Gracias por su consulta. Los únicos seres humanos creados por Dios han sido Adán y Eva. Todos los demás seres humanos descienden de esta pareja. De modo que debemos sacar de nuestra mente la idea que Dios tuvo que crear una mujer para que sea la esposa de Caín. Una vez creados, Dios mandó a Adán y Eva a fructificar y multiplicarse.

Génesis 1:27-28 dice: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”

En cumplimiento de este mandato de Dios, Adán y Eva tuvieron hijos, primeramente a Caín y después a Abel. La Biblia relata el trágico final de la vida de Abel, pues fue asesinado por su propio hermano Caín. Pero Caín y Abel no fueron los únicos hijos de Adán y Eva.

Note lo que dice Génesis 5:3-5. “Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, llamó su nombre Set. Fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió.”

Una pareja que vive tantos años, debe haber tenido un buen número de descendientes. Los descendientes directos de Adán y Eva deben haber tenido descendencia entre hermanos, tíos y sobrinas. A medida que trascurría el tiempo, entre parientes más lejanos.

Viviendo hoy, miles de años después de estos hechos, se nos hace repulsiva la idea de procreación entre parientes tan cercanos. Pero en los albores de la humanidad, eso no revestía ningún problema. La composición genética de Adán y Eva y sus descendientes era tal que no representaba riesgo alguno el que tengan descendencia entre hermanos o parientes cercanos. Además, eso fue lo que les ordenó Dios para esa época.

No fue sino, miles de años después de la creación, que Dios prohibió las uniones matrimoniales entre parientes, tal como dice Levítico 18:6. “Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su desnudez. Yo Jehová”. Un hecho que confunde a muchos, es lo que afirma Génesis 4:17, donde dice: “Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc.”

Como consecuencia de su pecado de asesinato en contra de su hermano Abel, Caín fue arrojado de la presencia de Jehová y se fue a una tierra distante, al oriente de Edén. Fue allí donde Caín conoció a su mujer. Cuando el texto habla de conocer, no está afirmando que Caín se encontró por primera vez con la que iba a ser su mujer. Lo que está afirmando es que Caín tuvo relaciones sexuales con su mujer.

¿Cómo llegó esta mujer a esa tierra distante? La Biblia no lo revela. Tal vez Caín mismo se la llevó consigo y consumó su unión con ella una vez que llegaron al lugar donde les pareció que podían establecerse.