Solemos ser injustos cuando no reconocemos el amor de Dios hacia nosotros, somos tan ingratos porque muchas veces nos atribuimos los logros en nuestras vidas y dejamos a Dios a un lado. Es fácil no reconocer el amor de Dios, sólo debes dejar que tu ego tome el control de tu vida y pensamientos y pronto verás que Dios pasa a un segundo plano.

Cada día debemos mirar nuestro pasado y recordar de dónde venimos, y que todo lo que somos ahora es sólo por la gracia y misericordia de Dios. Reconocer el amor de Dios en nosotros por todo lo que tenemos, somos y hacemos. En nuestras propias fuerzas todo se mancha con el pecado y nuestras pasiones, pero si miramos bien veremos que todo lo bueno en nosotros es fruto del obrar de Dios. Reconoce y dale gloria a Dios por su amor en ti cada día.

Escribe 5 muestras de Amor de Dios que recibiste hoy.