Desde Rancagua, Chile, nos escribe una amiga oyente para pedirnos una explicación del pasaje bíblico en Ezequiel capítulo 1.

Vamos a dar lectura al capítulo 1 de Ezequiel. Aconteció en el año treinta,  en el mes cuarto,  a los cinco días del mes,  que estando yo en medio de los cautivos junto al río Quebar,  los cielos se abrieron,  y vi visiones de Dios.

Eze 1:2  En el quinto año de la deportación del rey Joaquín,  a los cinco días del mes,

Eze 1:3  vino palabra de Jehová al sacerdote Ezequiel hijo de Buzi,  en la tierra de los caldeos,  junto al río Quebar;  vino allí sobre él la mano de Jehová.

Eze 1:4  Y miré,  y he aquí venía del norte un viento tempestuoso,  y una gran nube,  con un fuego envolvente,  y alrededor de él un resplandor,  y en medio del fuego algo que parecía como bronce refulgente,

Eze 1:5  y en medio de ella la figura de cuatro seres vivientes.  Y esta era su apariencia:  había en ellos semejanza de hombre.

Eze 1:6  Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas.

Eze 1:7  Y los pies de ellos eran derechos,  y la planta de sus pies como planta de pie de becerro;  y centelleaban a manera de bronce muy bruñido.

Eze 1:8  Debajo de sus alas,  a sus cuatro lados,  tenían manos de hombre;  y sus caras y sus alas por los cuatro lados.

Eze 1:9  Con las alas se juntaban el uno al otro.  No se volvían cuando andaban,  sino que cada uno caminaba derecho hacia adelante.

Eze 1:10  Y el aspecto de sus caras era cara de hombre,  y cara de león al lado derecho de los cuatro,  y cara de buey a la izquierda en los cuatro;  asimismo había en los cuatro cara de águila.

Eze 1:11  Así eran sus caras.  Y tenían sus alas extendidas por encima,  cada uno dos,  las cuales se juntaban;  y las otras dos cubrían sus cuerpos.

Eze 1:12  Y cada uno caminaba derecho hacia adelante;  hacia donde el espíritu les movía que anduviesen,  andaban;  y cuando andaban,  no se volvían.

Eze 1:13  Cuanto a la semejanza de los seres vivientes,  su aspecto era como de carbones de fuego encendidos,  como visión de hachones encendidos que andaba entre los seres vivientes;  y el fuego resplandecía,  y del fuego salían relámpagos.

Eze 1:14  Y los seres vivientes corrían y volvían a semejanza de relámpagos.

Eze 1:15  Mientras yo miraba los seres vivientes,  he aquí una rueda sobre la tierra junto a los seres vivientes,  a los cuatro lados.

Eze 1:16  El aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del crisólito.  Y las cuatro tenían una misma semejanza;  su apariencia y su obra eran como rueda en medio de rueda.

Eze 1:17  Cuando andaban,  se movían hacia sus cuatro costados;  no se volvían cuando andaban.

Eze 1:18  Y sus aros eran altos y espantosos,  y llenos de ojos alrededor en las cuatro.

Eze 1:19  Y cuando los seres vivientes andaban,  las ruedas andaban junto a ellos;  y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra,  las ruedas se levantaban.

Eze 1:20  Hacia donde el espíritu les movía que anduviesen,  andaban;  hacia donde les movía el espíritu que anduviesen,  las ruedas también se levantaban tras ellos;  porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.

Eze 1:21  Cuando ellos andaban,  andaban ellas,  y cuando ellos se paraban,  se paraban ellas;  asimismo cuando se levantaban de la tierra,  las ruedas se levantaban tras ellos;  porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.

Eze 1:22  Y sobre las cabezas de los seres vivientes aparecía una expansión a manera de cristal   maravilloso,  extendido encima sobre sus cabezas.

Eze 1:23  Y debajo de la expansión las alas de ellos estaban derechas,  extendiéndose la una hacia la otra;  y cada uno tenía dos alas que cubrían su cuerpo.

Eze 1:24  Y oí el sonido de sus alas cuando andaban,  como sonido de muchas aguas,  como la voz del Omnipotente,  como ruido de muchedumbre,  como el ruido de un ejército.  Cuando se paraban,  bajaban sus alas.

Eze 1:25  Y cuando se paraban y bajaban sus alas,  se oía una voz de arriba de la expansión que había sobre sus cabezas.

Eze 1:26  Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro;  y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre él.

Eze 1:27  Y vi apariencia como de bronce refulgente,  como apariencia de fuego dentro de ella en derredor,  desde el aspecto de sus lomos para arriba;  y desde sus lomos para abajo,  vi que parecía como fuego,  y que tenía resplandor alrededor.

Eze 1:28  Como parece el arco iris que está en las nubes el día que llueve,  así era el parecer del resplandor alrededor.  Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová.  Y cuando yo la vi,  me postré sobre mi rostro,  y oí la voz de uno que hablaba.

El pasaje bíblico leído es uno de los más difíciles de entender, de figurarse y de interpretar. De hecho, muchos han visto en este pasaje bíblico de todo, hasta los famosos ovnis, los objetos voladores no identificados que quitan el sueño a algunos. Una de las explicaciones más sencillas que yo he encontrado es la que aparece en el Comentario del Antiguo Testamento de William MacDonald, que me permito citarlo a continuación. Dice así este autor: El libro comienza con Ezequiel en el cautiverio, al cual fue llevado en una de las deportaciones anteriores. Ezequiel profetizó sobre la destrucción de Jerusalén seis o siete años antes de que suceda. Es probable que Ezequiel haya tenido treinta años de edad para entonces, asumiendo que a eso se refiere cuando habla del año treinta. Los primeros veinticuatro capítulos fueron escritos antes de la caída de Jerusalén, pero después de las primeras deportaciones. El primer capítulo se considera como una visión de la gloria de Dios entre los del cautiverio. Ezequiel primero vio que venía del norte un viento tempestuoso. Luego vio cuatro seres vivientes, cada uno con cuatro caras, en forma de hombre, de león, de buey y de águila. Cada uno de los seres vivientes tenía cuatro alas, los pies derechos, la planta de sus pies como planta de pie de becerro y debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre. Los seres vivientes simbolizan los atributos de Dios que se vieron en la creación: Su majestad, poder, rapidez y sabiduría. Muchas naciones se olvidan de un Dios sobre las nubes, que está sentado en el trono. Adoran los atributos creativos en lugar del mismo Creador. Sobre la expansión se vio un trono en el cual estaba sentado el Señor de la gloria. Junto a cada uno de los seres vivientes había una rueda o mejor una rueda dentro de una rueda, tal vez una rueda en ángulo recto con la otra rueda a manera de un giroscopio. De manera que la visión parece representar al carruaje del trono, con las ruedas sobre la tierra, con cuatro seres vivientes soportando la plataforma con el trono de Dios sobre ella. Fue esta visión de la gloria de Dios lo que precedió al llamado al ministerio profético de Ezequiel. Ezequiel explica lo que vio en el capítulo 43 versículo 3 donde dice: Y el aspecto de lo que vi era como una visión,  como aquella visión que vi cuando vine para destruir la ciudad;  y las visiones eran como la visión que vi junto al río Quebar;  y me postré sobre mi rostro.

En otras palabras, la visión describe a Dios en su gloria viniendo desde el norte para juicio contra Jerusalén, siendo los babilonios los agentes de Su juicio. Hasta aquí lo que dice este autor. Espero que esto le ayude a comprender mejor este pasaje bíblico.

La segunda consulta para el programa de hoy nos llega desde Bolivia y nos pide una explicación del texto en 2 Pedro 2:4.

Gracias por su consulta amable oyente. Vamos a dar lectura al texto que se encuentra en 2 Pedro 2:4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron,  sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad,  para ser reservados al juicio;

El versículo habla de los ángeles que pecaron. ¿A quiénes se refiere? A mí me parece que se refiere a los ángeles de quienes habla Judas 6, donde dice: Y a los ángeles que no guardaron su dignidad,  sino que abandonaron su propia morada,  los ha guardado bajo oscuridad,  en prisiones eternas,  para el juicio del gran día;

Podemos ver que estos ángeles no guardaron su dignidad, lo cual sería una referencia a su asociación con Satanás, quien llegó a ser su líder. Se trata entonces de demonios. Además, estos demonios abandonaron su propia morada. Parece que se refiere a que dejando su morada en la esfera celestial, estos demonios decidieron morar en cuerpos humanos, para vivir como humanos. Parecería ser que estos fueron los ángeles de quienes habla Génesis 6:1-2 cuando dice: Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra,  y les nacieron hijas,

Gen 6:2  que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas,  tomaron para sí mujeres,  escogiendo entre todas.

A los ángeles en general se les llama hijos de Dios en Job 1:6 y 2:1. Parece que mientras moraban en cuerpos humanos, estos ángeles que pecaron tomaron como mujeres a las hijas de los hombres por cuanto eran hermosas. Esto no fue del agrado de Dios conforme a lo que dice Génesis 6:3 donde leemos: Y dijo Jehová:  No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre,  porque ciertamente él es carne;  mas serán sus días ciento veinte años.

En contra de esta interpretación normalmente se argumenta en el sentido que no podría ser así porque la Biblia dice que los ángeles son seres asexuales. Pero viéndolo bien lo que dice la Biblia en Marcos 12:25 es que en el cielo, los ángeles ni se casarán ni se darán en casamiento, pero en la tierra es algo diferente. La Biblia muestra que cuando los ángeles aparecieron en forma humana en la tierra tenían todas las características de un ser humano y dentro de ello, la sexualidad. Esto queda comprobado porque los hombres perversos de Sodoma quería abusar sexualmente de ellos. En su ira, Dios juzgó con severidad a estos ángeles que pecaron. Dice el texto que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio. En Judas 6 dice que los ha guardado bajo oscuridad en prisiones eternas, para el juicio del gran día. Cuando en 2 Pedro 2:4 Pedro habla de que estos ángeles que pecaron fueron arrojados al infierno, se usa un verbo en griego que literalmente significa “arrojar al tártaro” Para los griegos, el tártaro era el lugar más bajo del Hades, del mundo de los muertos, reservado para los seres más perversos, entre humanos, dioses o demonios. Los judíos por su lado, llegaron a aplicar este término al lugar a donde fueron enviados algunos ángeles caídos o demonios. Algún día estos demonios serán sacados de estas prisiones de oscuridad, para ser arrojados al infierno o al lago de fuego. No todos los demonios están en estas prisiones de oscuridad. Muchos demonios están libres para cumplir con las órdenes de Satanás, pero no así los ángeles que pecaron, de los cuales habla 2 Pedro 2:4.

 

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