Por medio del correo electrónico se ha comunicado con nosotros un amigo oyente para hacernos varias consultas. La primera dice así: ¿Tienen cuerpo los ángeles? Si no, ¿por qué es que algunos dicen que vieron a los ángeles? ¿Qué dice el Antiguo Testamento?

Gracias por su consulta. Los ángeles, amado oyente, son seres espirituales, y por tanto no tienen cuerpo físico. Note lo que dice el autor de Hebreos en el capítulo 1 versículo 14, hablando justamente de los ángeles: ¿No son todos espíritus ministradores,  enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?

Los ángeles son espíritus ministradores, esto significa espíritus que están para servir, recibiendo órdenes de Dios por supuesto. A quienes sirven es a nosotros, los creyentes, quienes somos herederos de la salvación. Sin embargo, entre muchas de sus atribuciones, los ángeles tienen capacidad de adoptar temporalmente forma humana, para cumplir con algún propósito de Dios. Por ejemplo, cuando se presentaron ante Lot. Observe lo que dice Génesis 19:1-3 Llegaron,  pues,  los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde;  y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma.  Y viéndolos Lot,  se levantó a recibirlos,  y se inclinó hacia el suelo,

Gen 19:2  y dijo:  Ahora,  mis señores,  os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis,  y lavaréis vuestros pies;  y por la mañana os levantaréis,  y seguiréis vuestro camino.  Y ellos respondieron:  No,  que en la calle nos quedaremos esta noche.

Gen 19:3  Mas él porfió con ellos mucho,  y fueron con él,  y entraron en su casa;  y les hizo banquete,  y coció panes sin levadura,  y comieron.

Lot vio a dos ángeles. ¿Cómo puede ser esto si los ángeles son seres espirituales? Pues, la única posibilidad es que temporalmente los ángeles deben haber adoptado forma humana, para ser vistos por los seres humanos y para comunicarse con los seres humanos. Esto es lo que ocurre cada vez que alguien ve a los ángeles, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.

La segunda consulta de nuestro amigo oyente dice así: ¿Fueron apóstoles Bernabé y Santiago, el hermano de Jesús? Yo escuché a John McArthur decir que sí lo eran. ¿Qué piensan Ustedes?

Bueno, yo no he oído lo que Usted afirma que ha dicho el hermano John McArthur, a quien respeto mucho como maestro bíblico, así que no sé el contexto en el cual él ha mencionado esto, de modo que no puedo juzgar sus palabras. Lo que si puedo hacer es compartir con Usted lo que yo he podido extraer del Nuevo Testamento con respecto a este tema. En primer lugar, los que tenían el oficio de Apóstol, fueron enviados personalmente por el Señor Jesucristo y fueron doce, dentro de estos doce estaba Judas Iscariote. Como Judas Iscariote cayó de ese ministerio y apostolado por transgresión, los once restantes eligieron a Matías como su reemplazo. Cuando estos doce apóstoles murieron, no fueron reemplazados y se extinguió el oficio de apóstol hasta ahora. Hoy en día por tanto no existen apóstoles como los doce, personas enviadas directamente por el Señor Jesucristo. En segundo lugar, Pablo es un tipo especial de apóstol por cuanto él fue enviado por el Señor Jesús resucitado cuando se encontró con él en el camino a Damasco. Hablando de Pablo, Saulo todavía en ese tiempo, el Señor Jesucristo dijo a Ananías lo que tenemos en Hechos 9:15-16 donde dice: El Señor le dijo:  Ve,  porque instrumento escogido me es éste,  para llevar mi nombre en presencia de los gentiles,  y de reyes,  y de los hijos de Israel;

Act 9:16  porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.

Pablo por tanto fue enviado como Apóstol personalmente por el Señor Jesús resucitado. En tercer lugar, efectivamente, en el Nuevo Testamento aparecen algunos nombres, ajenos a los doce y a Pablo, bajo el membrete de apóstoles. Tal el caso de Bernabé, a quien en Hechos 14:4 se le llama apóstol al igual que a Pablo. Note lo que dice estos textos: Y la gente de la ciudad estaba dividida:  unos estaban con los judíos,  y otros con los apóstoles.

Cuando este texto habla de apóstoles, se está refiriendo a Pablo y Bernabé , tal como lo confirma Hechos 14:14 donde dice: Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo,  rasgaron sus ropas,  y se lanzaron entre la multitud,  dando voces.

Otro caso es el de Jacobo, o Santiago, el medio hermano del Señor Jesús. Note lo que dice en cuanto a él el texto en Gálatas 1:19-19. Después,  pasados tres años,  subí a Jerusalén para ver a Pedro,  y permanecí con él quince días;

Gal 1:19  pero no vi a ningún otro de los apóstoles,  sino a Jacobo el hermano del Señor.

En cuarto lugar, cuando se atribuye el término “mensajero” a personajes como Epafrodito en Filipenses 2:25 y Tito en 2 Corintios 8:23, se está usando una palabra que literalmente significa apóstol. Sucede que la palabra “mensajero” es la traducción de la palabra griega “apóstolos” que en otras partes se traduce como apóstol, porque mensajero también tiene que ver con ser un enviado o mensajero de otro. De manera que, efectivamente, Bernabé y Santiago, el medio hermano del Señor Jesús son llamados apóstoles, por haber sido enviados a proclamar la palabra de Dios, al igual que Epafrodito y Tito, aunque para ellos no se usa la palabra apóstol sino mensajero que es la traducción de la palabra que otras veces se traduce como apóstol. Bien se ha dicho que existen apóstoles con A mayúscula y son los doce, dentro de ellos Matías, más Pablo, y existen apóstoles con A minúscula, quienes son Bernabé, Santiago, Epafrodito, Tito y otros más, porque fueron enviados por alguna iglesia local a proclamar la palabra de Dios. Es tal vez en este sentido que algunos hoy en día se atribuyen el oficio de apóstol, aunque lamentablemente, con claras intenciones de aparecer como superiores a otros siervos de Dios.

La tercera consulta de nuestro amigo oyente es la siguiente: ¿Tocó María Magdalena a Jesús resucitado? Algunas versiones de la Biblia dicen que sí lo hizo.

Gracias por su consulta. Vamos a dar lectura al texto que se encuentra en Juan 20:11-18. La Biblia dice: Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro;  y mientras lloraba,  se inclinó para mirar dentro del sepulcro;

Joh 20:12  y vio a dos ángeles con vestiduras blancas,  que estaban sentados el uno a la cabecera,  y el otro a los pies,  donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.

Joh 20:13  Y le dijeron:  Mujer,  ¿por qué lloras?  Les dijo:  Porque se han llevado a mi Señor,  y no sé dónde le han puesto.

Joh 20:14  Cuando había dicho esto,  se volvió,  y vio a Jesús que estaba allí;  mas no sabía que era Jesús.

Joh 20:15  Jesús le dijo:  Mujer,  ¿por qué lloras?  ¿A quién buscas?  Ella,  pensando que era el hortelano,  le dijo:  Señor,  si tú lo has llevado,  dime dónde lo has puesto,  y yo lo llevaré.

Joh 20:16  Jesús le dijo:  ¡María!  Volviéndose ella,  le dijo:  ¡Raboni!  (que quiere decir,  Maestro).

Joh 20:17  Jesús le dijo:  No me toques,  porque aún no he subido a mi Padre;  mas ve a mis hermanos,  y diles:  Subo a mi Padre y a vuestro Padre,  a mi Dios y a vuestro Dios.

Joh 20:18  Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor,  y que él le había dicho estas cosas.

Cuando el Señor Jesús resucitado llamó a María Magdalena con ese tono familiar, ella le reconoció y le llamó Raboni, que significa Maestro. Inmediatamente debe haberse aferrado fuertemente a él y por eso el Señor Jesús le dijo: No me toques. Esta frase es la traducción de una frase en el idioma Griego que literalmente significa: deja de asirte de mí. Esto significa que María Magdalena debe haber estado asiendo al Señor Jesús. El Señor Jesús prosiguió comunicando a María Magdalena la razón para decirle que no le sigua asiendo: Porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. La razón para que María Magdalena deje de asir al Señor Jesús resucitado, es porque dentro de poco el Señor Jesús iba a subir a su Padre, y ya no iba a estar más físicamente en el mundo. María Magdalena no debía ilusionarse pensando que va a tener cerca físicamente al Señor Jesús para siempre. Pero los discípulos no iban a quedar solos cuando el Señor Jesús se vaya a su Padre porque el Padre iba a enviar el Consolador, el Espíritu Santo para que esté para siempre con los discípulos.

 

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