. Y de la ciudad tomó a un oficial que era capitán de los hombres de guerra, a siete hombres de los consejeros íntimos del rey, que estaban en la ciudad, y al principal secretario de la milicia, que pasaba revista al pueblo de la tierra para la guerra, y sesenta hombres del pueblo que se hallaron dentro de la ciudad. Los tomó, pues, Nabuzaradán capitán de la guardia, y los llevó al rey de Babilonia en Ribla. Y el rey de Babilonia los hirió, y los mató en Ribla en tierra de Hamat. Así Judá fue transportado de su tierra.” Ahora leamos el pasaje bíblico que se encuentra en 2 Reyes 25:18-21 “Tomó entonces el capitán de la guardia al primer sacerdote Seraías, al segundo sacerdote Sofonías, y tres guardas de la vajilla; y de la ciudad tomó un oficial que tenía a su cargo los hombres de guerra, y cinco varones de los consejeros del rey, que estaban en la ciudad, el principal escriba del ejército, que llevaba registro de la gente del país, y sesenta varones del pueblo de la tierra, que estaban en la ciudad. Estos tomó Nabuzaradán, capitán de la guardia, y los llevó a Ribla al rey de Babilonia. Y el rey de Babilonia los hirió y mató en Ribla, en tierra de Hamat. Así fue llevado cautivo Judá de sobre su tierra.” Indudablemente ambos pasajes se refieren al mismo episodio. Difieren solo en una cosa, lo cual Usted amigo oyente, lo ha notado. En el primero dice que se trataba de siete consejeros del rey y en el segundo de cinco consejeros del rey. Bueno, según algunos se trata solamente de un error de los copistas ya sea en el pasaje de Jeremías o en el pasaje de 2 Reyes. Pero no necesariamente. Recuerde que Jeremías como profeta era uno de los consejeros del rey. También había un aliado de Jeremías, quien le salvó la vida sacándolo de un pozo, el cual un personaje importante en la casa del rey. Su nombre era Ebed-melec. Estos dos personajes, tanto Jeremías como Ebed-melec también debieron haber sido tomados prisioneros por Nabuzaradán, porque estaban en la ciudad de Jerusalén, pero los dos, posteriormente fueron dejados en libertad. Es decir que Nabuzaradán tomó prisioneros a siete varones, pero solamente cinco fueron decapitados. De esta manera se resuelve la aparente discrepancia.

 

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