Desde Colombia se ha comunicado con nosotros una amiga oyente para hacernos la siguiente consulta: ¿Qué información me pueden aportar sobre una iglesia llamada Manmim en Corea del Sur, cuyo líder se llama Jaerock Lee? 

Gracias por su consulta. Lo que voy a compartir con Usted, y con nuestros amigos oyentes, es lo que se publica por medio de Internet acerca de la iglesia Manmim y su fundador. Dice así, Lee Jae Rock o como a él le gusta que le llamen, Jaerock Lee, parece ser un gran evangelista que predica sermones bíblicos en sus enormes cruzadas, pero la realidad es que se trata de un maestro que propaga falsa doctrina. Fue excomulgado del liderazgo de su propia denominación, la Iglesia de la Santidad, en Mayo de 1990 y de la Asociación Cristiana Coreana Han Ki Chong, el 30 de Abril de 1999 debido a sus enseñanzas contrarias a la Biblia. Lee Jae Rock dice que ha recibido revelación de Dios de la misma manera que el Apóstol Juan. Afirma que por sus venas corre sangre libre de contaminación con el pecado, a raíz que recibió una transfusión sanguínea en 1992. Sostiene que mantiene reuniones frecuentes con los profetas, apóstoles y patriarcas. Dice que su espíritu está a la izquierda del trono de Dios. Afirma que será él quien juzgará en el día final y que los ángeles se someten a él. En alguna ocasión un canal de televisión en Corea iba a difundir un documental en video sobre las enseñazas absurdas de Lee Jae Rock y sobre su adicción al juego en los casinos, pero una muchedumbre de sus seguidores asaltó las instalaciones del canal de televisión para evitar la difusión de este documental. Fue necesaria la presencia de 600 policías sur coreanos para recuperar el orden. Anteriormente la iglesia Manmim había logrado obtener una prohibición legal para impedir que se difunda por televisión un documental sobre las actividades sexuales de Lee Jae Rock. Asumiendo que lo que he leído es verídico, no se trataría sino de una iglesia más que se ha alejado de la verdad bíblica y que tiene multitud de seguidores. Donde está la masa de gente no necesariamente está también la verdad.

La segunda consulta para el programa de hoy nos llega desde La Paz, Bolivia y dice así: La Biblia dice que Jesús se hizo judío para ganarse a los judíos, se hizo griego para ganarse a los griegos y así sucesivamente. ¿Podemos hacernos raperos, rockeros, para ganarles para Cristo?

Gracias por su consulta. En realidad fue el Apóstol Pablo quien dijo lo que Usted menciona en su consulta, no exactamente con esas palabras, pero con la misma idea. Que tal si damos lectura al pasaje bíblico. Se encuentra en 1 Corintios 9:19-23 donde dice: Por lo cual,  siendo libre de todos,  me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número.

1Co 9:20  Me he hecho a los judíos como judío,  para ganar a los judíos;  a los que están sujetos a la ley  (aunque yo no esté sujeto a la ley)  como sujeto a la ley,  para ganar a los que están sujetos a la ley;

1Co 9:21  a los que están sin ley,  como si yo estuviera sin ley  (no estando yo sin ley de Dios,  sino bajo la ley de Cristo),  para ganar a los que están sin ley.

1Co 9:22  Me he hecho débil a los débiles,  para ganar a los débiles;  a todos me he hecho de todo,  para que de todos modos salve a algunos.

1Co 9:23  Y esto hago por causa del evangelio,  para hacerme copartícipe de él.

Pablo tenía una pasión que consume por ganar a otros para Cristo, sin importar si se trataba de judíos o de gentiles. Esto le motivó a declarar que a pesar de ser libre de todos, voluntariamente se hizo siervo de todos con la esperanza de ganar a mayor número para Cristo. Fiel a su postulado, Pablo se hizo a los judíos como judío, para ganar a los judíos. Pablo se hizo a los que están sujetos a la ley, como si él también estuviera sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley. Todo esto, a pesar que Pablo tenía claro en su mente que por ser creyente, no estaba sujeto a la ley. Pablo se hizo a los que están sin ley, es decir a los gentiles, como si él estuviera sin ley, para ganar a los gentiles que están sin ley. Todo esto a pesar que Pablo sabía que no estaba sin ley de Dios sino bajo la ley de Cristo. ¿Qué significa todo esto? Pues sencillamente que cuando Pablo estaba entre judíos incrédulos, practicaba lo que ellos practicaban, cuidando siempre de no hacer algo que expresamente está prohibido en la Biblia. Cuando Pablo estaba entre gentiles, los que no estaban sujetos a la ley, practicaba lo que los gentiles practicaban, cuidando siempre de no hacer algo que expresamente está prohibido en la Biblia. Pablo cedió sus derechos, en todo lo que no atente contra algo expresamente legislado en la Biblia, para ganar al mayor número de personas, sean judías o gentiles. Esto es lo que afirma este pasaje bíblico. En ninguna manera está insinuando siquiera que Pablo tenía una doble vida, una ante los judíos incrédulos y otra ante los gentiles incrédulos. Lo que está diciendo es que Pablo tenía una maravillosa forma de adaptarse a los judíos incrédulos y a los gentiles incrédulos, en todo lo que no vaya en contra de algo que esté en la Biblia con la finalidad de tender puentes para ganar personas para Cristo, tanto judías como gentiles. ¿Cómo aplicar este principio en la actualidad? Pues no como algunos piensan cuando dicen que si queremos ganar a los drogadictos debemos consumir drogas para identificarnos con ellos, o que si queremos ganar a los borrachos, debemos también emborracharnos para identificarnos con ellos, o que si queremos ganar a los rockeros o a los raperos debemos escuchar la música rock o rap, vestir, pensar y hablar como rockeros y como raperos para identificarnos con ellos. No debemos olvidar que Pablo se hizo a judíos o gentiles, en todo lo que no atente contra la palabra de Dios, con la finalidad de ganar a un mayor número de personas para Cristo. Es conocido que la música rock o rap y el estilo de vida de los que componen y ejecutan este género musical y la mayoría de sus fanáticos, de ninguna manera trae gloria a nuestro Señor Jesucristo, de manera que volvernos rockeros y raperos para ganarles para Cristo sería ir en contra de lo que la Biblia enseña.

Desde Caracas, Venezuela, nos escribe un amable oyente quien escucha nuestro programa por medio de BBN. Su consulta tiene que ver con una aparente contradicción en la orden para espiar la tierra prometida. En Números dice que la orden partió de Dios, pero en Deuteronomio dice que la orden partió del pueblo. ¿Me puede explicar?

Con mucho gusto. Leamos el texto en Números 13:1-2. La Biblia dice: Y Jehová habló a Moisés,  diciendo:

Num 13:2  Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán,  la cual yo doy a los hijos de Israel;  de cada tribu de sus padres enviaréis un varón,  cada uno príncipe entre ellos.

Teniendo esto en mente, ahora miremos lo que registra Deuteronomio 1:22-23 acerca del mismo asunto. La Biblia dice: Y vinisteis a mí todos vosotros,  y dijisteis:  Enviemos varones delante de nosotros que nos reconozcan la tierra,  y a su regreso nos traigan razón del camino por donde hemos de subir,  y de las ciudades adonde hemos de llegar.

Deu 1:23  Y el dicho me pareció bien;  y tomé doce varones de entre vosotros,  un varón por cada tribu.

Como Usted bien ha notado, en el relato que aparece en Números se ve que la orden de enviar los doce hombres a reconocer la tierra prometida, provino de Jehová por medio de Moisés, mientras que en el relato del mismo asunto, pero en el libro de Deuteronomio, dice que fue el pueblo de Israel quien pidió a Moisés que envíe doce varones para reconocer la tierra prometida. Pero no se trata de un error o una contradicción. Por ser la palabra de Dios, la Biblia no tiene errores o contradicciones. Lo que sucedió fue que el pueblo de Israel consideró necesario enviar espías a la tierra prometida para que la reconozcan y traigan razón del camino por donde debían avanzar el momento de tomarla y el lugar donde estaban asentadas las ciudades. Esta medida es muy lógica y comprensible. El pueblo comunicó esta idea a su líder Moisés y como buen líder, antes de tomar una decisión, Moisés debe haber consultado con Jehová. En su tiempo, Jehová se manifestó ordenando a Moisés que envíe a los doce espías a reconocer la tierra. Se trata de un caso en el cual Dios accedió al deseo de su pueblo escogido. Vistas así las cosas, se disipa cualquier error o contradicción.

 

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