A través de Internet se ha comunicado con nosotros un amable oyente para hacernos la siguiente consulta. Según el texto masorético, Éxodo 12:40-41 dice que los hebreos vivieron en Egipto durante 430 años. Pero cuando leemos ese mismo pasaje en la Septuaginta así como en el Pentateuco Samaritano, observamos que ambos documentos dicen que los hebreos vivieron 430 años en Canaán y en Egipto, no sólo en Egipto, como afirma erróneamente el texto masorético. Por esa razón, Pablo sitúa esos 430 años entre la llegada de Abram a Canaán en Génesis 12 hasta la promulgación de la Ley con Moisés en Éxodo 20. Lo dice muy claro en Gálatas 3:17. Así que Pablo está de acuerdo con la Septuaginta y con el Pentateuco Samaritano y en total desacuerdo con el texto masorético, del cual se ha valido Reina y Valera para su traducción de la Biblia en idioma Español. ¿Cómo se puede explicar esto?

Gracias por su consulta amable oyente. Antes de formular una explicación de este asunto, es necesario tomar en cuenta lo siguiente. El idioma original en el cual se escribió el Antiguo Testamento es el Hebreo, excepto por una pequeña porción del libro de Daniel que fue escrito en idioma Arameo. El idioma original en el cual se escribió el Nuevo Testamento es el Griego. El último libro del Antiguo Testamento, el libro de Malaquías, fue escrito entre el año 445 a 433 AC. El último libro del Nuevo Testamento fue escrito en la década del 90 DC. Ahora bien, la imprenta, que permite reproducir texto escrito, no fue inventada sino en el siglo 15 DC, esto significa cerca de 2000 años después de que se escribió el último libro del Antiguo Testamento y como 1400 años después de que se escribió el último libro del Nuevo Testamento. ¿A qué apunta todo esto? Pues a reconocer que hubo un período de entre 1400 a 2000 años, en el cual los textos bíblicos, tuvieron que copiarse a mano, con la probabilidad de la introducción de errores menores de copiado, en la enorme cantidad de copias que debieron haberse realizado durante todo este tiempo. Esto explica la existencia de variaciones menores entre los diferentes textos disponibles que fueron utilizados por los diferentes traductores de la Biblia a los diferentes idiomas del mundo. Así que, con lo que se dispone en la actualidad y lo que se sabe en la actualidad, no es de ninguna manera posible decir: Esta copia del texto original es la perfecta y todas las demás que no estén de acuerdo con ella son copias erradas. Con todo el respeto y la consideración que Usted amable oyente merece, me temo que eso es lo que ha hecho usted al decir: El texto masorético que usó Reina y Valera para la traducción del Antiguo Testamento es un texto con errores y por eso el trabajo de traducción de ellos contiene errores. No se puede afirmar esto de ninguna manera. Con esto en mente, vayamos a lo que dice Éxodo 12:40-41 en la traducción Reina Valera revisión 1960. La Biblia dice: El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto fue cuatrocientos treinta años.  Y pasados los cuatrocientos treinta años,  en el mismo día todas las huestes de Jehová salieron de la tierra de Egipto.

Usted ha comparado este texto con la Septuaginta, la cual es una traducción del Antiguo Testamento del Hebreo al Griego, realizada por orden del Rey Tolomeo II Filadelfo para su biblioteca en Alejandría, por el año 250 AC, y ha encontrado que en esta traducción dice que los hijos de Israel habitaron en Egipto y Canaán, no sólo en Egipto, por 430 años. Efectivamente es así. También ha comparado este texto con el Pentateuco Samaritano, el cual es una variante del texto Hebreo que contiene los cinco libros de Moisés el cual era usado por las comunidades samaritanas, y también allí ha encontrado que los hijos de Israel habitaron en Egipto y Canaán los 430 años. Efectivamente es así. Luego ha cotejado el texto con lo que dice el apóstol Pablo en Gálatas 3:17 donde tenemos lo siguiente: Esto,  pues,  digo:  El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo,  la ley que vino cuatrocientos treinta años después,  no lo abroga,  para invalidar la promesa.

Con toda esta información usted ha llegado a la conclusión que el texto masorético que usó Reyna y Valera para su traducción del Antiguo Testamento está en error, porque según usted, los 430 años se debe contar desde la promesa de Dios a Abram en Génesis 12 hasta la promulgación de la Ley con Moisés en Éxodo 20. Pero no es así amable oyente. La Ley fue dada por Dios por medio de Moisés el año 1445 AC, la promesa de Dios a Abram en Génesis 12 fue dada el año 2090 AC, es decir hubo un intervalo de 645 años. Sin embargo, la última ratificación del pacto de Dios a Abraham que se registra en el Antiguo Testamento, aparece en Génesis 46:2-4. Para entonces Abraham ya había muerto, pero el pacto fue ratificado a su nieto Jacob. La Biblia dice: Y habló Dios a Israel en visiones de noche,  y dijo:  Jacob,  Jacob.  Y él respondió:  Heme aquí.  Y dijo:  Yo soy Dios,  el Dios de tu padre;  no temas de descender a Egipto,  porque allí yo haré de ti una gran nación.  Yo descenderé contigo a Egipto,  y yo también te haré volver;  y la mano de José cerrará tus ojos.

Esto aconteció el año 1875 AC, y transcurrieron exactamente 430 años, como afirma Pablo en Gálatas, hasta la promulgación de la Ley con Moisés, lo cual sucedió, como ya se dijo, el año 1445 AC. Así que, caben dos posibles explicaciones. La primera, que el texto masorético que usó Reina y Valera para su traducción del Antiguo Testamento efectivamente tenía una variación en Éxodo 12:40-41 y debía incluir Canaán además de Egipto, dentro de ese período de 430 años, y la segunda, que el texto masorético está correcto, y que Moisés omitió la palabra Canaán, simplemente porque la mayor parte de esos 430 años el pueblo de Israel pasó en Egipto. Nada más y nada menos que 400 años, conforme a lo que Dios anunció de antemano a Abram. Leo en Génesis 15:13. La Biblia dice: Entonces Jehová dijo a Abram:  Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena,  y será esclava allí,  y será oprimida cuatrocientos años.

En conclusión entonces, el hecho que Reina y Valera hayan usado el texto masorético para traducir el Antiguo Testamento en Español, no atenta en absoluto contra la confiabilidad de esta traducción. Como un apéndice, mucho hemos hablado del texto masorético. ¿Qué es esto? Pues, en el primer siglo de la era cristiana existía el A.T. hebreo compuesto de 39 libros. El A.T. en griego se componía de 54 libros (a los 39 habían agregado 15 libros apócrifos). Y los samaritanos tenían un Pentateuco que no coincidía con el de Jerusalén. Tal situación preocupó a los escribas piadosos y respetuosos de las Sagradas Escrituras, y decidieron tomar medidas para la preservación del texto original del A.T. y acordaron adoptar un texto, un manuscrito, fijo, normativo y autorizado de los libros del A.T.

Aquel manuscrito de todo el A.T. vino a llamarse TEXTO MASORÉTICO. Y los defensores o preservadores de aquel manuscrito vinieron a llamársele masoretas. Los masoretas asumieron la responsabilidad de sacar copias de las Sagradas Escrituras del A.T. y para evitar errores, contaron las palabras de cada libro, y después de copiar un libro, contaban las palabras de la copia, para estar seguros de que no habían omitido ni añadido palabra a la copia. Hasta el día de hoy, el Texto Masorético se reconoce como el más fidedigno y digno de confianza de todos los manuscritos que existen del A.T.

Debemos agradecerle a los masoretas su piadoso celo por la preservación y pureza del texto original del A.T. Casiodoro de Reina tradujo los libros del A.T. del Texto Masorético, la cual es la fuente más confiable que existe hasta el día de hoy.

En la primavera del 1948 se descubrió un tesoro de incalculable valor con relación a la Biblia. A doce kilómetros al Sur de Jericó, en la costa oeste del Mar Muerto, un pastor de cabras encontró en una cueva una serie de rollos manuscritos de casi todos los libros del A.T. En total se encontraron, en varias cuevas, 330 manuscritos. Cuarenta en lengua aramea. Unos cuantos en idioma griego y los restantes en hebreo. La mayor parte fueron escritos en piel (pergamino), y los otros en papiro. Se encontraron allí:

14 copias del libro de Deuteronomio.

12 copias del libro de Isaías.

10 copias del libro de los Salmos.

8 copias del libro de Éxodo

7 copias de los Profetas Menores (que los hebreos agrupaban en un libro)

6 copias del libro de Génesis.

3 copias del libro de Samuel.

3 copias del libro de Jeremías.

3 copias del libro de Daniel.

De los demás libros del A.T. se encontraron una o dos copias. Se acepta que los mencionados manuscritos fueron colocados en los jarrones donde aparecieron alrededor del 150 A.C.. Así que tienen más de dos mil años. Una de las copias del libro de Isaías se encontró intacta o completa. Otros manuscritos se encuentran bastante deteriorados. Este descubrimiento ha puesto de manifiesto la fidelidad del Texto Masorético, así como la versión Reina-Valera y los milenarios manuscritos encontrados en las cuevas de Qumrán verifican esta verdad, y esto imparte un alto grado de confiabilidad a nuestra versión Reina-Valera.

Y en cuanto al N.T., Casiodoro de Reina lo tradujo de un manuscrito conocido como «Texto Receptus,» llamado también Texto Bizantino, que era reconocido generalmente como el texto manuscrito más fiel a los originales de los libros del N.T.

 

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