Desde Quito, Ecuador se ha comunicado con nosotros un amigo oyente para pedirnos una explicación de Génesis 4:3-8.

Gracias por su consulta amable oyente. Para incluir el contexto de este pasaje bíblico, permítame leer Génesis 4:1-8. La Biblia dice: Conoció Adán a su mujer Eva,  la cual concibió y dio a luz a Caín,  y dijo:  Por voluntad de Jehová he adquirido varón.

Gen 4:2  Después dio a luz a su hermano Abel.  Y Abel fue pastor de ovejas,  y Caín fue labrador de la tierra.

Gen 4:3  Y aconteció andando el tiempo,  que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.

Gen 4:4  Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas,  de lo más gordo de ellas.  Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;

Gen 4:5  pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya.  Y se ensañó Caín en gran manera,  y decayó su semblante.

Gen 4:6  Entonces Jehová dijo a Caín:  ¿Por qué te has ensañado,  y por qué ha decaído tu semblante?

Gen 4:7  Si bien hicieres,  ¿no serás enaltecido?  y si no hicieres bien,  el pecado está a la puerta;  con todo esto,  a ti será su deseo,  y tú te enseñorearás de él.

Gen 4:8  Y dijo Caín a su hermano Abel:  Salgamos al campo.  Y aconteció que estando ellos en el campo,  Caín se levantó contra su hermano Abel,  y lo mató.

Después de las funestas consecuencias de haber desobedecido a Dios, Adán y Eva fueron expulsados del huerto de Edén. Dice el texto que en estas condiciones, conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín. Cuando el texto dice que conoció Adán a su mujer, significa que Adán tuvo relaciones sexuales con su mujer Eva. Consecuencia de esto, Eva concibió. A su tiempo, Eva dio a luz un hijo varón, y le puso por nombre Caín, diciendo: Por la voluntad de Jehová he adquirido varón. El nombre Caín está relacionado con la idea de “he adquirido” tal vez en alusión a la esperanza que Adán y Eva tenían en cuanto a que Dios les enviaría un redentor quien sería simiente de la mujer. Claro que esta promesa no se cumplió con Caín sino con el Señor Jesucristo, miles de años más tarde. Después de un tiempo, no se sabe cuánto, Eva concibió nuevamente y dio a luz a otro hijo varón. El nombre que se le dio fue Abel, nombre que significa soplo o vanidad. La corta vida de Abel hizo realidad el significado de su nombre. El texto indica que Abel fue pastor de ovejas y Caín fue labrador de la tierra. No hay ningún problema con las ocupaciones que estos dos hermanos escogieron para afrontar las necesidades de la vida. Luego el texto dice: Y aconteció andando el tiempo. Esto implica que tanto Caín como Abel sabían, de alguna manera que la Biblia no revela, que Dios había ordenado que en cierto tiempo era necesario hacer ofrendas a Dios y que esas ofrendas consistían en el derramamiento de sangre de un animal, como víctima inocente quien muere en lugar del pecador culpable. Cuando llegó el tiempo de hacer las ofrendas, el texto dice que Caín trajo del fruto de la tierra, una ofrenda a Jehová. Por su lado Abel trajo también su ofrenda, la cual consistía en lo primogénito de las sus ovejas, esto significa la mejor oveja, de lo más gordo de ellas. De alguna manera que tampoco la Biblia revela, Dios dio su veredicto sobre estas dos ofrendas. Dice el texto que miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. La pregunta sería: ¿Por qué Dios miró con agrado a Abel y su ofrenda y no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya? Muchas razones se han sugerido, pero la más convincente es porque Abel se sujetó a lo que Dios había ordenado mientras que Caín hizo lo que a él le pareció lo mejor. En el fondo es cuestión de creer a Dios o no creer a Dios. Abel creyó a Dios y en consecuencia hizo lo que Dios pidió. Caín no creyó a Dios y en consecuencia no hizo lo que Dios pidió. La acción de Abel es figura de la salvación por gracia por medio de la fe. Somos salvos cuando recibimos por la fe en Cristo quien derramó su sangre en lugar de nosotros. La acción de Caín es figura de la salvación por medio de las obras. Todos los que piensan que pueden ser salvos por medio de sus buenas obras, cometen el mismo error de Caín y esto no agrada a Dios. El texto prosigue diciendo que en lugar de reconocer su pecado, Caín se ensañó en gran manera y decayó su semblante. Esto significa que lejos de arrepentirse de su pecado, Caín se llenó de rebeldía y odio contra Dios. A pesar de esto, Dios quería dar una oportunidad a Caín para que se arrepienta y con amor le dijo: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿No serás enaltecido? En otras palabras: Caín, reconoce tu error y haz lo que es correcto y tu ofrenda será aceptada. Dios le dijo además: Y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. Esto significa que si Caín persiste en desobedecer a Dios, el pecado aprovechará de esta rebeldía y lo atrapará para hacer con él lo que quiera. Caín estaba ante la disyuntiva. Reconocer su error y enmendarlo o persistir en su error y llegar a ser un esclavo de su propio pecado. Lamentablemente Caín escogió lo segundo. Por eso el texto prosigue diciendo que Caín engañó a su hermano Abel haciéndole una invitación a salir al campo. Mientras estaban en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. Note la manera como Caín quedó a merced de su pecado. Se enojó contra Dios. Se enojó contra su hermano quien no tenía nada que ver en el pecado que él cometió. Tuvo envidia de su hermano. Engañó a su hermano y terminó matando a su propio hermano cometiendo el primer asesinato en la historia de la humanidad. Así es el pecado. Cuando le abrimos la puerta aun cuando sea sólo un poquito, corremos el riesgo de hacer cosas peores, nos volvemos esclavos del pecado. El resto del pasaje bíblico muestra las consecuencias del grave pecado de Caín. Todo pecado tiene sus consecuencias.

La segunda consulta de nuestro amigo oyente de Quito, Ecuador, dice así: ¿A qué se refiere Judas 11 cuando habla del “camino de Caín”?

Gracias una vez más por su consulta. Permítame leer Judas 8-11. La Biblia dice: No obstante,  de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne,  rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores.

Jud 1:9  Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo,  disputando con él por el cuerpo de Moisés,  no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él,  sino que dijo:  El Señor te reprenda.

Jud 1:10  Pero éstos blasfeman de cuantas cosas no conocen;  y en las que por naturaleza conocen,  se corrompen como animales irracionales.

Jud 1:11  ¡Ay de ellos!  porque han seguido el camino de Caín,  y se lanzaron por lucro en el error de Balaam,  y perecieron en la contradicción de Coré.

Judas está hablando de los apóstatas. Un apóstata es un incrédulo quien por un tiempo aparenta ser creyente, pero en algún momento se manifiesta lo que es, y se vuelve en contra de todo lo que antes parecía apoyar. Judas nos presenta algunas características de estos apóstatas. Son soñadores. Afirman que Dios les habla por medio de sueños. Mancillan la carne, esto significa que no tienen ningún freno para satisfacer sus bajas pasiones. Rechazan la autoridad. Se revelan contra todo aquel que intente ejercer algún control sobre ellos. Blasfeman de las potestades superiores. No tienen reparo alguno para ofender a los ángeles, no importa si son buenos o malos. Judas cita el caso del arcángel Miguel, quien siendo un ángel de orden superior, sin embargo, cuando contendía con el ángel caído, llamado Satanás o diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que le dijo: El Señor te reprenda. Algo que deberían tomar muy en cuenta los que hoy en día hacen lo mismo con Satanás o sus demonios. John MacArthur aconseja que los creyentes no deben dirigir la palabra a Satanás y sus demonios, sino sólo buscar al Señor y encomendarse a Él para que intervenga con su poder infinito en contra de ellos. Los apóstatas se jactan de blasfemar de cuantas cosas no conocen, y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales. Por su carácter y por sus acciones, Judas prosigue mencionando lo que espera a los apóstatas. ¡Ay de ellos! Dice. Una expresión para decir: ¡Pobres de ellos! La razón es porque han seguido el camino de Caín. El camino de Caín significa seguir el ejemplo de Caín. ¿Qué es lo que hizo Caín? Pues en Génesis 4: 1-12 vemos que Caín rechazó abiertamente la voluntad de Dios de ofrecer una víctima inocente para que derrame su sangre en lugar del pecador. Los apóstatas también rechazan la voluntad de Dios de confiar en la obra del Señor Jesucristo, quien derramó su sangre en la cruz del Calvario en lugar del pecador. Los apóstatas como Caín confían en sus buenas obras para ser aceptados por Dios. Además los apóstatas se lanzaron por lucro en el error de Balaam. El error de Balaam fue poner a disposición del mejor postor su oficio como profeta para obtener ganancias deshonestas. También los apóstatas perecieron en la contradicción de Coré. Esto es que terminan como los hijos de Coré quienes perecieron por sublevarse contra la autoridad.

 

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