A través del correo electrónico se ha comunicado con nosotros una amiga oyente para pedirnos un consejo sobre la siguiente situación: Se trata de una hermana en la fe, amiga de ella, casada, cuyo esposo es co-pastor en una iglesia. Sucede que en esta iglesia no se predica una doctrina bíblica y esto ha impulsado a esta hermana a buscar una iglesia donde se enseñe la Biblia con fidelidad a su contenido. Esta acción ha incomodado mucho al esposo de esta hermana y le ha acusado de no ser sumisa y de estar en desobediencia porque no está asistiendo a la misma iglesia donde él es co-pastor. Nos pide un consejo. 

Con mucho gusto amable oyente. Me voy a dirigir a la hermana en la fe que está en este conflicto. Parto del principio bíblico que se encuentra en Colosenses 3:18 donde dice: Casadas,  estad sujetas a vuestros maridos,  como conviene en el Señor.

Se trata de un mandato para mujeres casadas en general. La sujeción tiene que ver con el reconocimiento de que el esposo es la cabeza de la relación marido-mujer y del hogar en general. El marido es el líder de la pareja y del hogar. El mandato no dice: Si su esposo es creyente sométase a él, tampoco dice: Si su esposo es bueno, sométase a él. No dice tampoco, si la posición doctrinal de su esposo es bíblica, sométase a él. Nada de esto, el texto dice simple y llanamente, si está casada, sométase a su esposo y punto. Ahora bien, su propósito de congregarse en una iglesia bíblica, en la cual se enseñe la Biblia con fidelidad a su contenido, es muy bueno, pero recuerde el dicho: El fin no justifica el medio. Es un buen fin congregarse en una iglesia bíblica, pero no es un buen medio la forma como está tratando de lograr ese propósito. No está bien desobedecer el mandamiento de estar sujeta a su esposo para conseguir el propósito de congregarse en una iglesia bíblica. Mi consejo sería que en primer lugar, ore mucho al Señor pidiéndole que su esposo reconozca los errores doctrinales en la iglesia donde él está en la actualidad, y que eso le conduzca a que él mismo tome la iniciativa de buscar una iglesia bíblica. Segundo, le aconsejo que identifique con precisión cuáles son los errores doctrinales que se están dando en la iglesia donde está su esposo y por su propia cuenta o tal vez con la ayuda de otros, aprenda a rebatir esos errores doctrinales a la luz de la Biblia. De esta manera, con mucho respeto y amor Usted podría dialogar con su esposo con la esperanza que pueda poner en evidencia los errores doctrinales que se están cometiendo en la iglesia donde está su esposo. Va a necesitar de mucho conocimiento por un lado y mucha paciencia y amabilidad por otro lado, para evitar que este diálogo se torne en una acre discusión. Dios no nos ha ordenado pelear por la doctrina, sino estar siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia a todo el que demande razón de la esperanza que hay en nosotros. Tercero, le aconsejo que no se rebele contra la autoridad de su esposo yendo a otra iglesia en contra de la voluntad de él. A pesar de los errores doctrinales que existen en la iglesia donde está su esposo, permanezca junto a él, no ignorando voluntariamente lo que está pasando, sino en oración poniendo en evidencia los errores doctrinales que se están dando. Es muy posible que en algún momento su esposo abra los ojos, por así decirlo y los dos, de forma voluntaria, salgan de esa iglesia y vayan a una iglesia bíblica, o quien sabe, a lo mejor en la misma iglesia donde están se reconozcan los errores y tengan la disposición de rectificarlos según la enseñanza de la Biblia, de modo que no sea necesario que salgan de esa iglesia. Que Dios le dé sabiduría para manejar la situación.

Desde Arroyo Hondo, Santo Domingo, República Dominicana, nos llega la siguiente inquietud acerca de nuestro tratado evangelístico titulado: Cinco Pasos Hacia la Vida, el cual aparece también en nuestro sitio de Internet. Nos dice que las gráficas y afirmaciones muestran muy bien la condición del hombre frente a Dios y lo que se requiere para reconciliarse con él. Pero lamentablemente muchos al leer este tipo de tratado han llegado a creer que la conversión es algo que resulta del recitar una oración tan sencilla como la que aparece en el mismo tratado. Luego la falta de frutos pone en evidencia que aunque él o ella recitó la oración en alguna ocasión, realmente nunca hubo una verdadera conversión. Nos pide una explicación.

Con mucho gusto. Para beneficio de nuestros amigos oyentes, les diré que el tratado evangelístico titulado Cinco Pasos Hacia la Vida, publicado por la Biblia Dice… y que también aparece en nuestro sitio de Internet, presenta una serie de cinco gráficas para ilustrar lo que se debe tomar en cuenta con la finalidad de recibir a Cristo como Salvador. El primer gráfico presenta al hombre separado de Dios por el pecado, y se fundamenta en Romanos 3:23 donde dice: por cuanto todos pecaron,  y están destituidos de la gloria de Dios,

El segundo gráfico presenta al hombre tratando de llegar a Dios por sus propios medios, como las buenas obras, el bautismo, la asistencia a una iglesia, pero siempre queda corto en su intento de llegar a Dios. Se fundamenta en Efesios 2:9 donde dice: no por obras,  para que nadie se gloríe.

El tercer gráfico presenta a la persona y obra de Cristo, haciendo un puente entre el hombre pecador y Dios, de modo que el hombre pueda caminar sobre este puente para llegar a Dios. Ilustra que la persona y obra de Cristo es la única manera posible de llegar a Dios. Se fundamenta en textos como 5:8 donde dice: Mas Dios muestra su amor para con nosotros,  en que siendo aún pecadores,  Cristo murió por nosotros.

El cuarto gráfico presenta al hombre caminando sobre el puente que es Cristo para poder llegar a Dios y obtener la vida eterna. Ilustra la necesidad de depositar la fe en la persona y obra de Cristo para poder ser salvo. Se fundamenta en textos como Juan 1:12 donde dice: Mas a todos los que le recibieron,  a los que creen en su nombre,  les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

Aquí es donde se incluye un modelo sencillo de oración que tiene la finalidad de orientar al lector en cuanto a como tendría que hablar con Dios en oración para recibir a Cristo como Salvador. Permítame leer textualmente lo que dice: ¿Quiere recibir a Cristo ahora mismo? Simplemente hable con él. Puede usar la siguiente oración, y decir: ¡Dios mío! Soy un pecador. Sé que no puedo salvarme a mí mismo. Ahora creo que Cristo murió en mi lugar, para perdonar mis pecados. Sé que resucitó y que vive hoy. Me arrepiento y confieso mis pecados. Creo en Jesucristo, y me entrego a él por fe como mi Salvador. ¡Gracias Dios, por haberme hecho pasar de la muerte a la vida eterna según tu promesa! Finalmente aparece el quinto gráfico en el cual el hombre ya está con Dios, ilustrando que tiene vida eterna y se fundamenta en textos como Juan 5:24 donde dice: De cierto,  de cierto os digo:  El que oye mi palabra,  y cree al que me envió,  tiene vida eterna;  y no vendrá a condenación,  mas ha pasado de muerte a vida.

El tratado termina con algunas recomendaciones para la persona que luego de haber leído el tratado evangelístico ha tomado la decisión de recibir a Cristo como Salvador. Esto es en esencia lo que comprende este tratado evangelístico. Yo comprendo perfectamente el riesgo que se corre al poner una oración modelo para los que desean recibir a Cristo como Salvador, porque como Usted bien señala, es posible que alguien piense que con tal de recitar mecánicamente esa oración ya es salvo, lo cual sería equivalente a pretender ser salvo por medio de una obra, el recitar mecánicamente esa oración, cosa que el mismo folleto condena porque hace claro que la salvación no se puede obtener por obras, cualquiera que sean. Sin embargo, también está la otra cara de la moneda, porque algunas personas comprenden perfectamente el mensaje del evangelio y sinceramente, de todo corazón desean recibir a Cristo como su Salvador personal, pero no tienen idea de cómo hablar a Dios, para expresarle su decisión de confiar en Cristo como Aquel que murió en la cruz en lugar de ellos, recibiendo el castigo que ellos merecen por ser pecadores. Para ayudar a personas así es que se ha incluido ese modelo de oración. No con la finalidad de que alguien la repita mecánicamente y listo, ya es salvo, sino para que sirva de guía para los que verdaderamente entienden el mensaje y quieren depositar su fe en la persona y obra de Cristo. Tal vez en nuestras próximas reimpresiones de este tratado evangelístico tengamos que explicar un poco mejor cuál es el propósito de ese modelo de oración con la confianza de que nadie vaya a pensar que la salvación resulta de una repetición mecánica de las palabras pronunciadas por otros. En todo caso, muchas gracias por su observación. Que el Señor le bendiga.

 

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