En la vida cristiana es importante tener gente en cada línea de batalla.

Algunos dirán: no es necesario, yo puedo solo. Pero la verdad es que la cooperación y apoyo de otros hermanos es importante en la iglesia.

Nehemías había distribuido su gente en diferentes frentes y con funciones específicas. Y lo que más me gusta de este pasaje es que los “jefes”, los líderes, los guías; estaban con ellos.

Una de las quejas más recurrentes es que los jefes no tienen tiempo suficiente para estar junto a los que construyen o pelean, a veces, ellos están muy inmersos en sus actividades ministeriales, sus proyectos o sus redes sociales que se olvidan de acompañar a los que están en las primeras líneas de batalla.

Así que dos claves fundamentales en la vida cristiana es que: 1- no estás solo y no debes estar solo. Y 2- debes contar con gente a tu lado. Gente que te defienda, que construya, que te guíe. Piénsalo con una taza de café en tu mejor momento.

¿Qué lugar ocupas en la batalla?
¿eres de los que portan armas o tienes una pala en la mano?
¿eres el líder que acompaña a los que trabajan en la obra?