Por medio del correo electrónico nos ha llegado la siguiente consulta: Les escribo para plantearles algunas inquietudes acerca de Apocalipsis 21:24. Este versículo nos dice que habrá naciones gobernadas por reyes que tendrán acceso a la nueva Jerusalén. Esta afirmación me crea ciertas inquietudes que me gustaría compartir con ustedes para que me las aclaren. La primera es la siguiente: ¿Quiénes forman estas naciones? ¿Son seres humanos como lo somos nosotros? ¿Son personas con cuerpos transformados? Personalmente opino que estas naciones se refiere a todas aquellas personas que no se unieron a la rebelión de Gog y Magog, rebelión que fue dirigida por Satanás al final del periodo milenial. ¿Estoy en lo cierto?

Gracias por su consulta amable oyente. Lo que necesita tomar en cuenta es que cuando comienza el relato en el capítulo 21 de Apocalipsis, todos los pecadores de todas las edades, todos los demonios, Satanás, el Anticristo y el falso profeta, estarán confinados para siempre en el lago de fuego. Además el universo entero habrá sido destruido en fuego y Dios habrá creado un nuevo universo, lo cual será la morada eterna de los redimidos de Dios. A esto se refiere Apocalipsis 21:1 donde dice: Vi un cielo nuevo y una tierra nueva;  porque el primer cielo y la primera tierra pasaron,  y el mar ya no existía más.

Según esto, el universo entero, tal cual como se lo conoce hoy, será destruido. Observe lo que tenemos en 2 Pedro 3:10-13. La Biblia dice: Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche;  en el cual los cielos pasarán con grande estruendo,  y los elementos ardiendo serán deshechos,  y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.  Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas,  ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir  esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios,  en el cual los cielos,  encendiéndose,  serán deshechos,  y los elementos,  siendo quemados,  se fundirán!  Pero nosotros esperamos,  según sus promesas,  cielos nuevos y tierra nueva,  en los cuales mora la justicia.

La antigua creación será entonces reemplazada por una nueva creación, una creación que durará para siempre. Esto será el cumplimiento de lo que Dios prometió en el Antiguo Testamento. Salmo 102:25-26 dice: Desde el principio tú fundaste la tierra, 

 Y los cielos son obra de tus manos.  Ellos perecerán,  mas tú permanecerás; 

 Y todos ellos como una vestidura se envejecerán; 

 Como un vestido los mudarás,  y serán mudados;

La nueva creación también será el cumplimiento de lo que Dios prometió en el Nuevo Testamento. Hebreos 1:10-12 dice: Y:

Tú,  oh Señor,  en el principio fundaste la tierra, 

 Y los cielos son obra de tus manos.  Ellos perecerán,  mas tú permaneces; 

Y todos ellos se envejecerán como una vestidura,  Y como un vestido los envolverás,  y serán mudados; 

 Pero tú eres el mismo, 

 Y tus años no acabarán.

Dice el texto en Apocalipsis 21:1 que en la nueva creación, el mar ya no existía más. En la creación actual, tres cuartos de la superficie terrestre está cubierta de agua, pero en la nueva creación ya no será así. La nueva creación será totalmente diferente, tan diferente que ya no necesitará del mar. Es así como, a partir de Apocalipsis 21:2 en la cronología de Apocalipsis, tanto los santos del Antiguo Testamento, como los santos de la iglesia, los santos de la tribulación, y los santos del milenio estarán morando en lo que el Nuevo Testamento llama La Nueva Jerusalén. Es entonces cuando Juan describe la consumación de todas las cosas en Cristo y el descenso de la Nueva Jerusalén sobre los nuevos cielos y la nueva tierra. Apocalipsis 21:2 dice: Y yo Juan vi la santa ciudad,  la nueva Jerusalén,  descender del cielo,  de Dios,  dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

A continuación, Juan describe lo que será la Nueva Jerusalén. Esto aparece entre Apocalipsis 21:3 hasta Apocalipsis 22:5. Tenga en mente entonces como se manifiesta el panorama, amigo oyente. Todos los incrédulos estarán en el infierno o el lago de fuego. Todos los creyentes estarán en la santa ciudad, la nueva Jerusalén. La creación actual habrá sido destruida y Dios habrá creado nuevos cielos y nueva tierra. La nueva Jerusalén entonces descenderá sobre esos nuevos cielos y nueva tierra. Es decir que el versículo que a usted le interesa, Apocalipsis 21:24 corresponde a la descripción de la nueva Jerusalén. Permítame leer este texto. La Biblia dice: Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella;  y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.

La palabra que se ha traducido como “naciones” no necesariamente denota países o un territorio dividido por líneas fronterizas. En el idioma en que se escribió el Nuevo Testamento, es la palabra “ethnos” que denota una multitud, o simplemente “gente”. Se refiere a las personas redimidas de cada nación o grupo étnico que morará en la tierra a la luz de la ciudad celestial, la nueva Jerusalén. En la nueva Jerusalén no habrá más fronteras o divisiones políticas. En la nueva Jerusalén no habrá ningún tipo de distinción por ninguna clase. Todos seremos pueblo de Dios. Así que, amable oyente, las naciones que habiendo sido salvadas andarán a la luz de la nueva Jerusalén, se refiere a los creyentes durante el reino milenial en la tierra. Los reyes de la tierra trayendo gloria y honor a la nueva Jerusalén, se refiere a la exaltación que recibirá la nueva Jerusalén por parte de las personas poderosas durante el reino milenial en la tierra.

La segunda inquietud de nuestro amigo oyente dice lo siguiente: En Apocalipsis 21:1 se nos menciona del cielo nuevo y tierra nueva. ¿Será que nuestro planeta actual va a ser destruido para crear uno nuevo? ¿Es literal esta posición? ¿O acaso podríamos pensar en una renovación del sistema ecológico y planetario al punto que podríamos llamar cielo nuevo y tierra nueva?

Gracias una vez más por su consulta amigo oyente. Cuando en Apocalipsis 21:1, un texto que ya lo leímos para aclara su inquietud anterior, se habla de que el primer cielo y la primera tierra pasaron, se lo debe entender en su sentido totalmente literal. El Nuevo Testamento inclusive provee información acerca de la manera como va a ser destruido el primer cielo y la primera tierra. El primer cielo y la primera tierra serán destruidos por fuego. Eso es lo que dice 2 Pedro 3:10-13 donde dice: Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche;  en el cual los cielos pasarán con grande estruendo,  y los elementos ardiendo serán deshechos,  y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.  Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas,  ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,  esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios,  en el cual los cielos,  encendiéndose,  serán deshechos,  y los elementos,  siendo quemados,  se fundirán!  Pero nosotros esperamos,  según sus promesas,  cielos nuevos y tierra nueva,  en los cuales mora la justicia.

Usted podrá notar que se trata de destrucción total en fuego de los presentes cielos y la presente tierra. Esto es necesario para que Dios cree cielos nuevos y tierra nueva. No se trata de una restauración de lo antiguo sino de una nueva creación, luego de que todo lo antiguo ha sido destruido. A modo de reflexión, no tiene sentido gastarnos la vida haciendo tesoros en este mundo, porque algún día, tal vez más pronto de lo que pensamos, todo lo que existe en este mundo va a ser destruido por el fuego. Lo sensato es hacernos tesoros en el cielo donde no hay peligro de que alguna vez se destruyan.

La tercera inquietud de nuestro amigo oyente es la siguiente: Si tomamos como literal la expresión: “porque el primer cielo y la primera tierra pasaron”, debemos hablar entonces de la exterminación de nuestro planeta, y del sistema solar y del universo en general. Entonces ¿Dónde habitarán los sobrevivientes del milenio, es decir aquellos que no se unieron a la rebelión de Gog y Magog? ¿Serán transpuestos al otro mundo? ¿Serán transformados sus cuerpos? ¿Serán ellos los que necesiten la sanidad de la que habla Apocalipsis 22:2?

Gracias por la oportunidad de clarificar este asunto. Hasta donde se puede discernir, la destrucción del presente cielo y la presente tierra, ocurrirá al final del reino milenial de Cristo en la tierra. Esto significa que para cuando Dios destruya el presente cielo y la presente tierra con fuego, en el planeta tierra no habrá ningún ser humano. Todos los incrédulos estarán en el lago de fuego acompañados de Satanás, del Anticristo y del Falso Profeta. Los creyentes de todas las épocas de la humanidad, es decir los del Antiguo Testamento, los de la iglesia, los de la tribulación y los del milenio, estarán con Dios en la nueva Jerusalén. La Biblia no revela con claridad la manera como los santos del milenio llegan a la nueva Jerusalén, pero es muy factible que ocurra algo semejante al rapto de la iglesia, es decir una transformación para que lo mortal se vista de inmortalidad. No se puede ser dogmático en cuanto a esto último, porque como mencioné la Biblia no lo ha revelado.

 

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