Reciba cordiales saludos amigo oyente, y la bienvenida a este Consultorio Bíblico. Gracias a los amigos oyentes que por diversos medios se han comunicado con nosotros para hacer sus consultas. Si Usted tiene alguna inquietud sobre algo que leyó en la Biblia y no lo entendió o a lo mejor sí lo entendió, pero no sabe cómo aplicarlo a la vida, no dude en hacernos llegar su consulta. Para nosotros será un placer responder sus preguntas. Y no olvide que este mes está de oferta gratuita el calendario de La Biblia Dice… para el año 2001. Solicítelo inmediatamente para que lo tenga listo antes que termine este año. Haga su pedido por correo mediante una carta a la siguiente dirección postal: La Biblia Dice… casilla 1701-3715 Quito, Ecuador. En su carta incluya en letra muy clara, su nombre completo, su dirección postal y el nombre de la emisora por la cual Usted escucha este programa. Si prefiere hacer su pedido por fax o por teléfono, marque cualquiera de estos tres números: 475563, 475564 o 472292 todos en Quito, Ecuador. Para solicitar el calendario por medio de Internet, es necesario que visite nuestro web site en la siguiente dirección:  HYPERLINK «http://www.labibliadice.org» www.labibliadice.org Allí encontrará las instrucciones necesarias para hacer su pedido.

La primera consulta de hoy es de un amigo oyente que se ha comunicado con nosotros a través de Internet. Dice así: Según Isaías 54:7 Jehová abandonó a Israel aunque sea por un breve momento. Pero según Deuteronomio 4:31 Jehová dijo que nunca dejará ni destruirá ni se olvidará de Israel. También en 1 Samuel 12:22 Jehová dijo que no desamparará a su pueblo. ¿Me puede explicar esta contradicción?

Con mucho gusto mi amigo. Luego de la explicación, Usted notará que no existe contradicción alguna, por cuanto el autor divino de la Biblia es Dios y él no puede mentir ni contradecirse. Vayamos primeramente al texto citado por Usted y que se encuentra en Deuteronomio 4:31 donde leemos: “porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres.” Este texto, mi amigo no está diciendo que Dios nunca jamás va a abandonar a Israel, como Usted lo ha interpretado, porque ha habido ocasiones cuando Dios ha abandonado a su pueblo, pero como bien dice el profeta Isaías, siempre ha sido por un breve tiempo Isaías 54:7, otra cita mencionada por Usted dice textualmente: “Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias.”. ¿Qué es entonces lo que está diciendo el texto en Deuteronomio 4:31? Para entenderlo es necesario tomar en cuenta su contexto y para ellos quisiera que me acompañe en la lectura de los versículos 23 a 31 del mismo capítulo. Dice así: “Guardaos, no os olvidéis del pacto de Jehová vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y no os hagáis escultura o imagen de ninguna cosa que Jehová tu Dios te ha prohibido. Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso. Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis envejecido en la tierra, si os corrompiereis e hiciereis escultura o imagen de cualquier cosa, e hiciereis lo malo ante los ojos de Jehová vuestro Dios, para enojarlo; yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que pronto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para tomar posesión de ellas; no estaréis en ella largos días sin que seáis destruidos. Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará Jehová. Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen. Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma. Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz; porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres.” Lo que Dios está haciendo básicamente es advirtiendo a su pueblo. Si el pueblo se desviaba a la idolatría, Dios les iba a disciplinar de una manera drástica. Pero aún en esas condiciones, Dios tendría misericordia de su pueblo, al punto que si su pueblo se arrepentía de la idolatría y de corazón se volvía a Dios, Dios les mostrará su misericordia por medio de no dejarlos ni destruirlos ni olvidarse del pacto que juró a los antepasados del pueblo. Pues bien, a causa de la idolatría y muchos otros males, Dios cumplió su palabra con su pueblo. Es así como el pueblo de Dios fue dispersado entre los Asirios, los Babilonios, los Medo Persas, los Griegos, los Romanos y aún hoy en día, muchos descendientes de Abraham están dispersos entre las naciones del mundo. Pero llegará un momento cuando terminará esa dispersión. Para entonces el pueblo de Israel habrá reconocido a Jesucristo como su Mesías, y su Rey. El pueblo habrá vuelto de corazón a Dios. A esto apunta el pasaje en Isaías 54. Note lo que nos dice los versículos 7 y 8; “Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias. Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor.” Dios abandonó por un breve momento a Israel y en ese breve momento Dios inclusive derramó algo de su ira contra Israel, pero una vez que Israel se lavó de su pecado y reconoció a Jesucristo como su Mesías y Rey, entonces Dios le rodeó de misericordia y tuvo compasión de ella. Dios habrá cumplido así su palabra de no abandonar ni destruir ni olvidar a Israel.

La segunda consulta para el programa de hoy, nos ha sido enviada por el mismo amigo oyente que hizo la consulta anterior y dice así: Jeremías 3:12 dice que Jehová no hará caer su ira contra Israel. Miqueas 7:18 dice que Dios no retuvo para siempre su enojo contra Israel, Pero Jeremías 14:4 dice que Israel ha hecho encender el fuego de la ira de Dios, que arderá para siempre. ¿Cómo es esto?

Gracias por su consulta, mi amigo. Vamos a leer una a una las citas mencionadas por Usted para explicar su significado. Jeremías 3:12 dice: “Ve y clama estas palabras hacia el norte, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice Jehová, no guardaré para siempre el enojo.” Cuando Jeremías pronunció estas palabras, las diez tribus del norte de Israel estaban bajo el dominio Asirio. Pero Dios no quería que esto sea el fin de estas diez tribus del norte, por eso, hace llegar un llamado al arrepentimiento por medio del profeta Jeremías. Vuélvete, oh rebelde Israel, le dice. No tengas temor de volver, porque yo no haré caer mi ira sobre ti, porque soy misericordioso, y no guardaré para siempre el enojo. Así es Dios. Cuando un corazón arrepentido se vuelve a él, Jehová se compromete a no derramar su ira sobre él y a olvidar la ofensa. Por eso dice el texto que Dios no guarda el enojo para siempre. Note amigo oyente, que este texto no está diciendo que Dios nunca se enoja contra el pecado o el pecador, más bien lo contrario, pero cuando el pecador se arrepiente Dios está dispuesto a perdonar y a no seguir más enojado. Ahora leamos Miqueas 7:18 donde dice: “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia.” Este versículo es parte de las bendiciones que esperan a Israel una vez que reconozca al Señor Jesucristo como su Mesías y Rey. Entre las muchas bendiciones está el perdón. Solo un Dios como Jehová podrá perdonar el grave pecado de Israel. De esta manera Jehová habrá demostrado que su enojo no dura para siempre sino que se deleita en misericordia. Este texto tampoco afirma que Jehová nunca derramará su ira contra Israel. Finalmente leamos Jeremías  17:4 donde dice: “Y perderás la heredad que yo te di, y te haré servir a tus enemigos en tierra que no conociste; porque fuego habéis encendido en mi furor, que para siempre arderá.” Este versículo es parte de un pasaje en el cual Jeremías está profetizando la consecuencia del pecado de Judá, o las dos tribus del sur de Israel. Entre las muchas consecuencias tenemos ésta. Judá perderá la heredad que Dios le dio y será llevada en cautiverio a una tierra desconocida donde servirá a sus enemigos. Esto será el fuego de la ira de Dios derramado sobre Judá. Este fuego será tan intenso que parecerá que nunca se va a apagar. Sin embargo, no será el fin de Judá, porque como señalamos antes, cuando Judá y todo Israel en general, se arrepienta y reconozca a Jesucristo como el Mesías, Jehová perdonará su maldad y olvidará su pecado, porque su enojo no dura para siempre. La ira de Jehová dura para siempre contra el pecador que rehúsa ser perdonado por Dios, pero la ira de Jehová no dura para siempre contra el pecador que se arrepiente de su pecado y es perdonado por Dios. De modo que, mi amigo, no existe incongruencia en los textos por Usted citados.

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *