Desde Cochabamba, Bolivia se ha comunicado con nosotros un amigo oyente, quien luego de felicitarnos por nuestro ministerio nos hace la siguiente consulta: No soy cristiano y mi situación por tal motivo es crítica. ¿Cómo debo proceder al arrepentimiento? ¿Cómo puedo tener la certeza de ser salvo? Yo escucho música cristiana, algunas prédicas en emisoras cristianas, pero aún no sé lo que debo hacer para ser salvo, o dar el paso de fe. Aquí en Bolivia existe un canal cristiano de televisión en el cual se puede ver testimonios de sanidades milagrosas y conversiones al cristianismo. En dichas conversiones las personas lloran, gritan y se desmayan. ¿Debe mi conversión producir estas cosas?
Gracias por su consulta amable oyente. Es obvio que por diversos medios Dios ha estado hablando a su corazón en cuanto a su situación espiritual y la solución que Dios ofrece en la persona del Señor Jesucristo. Dios es muy versátil para hablar al pecador acerca de su necesidad de salvación. En su caso, Dios ha utilizado la música cristiana, los programas cristianos por la radio, como el programa radial “La Biblia Dice…”, los mensajes y testimonios en un canal cristiano de televisión, y aunque Ud. no lo ha mencionado, es probable que alguien le haya hablado personalmente. Por su amor al pecador, Dios no escatima esfuerzos para alertar al pecador del peligro espiritual en el que se encuentra. Es natural entonces que Ud. se esté haciendo esas preguntas cruciales: ¿Cómo debo proceder al arrepentimiento? ¿Cómo puedo tener la certeza de ser salvo? Pues bien, en la Biblia se relata el caso de un personaje que tenía las mismas inquietudes que Ud. Se trata del carcelero en una ciudad muy antigua que se llamaba Filipos. Este carcelero recibió el encargo de vigilar a dos presos que la gente de aquel lugar consideraba peligrosos, pero en realidad estos presos eran siervos fieles de Dios. Estos dos siervos de Dios eran el apóstol Pablo y Silas. Fiel a su trabajo como carcelero, este hombre metió a Pablo y Silas al calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. El cepo es un instrumento de tortura para atormentar a los presos. Pero en lugar de lamentar por su dolorosa situación, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios. La Biblia dice que todos los presos y ciertamente también el carcelero, estaban oyendo las oraciones y los cánticos de Pablo y de Silas. De repente, siendo la media noche, vino un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, se abrió el cepo y las cadenas de todos los presos se soltaron. Despertando de su shock, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, el carcelero de Filipos sacó la espada y se iba a matar pensando que los presos habían huido. En esos tiempos, si escapaba un preso, el guarda que le estaba cuidando tenía que responder con su vida. Por eso es que el carcelero de Filipos intentó suicidarse. Menos mal que Pablo intervino y a gritos dijo al carcelero: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. Incrédulo, el carcelero de Filipos tomó una antorcha y se precipitó dentro de la cárcel, temblando y cuando se encontró con Pablo y Silas se postró a sus pies. Debe haber sido un momento emocionante. El carcelero de Filipos ya no tenía que pagar con su vida por la huída de los presos bajo su cuidado. Consciente de que todo lo que había pasado era una obra de Dios, el carcelero de Filipos sacó de la cárcel a Pablo y Silas y les hizo una pregunta semejante a la suya, amigo oyente: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Veamos cuál fue la respuesta de Pablo y Silas. Es la misma respuesta que Ud. necesita oír, amable oyente. Leo en Hechos 16:31-32. La Biblia dice: Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.
Lo único que necesitaba el carcelero de Filipos para ser salvo era creer en el Señor Jesucristo. La salvación no resulta de seguir algún rito en algún lugar, bajo la dirección de alguna persona. La salvación tampoco resulta de afiliarse a alguna religión, cualquiera que sea. La salvación tampoco resulta de ser bueno en la vida. La salvación resulta de creer. Creer tiene que ver con dar como un hecho lo que Dios dice en su palabra, la Biblia. Por eso es que Pablo y Silas hablaron la palabra del Señor al carcelero de Filipos y a todos los que estaban en su casa. Es indispensable por tanto que Ud. crea lo que Dios dice en la Biblia en cuanto a la condición espiritual del pecador. Note lo que dice Romanos 3:22-23 Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Dios dice que todo ser humano es pecador y por tanto está separado de Dios. ¿Cree Ud. esto? Si cree, ha dado el primer paso para ser salvo. Es indispensable también que Ud. crea lo que dice la Biblia en cuanto al peligro en el que se encuentra el pecador a causa de su pecado. Note lo que dice Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
El castigo, o la paga por el pecado es la muerte en su sentido más amplio, es decir una eterna separación de Dios. El pecador está separado de Dios en este mundo a causa de su pecado y si muere físicamente en ese estado, lo único que le espera es condenación eterna en el infierno. Es lo que la Biblia llama la muerte segunda. ¿Cree Ud. esto? Si cree, ha dado el segundo paso para ser salvo. Es indispensable también que Ud. crea lo que dice la Biblia en cuanto a la obra que hizo Dios para salvar por amor al pecador. Note lo que dice Romanos 5:8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Dios ama al pecador y por ese amor, dio a su Hijo unigénito para que tome el lugar del pecador y muera como si fuera el mismo pecador en la cruz del Calvario. Cristo murió por, o en lugar de nosotros dice el texto. En la cruz del Calvario, el Hijo de Dios tomó mi lugar, y murió en mi lugar, de modo que yo pueda ser libre de tener que pagar con la muerte por mi pecado. ¿Cree Ud. que el Señor Jesucristo tomó su lugar para morir en lugar de Ud. en la cruz, de modo que Ud. no tenga que morir eternamente a causa de su pecado? Si lo cree habrá dado el tercer paso para ser salvo. También es indispensable que crea lo que dice la Biblia en cuanto a cómo apropiarse de lo que el Señor Jesucristo al morir en la cruz del Calvario. Note lo que dice Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
Para apropiarse o hacer una realidad en uno, el beneficio de la muerte del Señor Jesucristo en la cruz del Calvario, es necesario recibir al Señor Jesucristo como Salvador. ¿Cree Ud. esto? Si lo cree, en este mismo instante debe hablar con Dios para decirle que desea recibir al Señor Jesucristo como Salvador. Si lo hace, habrá dado el paso de fe. Como resultado, es salvo. Note lo que dice Juan 6:40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
No lo digo yo, sino Dios por medio de su palabra. Si Ud. ha depositado su fe en la persona y obra del Señor Jesucristo, es instantáneamente, totalmente y eternamente salvo. Esto es lo que dice Dios y el no puede mentir. La seguridad de la salvación no depende de las emociones, de cómo Ud. se siente. La seguridad de la salvación depende de la obra perfecta y completa que hizo el Señor Jesucristo al morir en la cruz del Calvario, y del testimonio que da la palabra de Dios cuando dice: Todo aquel que cree en el Hijo tiene vida eterna. Su parte en todo esto no es otra sino creer en la infalible palabra de Dios. No descanse en sus sentimientos en cuanto a su salvación sino en los hechos que constan en la palabra de Dios. Parte de sus dudas tienen que ver con lo que ha visto en un canal cristiano de televisión en el cual la gente que recibe al Señor Jesucristo como Salvador, grita, llora y se desmaya. Tal vez no ha visto que también suelen entrar en un estado como de éxtasis, en el cual actúan totalmente sin control. Bueno, amable oyente, estas manifestaciones no necesariamente provienen de Dios o del Espíritu Santo porque perfectamente pueden provenir de la propia persona, cuando sus emociones son hábilmente manipuladas o tristemente pueden provenir del mundo espiritual maligno. Como ya señalé, la salvación resulta de depositar la fe en la persona y obra del Señor Jesucristo y esto no siempre produce conductas como las que Ud. ha sido testigo por la televisión cristiana de su país. De modo que si al recibir al Señor Jesucristo como su personal Salvador no experimenta un calorcito que le recorre el cuerpo, ni le dan ganas de gritar, ni le provoca llorar a cántaros, ni se desmaya, ni comienza a sacudirse con violencia, no se preocupe, no hay ningún problema, Ud. es salvo porque ha creído en lo que Dios dice en su palabra y punto.
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