Desde Perú se ha comunicado con nosotros un amigo oyente para compartir lo siguiente: Ciertamente no se puede decir exactamente cuál es la edad de la tierra, pero teniendo en cuenta las edades que vivieron los primeros seres humanos y sus generaciones, y sin ánimo de ser fanático en esto de las edades descritas en la Biblia, pienso que se podría establecer que la tierra tiene poco más de seis mil años. Por favor les pido su opinión al respecto. Dios les bendiga.
Gracias por su consulta amable oyente. Como Usted y muchos de nuestros amigos oyentes conocen, la Biblia contiene genealogías que entre muchas cosas, sirven para tener al menos una idea aproximada de la edad de la tierra. No se puede ser muy preciso, como Usted bien lo indica, por cuanto no siempre se sabe con precisión cuántos años vivieron los personajes que aparecen en las genealogías y además de eso, no siempre determinado personaje es descendiente directo del anterior, sino tal vez un descendiente de segunda o tercera o más generaciones. Esto por la costumbre hebrea de llamar hijo a un descendiente, sin importar si es de primera o segunda o tercera o más generaciones. Alguien podría ser llamado hijo de otro, pero en realidad fue nieto o bisnieto o tataranieto. Pero de todas maneras, aún tomando en cuenta estas limitantes, se puede determinar un estimado de la edad de la tierra. Quienes han dedicado buena parte de su vida a investigar este asunto son dos distinguidos profesores de un importante seminario en Estados Unidos, el “Grace Theological Seminary”, los doctores John C. Whitcomb y James L. Boyer. Según ellos, aunque es difícil determinar con exactitud las fechas de lo que aconteció antes de Abraham, se puede ubicar los eventos importantes de la siguiente manera. La creación de Adán entre los años 9000 a 7000 AC. El diluvio universal entre los años 7000 y 5000 AC, la torre de Babel, entre los años 6000 a 4000 AC, el llamamiento de Abraham, por el año 2165 AC. De manera que, amable oyente, asumiendo que en el principio creó Dios los cielos y la tierra, tal cual como relata el primer versículo del primer libro de la Biblia, efectivamente, la tierra debe tener en la actualidad, entre 9000 y 11000 años. Nada que ver con los miles de millones de años que le asignan los que rechazando el creacionismo han abrazado la teoría humana llamada evolución.
La segunda consulta para el programa de hoy dice así: Cuando Cristo vino y murió por nosotros, nos instruyó que sigamos el Nuevo Testamento, ¿verdad? Si es así, ¿Por qué tenemos que leer el Antiguo Testamento? ¿Es como referencia, o como historia, o como qué? ¿Hay algunas partes del Antiguo Testamento que están vigentes? Si las hay, ¿Cuáles serían las más importantes?
Gracias por su consulta. Bueno, el Señor Jesús jamás dijo a sus discípulos que guarden sólo el Nuevo Testamento e ignoren el Antiguo Testamento. La Biblia es un Libro de libros, sesenta y seis en total, divididos en dos testamentos o pactos. Las designaciones Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, aunque no fueron usadas comúnmente hasta el final del siglo II de nuestra era, se centran en dos grandes pactos que Dios hizo con su pueblo. El pacto mosaico y el nuevo pacto. El Antiguo Testamento registra principalmente el comportamiento de Dios con el pueblo de Israel, basado en el pacto que hizo con ellos por medio de Moisés en el monte Sinaí. Las porciones anteriores del Antiguo Testamento hacen referencia a la creación de todo lo que existe, inclusive el hombre, el diluvio, el llamamiento de Abraham y la formación del pueblo de Israel a través de la línea genealógica de Isaac y Jacob. Después de relatar el establecimiento del Pacto Mosaico, el Antiguo Testamento registra la historia de la relación de Dios con Israel: su marcha por el desierto; la conquista de Canaán que quedó inconclusa, su vida bajo los jueces y reyes, incluyendo la división de la nación en los reinos del norte y del sur; las muchas advertencias proféticas sobre la inminente cautividad; las deportaciones y el retorno de Judá a su territorio. A lo largo del Antiguo Testamento, se extiende una línea de profecías concernientes a un Libertador-Salvador venidero, el Mesías, y a la institución de un nuevo Pacto. El cumplimiento de estas profecías constituye el tema del Nuevo Testamento. El nombre que se da a la segunda parte de la Biblia es: El Nuevo Testamento, que significa literalmente el Nuevo pacto. La palabra pacto significa un trato hecho por una de las partes que podía ser aceptado o rechazado por la otra parte involucrada, pero no cambiado. El Antiguo Testamento narra primordialmente el trato de Dios con Israel, basado en el pacto dado a través de Moisés en el monte Sinaí, mientras el Nuevo Testamento describe el nuevo arreglo de Dios con los hombres a través de Cristo, basado en el Nuevo Pacto. El pacto antiguo reveló la santidad de Dios en la norma justa de la Ley y prometió que vendría un Redentor, el Nuevo Pacto muestra la santidad de Dios en su Hijo justo. Así que el Nuevo Testamento contiene los escritos que revelan el contenido del este Nuevo Pacto. El mensaje del Nuevo Testamento se centra en la persona que se dio para la remisión de pecados, es decir Cristo, y las personas que han recibido su salvación, es decir la iglesia. Así que el tema central del Nuevo Testamento es la salvación. Los Evangelios presentan al Salvador, el libro de Los Hechos describe la propagación de las buenas nuevas de su salvación por una gran parte del mundo mediterráneo del primer siglo DC. Las epístolas dan detalles de las bendiciones de esa salvación, y el Apocalipsis da una visión anticipada de la culminación de la salvación. De manera que, amable oyente, no se puede de ninguna manera desechar el Antiguo Testamento porque es como una especie de preparación de todo lo que se sostiene en el Nuevo Testamento. Obviamente, hay ciertas cosas en el Antiguo Testamento que se aplican exclusivamente a la nación de Israel y por tanto la iglesia no está obligada a cumplirlas. Cuando se estudia la Biblia es indispensable ubicarse bien dentro de ella, para determinar con precisión a quién o a quienes está hablando determinada parte de ella. Toda la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis es la palabra de Dios y debe ser oída, leída, estudiada, meditada y memorizada. Muchos de los principios espirituales que aparecen en el Antiguo Testamento se repiten en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, nueve de los diez mandamientos de la Ley de Moisés, aparecen también como mandamientos en el Nuevo Testamento. El único mandamiento de los diez mandamientos del Antiguo Testamento que no aparece en el Nuevo Testamento es el cuarto, aquel que tiene que ver con guardar el séptimo día de la semana como día de reposo, por eso es que la iglesia no guarda el séptimo día de la semana como día de reposo.
La tercera consulta dice así: Leí un artículo según el cual los dinosaurios perecieron el diluvio. Pero mi pregunta es la siguiente: ¿Cómo puede ser posible esto si Dios ordenó a Noé que salvase macho y hembra de cada especie, para preservar todas las especies en la tierra?
Hasta donde se sabe, por la información arqueológica, los dinosaurios fueron animales de gran tamaño. Es muy posible que Noé haya guardado huevos de dinosaurios en el arca, o tal vez dinosaurios de corta edad, antes que alcancen el gran tamaño una vez adultos. En todo caso, los fósiles de dinosaurios que se han encontrado, corresponden a los dinosaurios que perecieron en el diluvio, es decir, aquellos que no entraron en el arca de Noé. ¿Por qué no existen dinosaurios hoy en día? ¿Por qué no se han reproducido hasta la actualidad los dinosaurios que deben haber entrado al arca de Noé? La razón más probable es porque las condiciones de la tierra después del diluvio fueron muy diferentes a las que eran antes del diluvio y estas nuevas condiciones no favorecieron la permanencia de los dinosaurios sobre la faz de la tierra.
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