La primera consulta de hoy nos llega desde la ciudad de Puyo, provincia de Pastaza, Ecuador. Es de un amigo oyente que frecuenta nuestro sitio de Internet y está agradecido por el material que allí ha encontrado. Su consulta es la siguiente: Dice la Biblia que Jesús fue a preparar morada en los cielos para nosotros los que creemos en él. Mi pregunta es: ¿Por qué si ya estamos en el cielo, en nuestra morada, tenemos que volver a la tierra durante el reino milenial de Cristo? ¿Acaso después de los mil años se acabara la tierra y por tanto tendremos que volver al cielo?

Gracias por su consulta amable oyente. Dios ha prometido que los creyentes vamos a estar con él en el cielo para siempre, bien sea al morir físicamente según lo que dice 2 Corintios 5:6-8 donde leemos: Así que vivimos confiados siempre,  y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo,  estamos ausentes del Señor

2Co 5:7  (porque por fe andamos,  no por vista);

2Co 5:8  pero confiamos,  y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo,  y presentes al Señor.

O al ser trasladados cuando ocurra el rapto o arrebatamiento, según lo que dice 1 Tesalonicenses 4:16-17 donde dice: Porque el Señor mismo con voz de mando,  con voz de arcángel,  y con trompeta de Dios,  descenderá del cielo;  y los muertos en Cristo resucitarán primero.

1Th 4:17  Luego nosotros los que vivimos,  los que hayamos quedado,  seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire,  y así estaremos siempre con el Señor.

Nuestra morada eterna una vez que salgamos de este mundo, ya sea por muerte o por traslado, es el cielo. A eso se refiere Juan 14:1-3 donde dice: No se turbe vuestro corazón;  creéis en Dios,  creed también en mí.

Joh 14:2  En la casa de mi Padre muchas moradas hay;  si así no fuera,  yo os lo hubiera dicho;  voy,  pues,  a preparar lugar para vosotros.

Joh 14:3  Y si me fuere y os preparare lugar,  vendré otra vez,  y os tomaré a mí mismo,  para que donde yo estoy,  vosotros también estéis.

Muy bien. ¿Qué pasará entonces con nosotros cuando el Señor Jesús venga por segunda vez para establecer su reino milenial en la tierra? Pues nosotros vendremos con él, pero no para morar en la tierra, porque nuestra morada eterna es en el cielo. Vendremos a la tierra a colaborar como reyes y sacerdotes con el Rey de Reyes y Señor de Señores, Jesucristo. Note lo que dice Apocalipsis 19:11-16 Entonces vi el cielo abierto;  y he aquí un caballo blanco,  y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero,  y con justicia juzga y pelea.

Rev 19:12  Sus ojos eran como llama de fuego,  y había en su cabeza muchas diademas;  y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.

Rev 19:13  Estaba vestido de una ropa teñida en sangre;  y su nombre es:  EL VERBO DE DIOS.

Rev 19:14  Y los ejércitos celestiales,  vestidos de lino finísimo,  blanco y limpio,  le seguían en caballos blancos.

Rev 19:15  De su boca sale una espada aguda,  para herir con ella a las naciones,  y él las regirá con vara de hierro;  y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.

Rev 19:16  Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre:  REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.

A nosotros es a quienes se refiere Apocalipsis 20:6 donde dice: Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección;  la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos,  sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo,  y reinarán con él mil años.

Nuestra función como sacerdocio real durante el milenio, no es morar en la tierra, sino reinar con Cristo mil años. La tierra será solamente como nuestro lugar de trabajo, porque el cielo será nuestra morada. Más aún, el Nuevo Testamento muestra que el cielo, o la Nueva Jerusalén en ese tiempo, estará como suspendida sobre la tierra durante el milenio. Esa será nuestra morada, no la tierra. ¿Qué sucederá al final del milenio en cuanto a la tierra? Pues la Biblia dice que los presentes cielos y la presente tierra van a ser quemados y Dios va a crear nuevos cielos y nueva tierra. 2 Pedro 3:10-13 dice: Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche;  en el cual los cielos pasarán con grande estruendo,  y los elementos ardiendo serán deshechos,  y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.

2Pe 3:11  Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas,  ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,

2Pe 3:12  esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios,  en el cual los cielos,  encendiéndose,  serán deshechos,  y los elementos,  siendo quemados,  se fundirán!

2Pe 3:13  Pero nosotros esperamos,  según sus promesas,  cielos nuevos y tierra nueva,  en los cuales mora la justicia.

Nosotros los creyentes simplemente estaremos en nuestra morada eterna, en el cielo o la Nueva Jerusalén, mientras Dios destruye con fuego los presentes cielos y la presente tierra. Una vez que Dios cree nuevos cielos y nueva tierra, el cielo o la Nueva Jerusalén se fundirán, por decirlo así con esos nuevos cielos y esa nueva tierra y de esta manera permanecerá por la eternidad. Todo esto se desprende de textos como Apocalipsis 21:1-3 donde dice: Vi un cielo nuevo y una tierra nueva;  porque el primer cielo y la primera tierra pasaron,  y el mar ya no existía más.

Rev 21:2  Y yo Juan vi la santa ciudad,  la nueva Jerusalén,  descender del cielo,  de Dios,  dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

Rev 21:3  Y oí una gran voz del cielo que decía:  He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres,  y él morará con ellos;  y ellos serán su pueblo,  y Dios mismo estará con ellos como su Dios.

Así es como se ve el destino final de los que somos salvos en lo que tiene que ver con la tierra durante el milenio y el cielo mismo.

La segunda consulta de nuestro amigo oyente de Puyo, provincia de Pastaza, Ecuador, dice así: ¿Me puede dar a conocer cuál fue el idioma que hablaban Adán y Eva? y ¿Cuántos años transcurrieron desde la creación hasta Adán y desde Adán hasta la fecha actual?

Gracias una vez más por su consulta. La Biblia no revela el idioma que hablaban Adán y Eva. Algunos afirman que debió haber sido Hebreo, pero no existe manera de confirmarlo, aunque tampoco de negarlo. A mí me parece difícil que haya sido Hebreo porque este idioma está asociado con los moradores de Hur de los Caldeos de donde era Abraham, muchísimo tiempo después de la creación, y también después del episodio conocido como la torre de Babel, donde Dios confundió el lenguaje de manera que ninguno entendía el idioma de su compañero. A mi modesto criterio, en la torre de Babel se debe haber extinguido cualquiera que haya sido el idioma que hablaban Adán y Eva. En cuanto a los años que transcurrieron desde la creación de todo lo que existe hasta la creación de Adán y Eva, debo señalar que todo ocurrió dentro de una semana, según Génesis 1 y 2, porque fue durante la semana de la creación que Dios creó los cielos y la tierra y todo lo que hay en ellos y también creó al hombre y a la mujer. No hubo entonces años que pasaron entre la creación de los cielos y la tierra y la creación de Adán y Eva. En relación con el tiempo que ha transcurrido desde la creación tanto de los cielos y la tierra como la creación del ser humano, hasta la fecha actual, no se puede saber con precisión porque la Biblia no provee de la información necesaria para hacer este cálculo. Lo más preciso que se puede ubicar en el tiempo pero con un margen bastante grande de error es el nacimiento de Abram, allá por el año 2,100 antes de Cristo. Siendo así, desde el nacimiento de Abram hasta nuestros días han transcurrido como unos cuatro mil años. En todo caso, la tierra no parece ser tan antigua como afirman los científicos evolucionistas asignándola miles de millones de años, para hacer factible su teoría de la evolución, la cual requiere de bastos períodos de tiempo para supuestamente producir los cambios graduales que requiere la evolución. Partiendo de un principio creacionista como consta en la Biblia la edad de la tierra parece que no pasaría de pocas decenas de miles de años. Y no solamente la edad de la tierra, sino la edad de todo el sistema solar y el universo en general. Cuando hace años atrás se hacían las investigaciones que eventualmente permitirían a los Estados Unidos poner un hombre en la superficie de la luna, se pensaba que sobre la superficie de la luna debería haber una muy gruesa capa de polvo lunar, tal vez de kilómetros de espesor, producto de partículas cósmicas que atraídas por la gravedad de la luna se posan sobre ella debido a su carencia de atmósfera durante los miles de millones de años que supuestamente tenía el sistema solar. Pero cuando los astronautas pusieron finalmente sus pies sobre la luna, encontraron que esa capa de polvo lunar era apenas una fracción de lo que se pensaba, lo cual hace pensar que la luna no debe ser tan vieja como asumen los científicos evolucionistas. Es solamente una de varias evidencias que hacen pensar que el universo no debe tener los miles de millones de años que normalmente se le asigna.

 

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