Existen miles de razones para alabar a Dios, miles de momentos para cantar y reconocer su misericordia y su bondad. El punto está en el hecho de hacer un alto a nuestras actividades y el mundo en sí para ver todo lo que Dios ha hecho y alabarle.

No dejes pasar la oportunidad de reconocer a Dios en cada momento de tu vida. A veces no nos percatamos de su obrar porque estamos demasiado ocupados en nuestros propios asuntos o problemas, no vemos lo que Dios hace y por lo tanto no podemos darle las gracias ni la gloria de lo que ocurre. Acércate hoy y detente a darle gloria.

¿Qué está pasando a tu alrededor?, ¿Puedes ver a Dios en medio de eso?