La consulta para el programa de hoy tiene que ver con el calendario hebreo. Dice así: Quisiera que me expliquen sobre los meses del aboque se nombran en la biblia, , Por ejemplo Nisan. Quisiera que me nombren todos los meses de aquel tiempo antiguo a que mes corresponden en nuestra manera de nombrar los meses. Si los meses del antiguo testamento son los mismos meses del nuevo testamento y cuantos días tenían cada mes. También acerca del calendario Judio, He escuchado que es diferente al nuestro, Que ellos van en años adelantados al nuestro.

Gracias por su consulta. La siguiente información ha sido extraída de la Enciclopedia Wikipedia. El calendario hebreo es un calendario   lunisolar, es decir, que se basa tanto en el ciclo de la   Sol (año), como en el de la  Luna al rodear a la Tierra (mes). La versión actual, por la que se rigen las festividades judías, fue concluida por el sabio  Hilel II hacia el año. Este calendario se basa en un complejo algoritmo, que permite predecir las fechas exactas de luna nueva, así como las distintas estaciones del año, basándose en cálculos matemáticos y astronómicos, prescindiendo desde aquel momento de las observaciones empíricas de que se valieron hasta entonces. En su concepción compleja tanto solar como lunar, el calendario hebreo se asemeja al  chino, sin que se sepa de influencia alguna que haya tenido el uno sobre el otro; y también al calendario utilizado por los pueblos de la península arábiga hasta la aparición del  Islam, en el siglo VII de la Era cristiana. En cambio, se distingue del  calendario gregoriano de amplio uso universal, basado exclusivamente en el ciclo solar-anual; y también del que rige al mundo musulmán desde Mahoma hasta nuestros días, que es puramente lunar. El calendario hebreo comienza con la  Génesis del mundo, que aconteció, según la tradición judía, el día domingo  7 de octubre del año 3761 adC; fecha equivalente al 1 del mes de  Tishrei del año 1. De esta manera, el año gregoriano de 2008 equivale al año hebreo de 5769. Para convertir un año del calendario gregoriano a su correspondiente hebreo, basta con sumar o restar la cifra de 3761 día, en el calendario hebreo, comienza con la salida de 3 estrellas, y culmina con la caída del sol. En esto se diferencia del día según el calendario gregoriano, que discurre exactamente de medianoche a medianoche. La costumbre de ver al día comenzar con la caída del crepúsculo es tan antigua como la   Biblia misma, y se basa en el texto bíblico del «Y fue la tarde, y fue la mañana…», de lo que se entiende que cada uno de los días de la creación comenzaba por la tarde. Más explícitamente aun, al prescribir la Biblia el ayuno del Día del Perdón, el «El día décimo de este séptimo mes será el día de la Expiación… Será para vosotros día de descanso completo y ayunaréis; el día nueve del mes, por la tarde, de tarde a tarde, guardaréis descanso».Desde entonces, es práctica corriente y antiquísima, que las festividades judías comiencen al caer el sol. Y no sólo ellas: la consabida costumbre de comenzar la celebración de la Nochebuena, tiene sus raíces en tal milenaria usanza hebrea. Cabe destacar, no obstante, que estudios arqueológicos han revelado que también en la antigua  Babilonia se señalaba el comienzo del día al atardecer, y se estima que es ése el origen de la costumbre.mes en el calendario hebreo se basa en el ciclo que cumple la Luna al circunscribir por completo a la Tierra, captando el ojo humano desde nuestro planeta 4 diferentes estadios principales de la Luna, a saber: Luna nueva,  Cuarto creciente, luna llena o plenilunio, y Cuarto menguante. Tal ciclo dura aproximadamente 29 días y medio. Resulta asombroso comprobar que ya los antiguos sabios hebreos supieron calcular la duración exacta de tal ciclo, estimando de acuerdo con sus conocimientos astronómicos que el periplo del satélite en torno al planeta Tierra tenía una duración de ’29 días, 12 horas, y otras 793/1080 de hora’ (o sea, otros 44 minutos y 3.33 segundos), siendo su error de cálculo de… ¡medio segundo! Debido a que la cantidad de días en un mes debía ser exacta, el calendario hebreo estipuló meses de 29 y de 30 días, intercaladamente. Al final de un mes hebreo, la Luna está completamente a oscuras, y nos es invisible. Al despuntar el Cuarto creciente, se alcanza a ver apenas a la Luna como una finísima guadaña, que desaparece en el horizonte minutos después del ocaso: es el comienzo del mes hebreo. Con el correr de los días, crece paulatinamente la parte iluminada de la Luna que se aprecia desde la Tierra, hasta llegar al plenilunio que marca exactamente la mitad de mes. A partir de ahí, vuelve la Luna a menguar con el discurrir de los días, hasta desaparecer por completo, culminando también del mismo modo el mes del calendario hebreo. Los nombres de los meses hebreos, tal como los conocemos en nuestros días, tienen sus orígenes en la antigua Babilonia, de donde fueron adoptados por los judíos allí desterrados por el rey  Nabucodonosor II, exilio que duró 70 años. Más antiguamente, los meses eran denominados tan sólo por su orden numérico, comenzando en la primavera (boreal) por el mes primero,   Nisán, y culminando con el duodécimo, Pentateuco se menciona a Nisán como el primer mes del año, al haber sido aquel en que el pueblo de Israel se liberó de la esclavitud de los  faraones de «Éste mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año». Otros nombres de meses mencionados en ciertos libros de la Biblia, especialmente en el  Libro de los Reyes, como el «mes de Ziv» o «el mes de Bul, que es el mes octavo», y también «el mes de Eitanim, que es el mes séptimo» 1Reyes 8:2), fueron seguramente tomados de nombres de meses  fenicios, ya que son mencionados en el contexto de las relaciones comerciales entre el  Rey Salomón y el Rey   Hiram de Fenicia. Los nombres babilónicos, que han llegado hasta nuestros días, aparecen por primera vez en el  HYPERLINK «http://es.wikipedia.org/wiki/Libro_de_Ester» \o «Libro de Ester» Libro de Ester y en los de Esdras y Nehemías, y fueron adoptados asimismo por otros idiomas, como el turco moderno . La duración de los meses hebreos oscila entre los 29 y los 30 días, de la siguiente forma:

El  año hebreo, según la cuenta bíblica, comenzaba con el mes de Nisán, llamado en la Biblia «el mes primero»  Éxodo 12:2), y concluía en el mes de Adar; mientras que más adelante primó la concepción del comienzo del año en el mes de Tishrei, con la festividad de  Rosh Hashaná (ראש השנה, literalmente «cabeza de año»), culminando el año en el mes de Elul, tal como rige el calendario hebreo hasta nuestros días. Desde el punto de vista religioso, el calendario hebreo cuenta con 4 diferentes «cabezas de año», siendo cada una de ellas el comienzo de la cuenta anual para diferentes finalidades:

1 de Nisán, es el principio de año de acuerdo a la cuenta bíblica, al conmemorar la salida de Egipto; y era el principio del año para los reyes: de tal modo, aun si un rey de Israel asumiera el trono el 29 del mes de Adar, ya al ser el día siguiente el primero de Nisán, se consideraba su segundo año de reinado.

1 de Elul, el principio del año para realizar la cuenta del diezmo de ganado a apartar según las prescripciones religiosas.

1 de Tishrei, el principio del año según el calendario hebreo moderno, conmemorando el aniversario de la Creación del mundo, y era la fecha en que comenzaba la cuenta de los años, los años sabáticos (cada séptimo año, en que las tierras quedaban incultas y en barbecho), y los jubileos (cada 50 años, en que prescribían las deudas y los esclavos quedaban libres).

15 de Shevat, el año nuevo de los árboles, siendo ésta la fecha de su despertar luego del letargo invernal. Un año hebreo incluye un ciclo completo de las cuatro estaciones del año, y, a su vez, debe contar con un número exacto de meses lunares. De esta manera, el año hebreo puede tener tanto 12 meses (año simple), como 13 (año  año preñado»). Hoy en día es sabido que las estaciones del año se deben a la traslación de la Tierra en torno al Sol, ciclo denominado en astronomía (365 días, 5 horas, 48 minutos y 44 segundos). Al ser el año trópico sensiblemente más largo que el  año lunar de 12 meses (354 días, 8 horas y 49 minutos), se iría corriendo la Pascua judía indefectiblemente hacia el invierno, contrariamente al precepto bíblico, si el año hebreo durase 12 meses de manera constante. Para evitarlo, se agrega un décimotercer mes a fin de año, cada vez que la diferencia acumulativa entre el año solar y el lunar, de unos 11 días por año, alcanza a formar un mes entero. La nomenclatura de los meses del Antiguo Testamento, es la misma para los meses del Nuevo Testamento en los territorios bajo la influencia de Israel.

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *