Por medio de Internet se ha comunicado con nosotros un amigo oyente para hacernos la siguiente consulta: ¿Puede Satanás el Diablo leer los pensamientos del ser humano?

Gracias por su consulta amable oyente. El punto de partida para responder esta consulta es el hecho que los ángeles en general, dentro de ellos Satanás, son seres espirituales creados por Dios. Hablando del poder creador de Cristo, Colosenses 1:16 dice: Porque en él fueron creadas todas las cosas,  las que hay en los cielos y las que hay en la tierra,  visibles e invisibles;  sean tronos,  sean dominios,  sean principados,  sean potestades;  todo fue creado por medio de él y para él.

Los ángeles en general están dentro de las cosas invisibles que fueron creadas por Dios. La Biblia muestra que en algún momento del pasado, uno de ellos, un ángel de elevado rango, se rebeló contra Dios. Como consecuencia, llegó a ser Satanás. Muchos ángeles se unieron a él en su rebelión contra Dios y constituyen lo que conocemos como demonios. Por ser seres creados, los ángeles en general tienen poderes y capacidades superiores a las humanas, pero limitadas. Por eso podemos decir que son poderosos, pero no todopoderosos. Solamente Dios es todopoderoso. Conocen muchas cosas, pero no son omniscientes. Solamente Dios es omnisciente. La omnisciencia es la capacidad de saber o conocer absolutamente todo, inclusive los más íntimos pensamientos en cualquier ser creado. Saber con precisión lo que una persona está pensando, es algo que solamente Dios por su omnisciencia puede hacer. La Biblia relata varios episodios en los cuales el Señor Jesucristo sabía con precisión absoluta lo que personas estaban pensando. Satanás y sus demonios, por no ser omniscientes no pueden conocer, o leer, como dice usted, el pensamiento de una persona. Para que Satanás y sus demonios sepan algo sobre una persona, esa persona tendría que pronunciar palabras o realizar actos. Las palabras y los actos comunicarán lo que esa persona tiene en su mente y esto puede ser conocido por Satanás y por sus demonios. Algunos creyentes acostumbrar orar en voz baja, o sin pronunciar palabras, porque tienen temor que Satanás, o sus demonios, oiga lo que están orando y tal vez haga algo para evitar que se cumpla aquello por lo que están orando. Pero este temor es infundado, si lo que pedimos a Dios en oración es para honrar y glorificar a Dios, no hay ningún problema con que Satanás y sus demonios lo oigan, porque sobre ellos está Dios y Satanás y sus demonios no tienen poder para impedir que Dios haga lo que Él ha decido hacer.

La siguiente consulta nos llega desde Caracas, Venezuela. Dice así: ¿Pecó Betsabé al tener relaciones sexuales con David? ¿Acaso podía negarse? ¿No se supone que era súbdita y estaba obligada a obedecerle, con lo cual quedaría automáticamente perdonada por Dios?

Gracias por su consulta. Tanto David, el rey de Israel, como Betsabé, la esposa de Urías, estaban bajo la ley de Moisés. El séptimo mandamiento del decálogo dice: No cometerás adulterio, según Éxodo 20:14. Así que, amable oyente, tanto David como Betsabé quebrantaron este mandamiento y por tanto son culpables delante de Dios. En el caso de David y Betsabé debió haber entrado en juego el principio conocido como la cadena de autoridad. Este principio simplemente dice que si alguien que está en autoridad sobre mí, me solicita hacer algo que va en contra de una autoridad superior, yo tengo la libertad de negarme a hacerlo y atenerme a las consecuencias de eso. En el Nuevo Testamento encontramos un caso en el cual se puso en acción este principio. El Señor Jesucristo había ordenado a sus discípulos predicar el evangelio. Mateo 28:19-20 dice: Por tanto,  id,  y haced discípulos a todas las naciones,  bautizándolos en el nombre del Padre,  y del Hijo,  y del Espíritu Santo;

Mat 28:20  enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado;  y he aquí yo estoy con vosotros todos los días,  hasta el fin del mundo.  Amén.

En cumplimiento de este mandato, los discípulos estaban dedicados a predicar el evangelio. Ponga atención a lo que sucedió a raíz de esto. Se encuentra en Hechos 5:17-29. La Biblia dice: Entonces levantándose el sumo sacerdote y todos los que estaban con él,  esto es,  la secta de los saduceos,  se llenaron de celos;

Act 5:18  y echaron mano a los apóstoles y los pusieron en la cárcel pública.

Act 5:19  Mas un ángel del Señor,  abriendo de noche las puertas de la cárcel y sacándolos,  dijo:

Act 5:20  Id,  y puestos en pie en el templo,  anunciad al pueblo todas las palabras de esta vida.

Act 5:21  Habiendo oído esto,  entraron de mañana en el templo,  y enseñaban.  Entre tanto,  vinieron el sumo sacerdote y los que estaban con él,  y convocaron al concilio y a todos los ancianos de los hijos de Israel,  y enviaron a la cárcel para que fuesen traídos.

Act 5:22  Pero cuando llegaron los alguaciles,  no los hallaron en la cárcel;  entonces volvieron y dieron aviso,

Act 5:23  diciendo:  Por cierto,  la cárcel hemos hallado cerrada con toda seguridad,  y los guardas afuera de pie ante las puertas;  mas cuando abrimos,  a nadie hallamos dentro.

Act 5:24  Cuando oyeron estas palabras el sumo sacerdote y el jefe de la guardia del templo y los principales sacerdotes,  dudaban en qué vendría a parar aquello.

Act 5:25  Pero viniendo uno,  les dio esta noticia:  He aquí,  los varones que pusisteis en la cárcel están en el templo,  y enseñan al pueblo.

Act 5:26  Entonces fue el jefe de la guardia con los alguaciles,  y los trajo sin violencia,  porque temían ser apedreados por el pueblo.

Act 5:27  Cuando los trajeron,  los presentaron en el concilio,  y el sumo sacerdote les preguntó,

Act 5:28  diciendo:  ¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre?  Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina,  y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre.

Act 5:29  Respondiendo Pedro y los apóstoles,  dijeron:  Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.

Cuando personas en autoridad pidieron a Pedro y los apóstoles que dejen de predicar el evangelio, Pedro y los apóstoles se ampararon en una autoridad superior, la autoridad de Cristo, quien les había ordenado predicar el evangelio, y en consecuencia siguieron predicando el evangelio, apoyándose en el principio de la cadena de autoridad, por el cual es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. Así que, cuando David envió a sus siervos a traer a Betsabé para acostarse con ella, ella debió haber dicho algo como lo siguiente: Con mucho respeto, mi señor el rey, yo no puedo acceder a tener relaciones sexuales con usted, porque en primer lugar, el séptimo mandamiento del decálogo dice que no debo adulterar, y en segundo lugar, yo soy una mujer casada con Urías, uno de los generales de su ejército. De modo que no voy a someterme a lo que usted quiere. Si Betsabé hubiera dicho algo así, no habría ofendido a Dios con el adulterio aunque con toda seguridad hubiera hecho enfurecer a David. Pero hasta donde se puede inferir, esto no sucedió sino que Betsabé accedió a esa relación ilícita quebrantando el séptimo mandamiento. En la Biblia no se detecta que David hubiera violado a Betsabé. Todo parece indicar que los dos estaban conscientes de lo que hacían y estaban de acuerdo en hacerlo. De modo que tanto David como Betsabé son culpables del pecado de adulterio y necesitaron ser perdonados por Dios una vez que reconocieron su pecado.

La tercera consulta de hoy nos llega desde Costa Rica y dice lo siguiente: Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, dice la Biblia en Éxodo 12:32 que Faraón les dijo “tomad también vuestras ovejas y vuestras vacas”. Puedo suponer que llevaron consigo otros tipos de animales: gallinas, bueyes, camellos. Pues bien. ¿Por qué el pueblo sólo comía maná? Y peor aún, ¿Por qué se irritaron contra el Señor porque no tenían carne que comer? ¿No se supone que salieron con gran cantidad de animales de Egipto, como para cuidarlos, administrarlos y de vez en cuando comer carne?

Efectivamente, amigo oyente, la Biblia registra dos hechos importantes con respecto a Israel, cuando salió de Egipto. Éxodo 12:37-38 dice: Partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot,  como seiscientos mil hombres de a pie,  sin contar los niños.

Exo 12:38  También subió con ellos grande multitud de toda clase de gentes,  y ovejas,  y muchísimo ganado.

Número uno. Si sólo los hombres de a pie eran como 600.000. Contando con mujeres y niños deben haber más que duplicado el número de bocas para alimentar. Además, los israelitas fueron acompañados de una grande multitud de toda clase de gentes, quienes no eran judíos. Esto significa más bocas para alimentar. Número dos, llevaron consigo ovejas y muchísimo ganado. Ya en el desierto, las ovejas y el muchísimo ganado no debe haber durado mucho. Para alimentar a más de un millón de personas se necesita de muchas provisiones. No importa cuantas ovejas y qué cantidad de ganado y tal vez otros animales hayan sacado de Egipto, todo esto se debe haber acabado muy pronto. Tanto es así a los quince días del segundo mes después que salieron de Egipto, la congregación toda ya se quejó amargamente de hambre. Esto hace suponer que para entonces ya deben haberse comido, las ovejas y el ganado y cualquier otro animal comestible que llevaron. En su misericordia, Dios respondió dándoles maná y codornices. Éxodo 16:12-15 dice: Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel;  háblales,  diciendo:  Al caer la tarde comeréis carne,  y por la mañana os saciaréis de pan,  y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios.

Exo 16:13  Y venida la tarde,  subieron codornices que cubrieron el campamento;  y por la mañana descendió rocío en derredor del campamento.

Exo 16:14  Y cuando el rocío cesó de descender,  he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda,  redonda,  menuda como una escarcha sobre la tierra.

Exo 16:15  Y viéndolo los hijos de Israel,  se dijeron unos a otros:  ¿Qué es esto?  porque no sabían qué era.  Entonces Moisés les dijo:  Es el pan que Jehová os da para comer.

Así que, estando en el desierto se acabó las ovejas y el ganado y todo animal comestible y por eso Dios tuvo que alimentarles con maná y codornices.

 

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