Ir con mucho, tener mucho, pensar que sabes más que el resto terminan siendo lastres en tu vida espiritual y servicio. Conozco gente que se llena la boca de sus títulos, cargos en un ministerio o habilidades y terminan siendo ladrones de la gloria de Dios porque se atribuyen a sí mismos las victorias y no a Dios.

Dios puede quitarte cosas para que aprendas que debemos depender de Él en todo momento. El apóstol Pablo hablaba de un aguijón en la carne, el Señor Jesús dijo que separados de Él nada podríamos hacer. Así que no te aflijas si Dios te quita algo, posiblemente es una manera de guiarte a una nueva experiencia y conocimiento de su poder y gracia. Acércate a Él, tómate un café y deja aquellas cosas que te hacen pensar que no necesitas de Dios.

¿Quién es tu fuente de fortaleza?, ¿Te llevas la gloria de lo que haces?