Desde ciudad de Guatemala, Guatemala, se ha comunicado con nosotros a través del correo electrónico, una amiga oyente para hacernos el siguiente pedido: ¿Podrían enviarme algunas fotos de los gigantes de los cuales habla la Biblia? ¿Qué estatura tenían?
Gracias por haberse comunicado con nosotros amiga oyente. Lamentablemente no podemos satisfacer su pedido en cuanto a enviarle fotos de los gigantes de los cuales habla la Biblia. Como usted sabe, la fotografía es un invento relativamente moderno y los gigantes de los cuales habla la Biblia, vivieron hace varios miles de años. Pero lo que sí podemos hacer es compartir con usted lo que la Biblia dice sobre los gigantes. El Antiguo Testamento, exclusivamente, no el Nuevo Testamento, habla con frecuencia de hombres de la antigüedad cuya fortaleza física y estatura les ganó el nombre de gigantes, traducción de tres términos hebreos. El primero, nephilim, etimológicamente significa caer, y se refiere a seres ante quienes alguien se postra o cae en admiración. Se usa también para hablar de hombres de renombre. Esta palabra aparece únicamente en dos textos en el Antiguo Testamento, en Génesis 6:4 y Números 13:33. El segundo término es Gibborim. Significa “los fuertes” o “los héroes” La traducción “gigantes” tal vez no es la mejor. El tercer término es rephaim. Este es el equivalente exacto de “gigantes” y se refiere a ciertos antiguos habitantes de Canaan, según aparece en varios pasajes, como este en 2 Samuel 21:20-22 donde dice: Después hubo otra guerra en Gat, donde había un hombre de gran estatura, el cual tenía doce dedos en las manos, y otros doce en los pies, veinticuatro por todos; y también era descendiente de los gigantes. Este desafió a Israel, y lo mató Jonatán, hijo de Simea hermano de David. Estos cuatro eran descendientes de los gigantes en Gat, los cuales cayeron por mano de David y por mano de sus siervos.
Goliat, a quien mató David, fue uno de los ejemplares de estos rephaim. Otro gigante de los rephaim fue Og. Note lo que dice sobre él Deuteronomio 3:11. Porque únicamente Og rey de Basán había quedado del resto de los gigantes. Su cama, una cama de hierro, ¿no está en Rabá de los hijos de Amón? La longitud de ella es de nueve codos, y su anchura de cuatro codos, según el codo de un hombre.
La cama donde dormía este gigante, medía como cuatro metros de largo y como 1,8 metros de ancho. Imagine el tamaño que debe haber tenido este gigante. La Biblia da a conocer la estatura del gigante Goliat. Note lo que dice 1Samuel 17:4 Salió entonces del campamento de los filisteos un paladín, el cual se llamaba Goliat, de Gat, y tenía de altura seis codos y un palmo.
Un codo equivale a 45 centímetros y un palmo equivale a 22,5 centímetros. Es decir que Goliat tenía nada más y nada menos que 2 metros con 92 centímetros de estatura. Después del tiempo de David, ya no se menciona a los gigantes rephaim.
La segunda consulta para el programa de hoy dice así: «¿Qué significa ser lleno del Espíritu Santo?».
La clave para una adecuada definición de lo que es ser lleno del Espíritu se encuentra en Efesios 5:18 donde leemos lo siguiente: «No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu.» En este texto, a la par de contrastar la embriaguez con la llenura del Espíritu Santo, también se hace una comparación y es esta comparación la que nos proporciona la clave para entender el significado de la llenura del Espíritu Santo. La comparación se refiere al control o la dirección. La persona ebria está sometida al control del alcohol que ha consumido. Como consecuencia de ello piensa y actúa de maneras que normalmente le resultarían extrañas. De igual modo la persona que está llena del Espíritu Santo está bajo el control de dicho Espíritu y también actúa de maneras que no le son naturales. Esto, por supuesto, no quiere decir que dichas maneras de actuar son descontroladas o anormales, sino que la persona se comporta de un modo distinto al que tenía en su vieja vida. De modo que, estar lleno del Espíritu Santo significa simplemente estar sometido a la dirección de dicho Espíritu. Es necesario indicar también que la llenura del Espíritu Santo no es una opción para el creyente sino un mandato. El texto que leímos en Efesios 5:18 contiene el verbo conjugado en modo imperativo «sed llenos» y esto significa una orden. Por tanto, se espera que todo creyente sea lleno del Espíritu, y de no serlo, entonces se debe considerar como pecado, por cuanto equivale a desobedecer un mandamiento de la palabra de Dios. Otra característica notable de la llenura del Espíritu Santo es que se trata de una experiencia que se repite. El verbo que expresa el mandato a ser llenos, en su forma griega está en tiempo presente y comunica la idea de que debe ser algo continuo, una manera de entender esta orden sería: «Continuamente sed llenos del Espíritu Santo». El hecho de que se puede repetir la experiencia constituye una bendición, porque si así no fuera, ningún creyente permanecería lleno del Espíritu Santo por mucho tiempo, porque el pecado interrumpe el dominio del Espíritu. En cuanto al resultado de ser lleno del Espíritu Santo, existe la idea equivocada de que la llenura del Espíritu Santo se manifiesta en hablar en lenguas, en hacer milagros, en desmayarse, en realizar sanidades, en interpretar lenguas y cosas por el estilo. Es decir en actos sobrenaturales. Pero un cuidadoso estudio del resultado de ser lleno del Espíritu Santo va a mostrar que la llenura del Espíritu Santo no se manifiesta en una capacidad para realizar cosas sobrenaturales, sino en un carácter semejante al de Cristo, mostrando el fruto del Espíritu Santo según aparece en Gálatas 5:22-23. La llenura del Espíritu Santo se manifiesta también en una vida de adoración y alabanza según Efesios 5:18-20 y por último en una vida de sumisión a los demás, según Efesios 5:21. La gran pregunta es: ¿Cómo puede un creyente lograr la llenura del Espíritu Santo? La única manera amigo oyente es por medio de una obediencia incondicional a lo que Dios ha dicho en su palabra la Biblia. Resumiendo entonces, ser lleno del Espíritu Santo significa que el creyente está sometido a la dirección del Espíritu Santo. Esto es un mandato en la Biblia y debe ser cumplido por todos los creyentes. Un creyente lleno del Espíritu Santo manifiesta esa llenura, no por medio de realizar eventos prodigiosos, sino por medio de exhibir un carácter semejante al de Cristo Jesús, agradeciendo a Dios en todo, adorando y alabando a Dios siempre y sometiéndose a los demás.
La tercera consulta para el programa de hoy dice así: Por favor explíqueme el significado del texto en 1 Corintios 15:29.
Este pasaje es uno de los más obscuros de toda la Biblia en cuanto a su significado. De todas formas, me gustaría compartir con Ud. lo que sinceramente creo que significa. 1º Corintios 15:29 dice: «De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿por qué pues, se bautizan por los muertos?» Como antecedente, el contexto en el cual aparece este pasaje tiene que ver con la esperanza de resurrección que poseemos todos los creyentes. Algunos creyentes de Corinto fueron inducidos a dudar de la resurrección de los muertos y por tanto Pablo tuvo que corregir este error. Como ya hemos señalado, se han propuesto varias interpretaciones del versículo que fue leído. Una de ellas afirma que este texto enseña que los creyentes vivos pueden bautizarse en lugar de otros creyentes que han muerto sin haber pasado por este rito, pero no estamos de acuerdo con esta interpretación y en consecuencia la rechazamos por cuanto no tiene el apoyo de otros pasajes de la Escritura. Siempre será riesgoso fundamentar una creencia en un solo texto de obscura interpretación sin tener el apoyo de otros textos dentro de la misma Biblia. Otra interpretación del texto en cuestión afirma que el bautismo por los muertos significa que en el bautismo en agua que todos los creyentes hemos tenido, reconocemos que hemos muerto a nosotros mismos. Esto es bíblicamente correcto, porque uno de los simbolismos del bautismo en agua es justamente que hemos muerto al mundo y a nosotros mismos, pero el problema con esta interpretación es que no cuadra con el contexto. Recuerde que el contexto del versículo tiene que ver con la resurrección de los muertos. La interpretación más ampliamente aceptada y que se ciñe al contexto es aquella que afirma lo siguiente: Cuando Pablo escribió estas palabras, estaba teniendo lugar una feroz persecución en contra de aquellos que públicamente admitían su compromiso con Jesucristo. Esta persecución era especialmente cruel contra los creyentes que daban testimonio público de su fe por medio del bautismo en agua. A menudo sucedía que los que acababan de dar testimonio público de su fe por medio del bautismo en agua, inmediatamente eran arrestados y martirizados. Pero esto, de ninguna manera hizo que los creyentes fieles retrocedan y eviten el bautismo en agua. Mas bien parece que la persecución brutal incentivaba a muchos nuevos creyentes a revestirse de un santo valor para bautizarse en agua aun bajo el riesgo de ser martirizados inmediatamente. Era como si hubiera siempre nuevos reemplazos de aquellos que habían sucumbido en el martirio. Cuando uno de esos nuevos creyentes se bautizaba estaba muy consciente que estaba tomando el lugar de un creyente que había muerto. De modo que los muertos, en este texto, se refiere a aquellos que entregaron su vida por el testimonio de Jesucristo. El razonamiento de Pablo es en el siguiente lineamiento: Sería absurdo que los creyentes se bauticen en agua para reemplazar a los que han muerto martirizados si no hubiera una esperanza real en la resurrección de los muertos. Nadie se sacrifica por una causa perdida. Por eso Pablo termina diciendo: ¿por qué, pues, se bautizan por los muertos?
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