¿Por qué todas las iglesias evangélicas hacen énfasis en todos los mandamientos excepto en el que habla acerca del día de reposo?

Los creyentes no tenemos un día de reposo a la usanza de los judíos bajo la ley de Moisés. El Domingo, el primer de la semana, no es el día de reposo de los creyentes. Guardar cualquier día como día de reposo está expresamente prohibido para los creyentes. Antes que me tilde de hereje, ponga atención a lo que dice Colosenses 2:16-17 “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.” En este pasaje bíblico, Pablo está advirtiendo a los Colosenses en cuando a cambiar su libertad en Cristo por un conjunto de inútiles reglas de manufactura humana. Es lo mismo que dijo según Gálatas 5:1 donde leemos: “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.” Los falsos maestros que estaban asolando la iglesia en Colosas estaban pretendiendo obligar a los creyentes gentiles a cuidarse de comer cosas inmundas, tal cual como lo hacían los judíos bajo la ley de Moisés. Pablo dice: No… Lo que la ley de Moisés establecía en cuanto a hacer diferencia entre un alimento limpio y un alimento impuro, ya no se aplica a los que no estamos bajo la ley sino bajo la gracia. Pablo es firme cuando dice: Nadie os juzgue en comida o en bebida. Además de esto, los falsos maestros en Colosas, estaban pretendiendo obligar a los creyentes gentiles en Colosas a que vuelvan a celebrar las fiestas judías. A eso se refiere Pablo cuando dice: Nadie os juzgue en cuanto a días de fiesta.

Los creyentes gentiles no tenemos en absoluto necesidad de celebrar las fiestas judías como la pascua, pentecostés, tabernáculos, y todo lo demás. Los falsos maestros también estaban tratando de obligar a los creyentes gentiles a fijarse bien en el calendario judío para saber cuándo es luna nueva, de modo que puedan hacer los sacrificios mensuales que se realizaban el primer día de cada mes. Todo según lo que ordenaba la ley de Moisés. Pablo dice: Nadie os juzgue en cuanto a luna nueva.

Por último, y esto directamente sobre lo que nos concierne, los falsos maestros estaban tratando de obligar a los creyentes gentiles de Colosas a que guarden el séptimo día como día de reposo. Pablo dice: Nadie os juzgue en cuanto a días de reposo. La conclusión obvia es que los creyentes no tenemos que guardar ningún día como día de reposo. Luego Pablo da la razón por la cual los creyentes no tenemos que someternos a las regulaciones de la ley de Moisés.

Es porque todo lo que contempla la ley de Moisés es sombra de lo que estaba por venir. Cuando se dio la ley de Moisés, lo que estaba por venir es Cristo Jesús. La ley de Moisés era la sombra que era proyectada por el cuerpo, que es Cristo Jesús. Pero cuando vino Cristo Jesús, ya no es necesario someterse a la sombra. ¿Por qué ocuparse de una sombra cuando podemos ocuparnos con el cuerpo que proyecta esa sombra? Por esto los creyentes  ya no tenemos que someternos a la ley de Moisés con sus cientos de mandamientos y preceptos.