Si hay algo que disfruto de Dios no son sus bendiciones materiales sino su misericordia. Dios trae juicio y disciplina a nuestros pecados pero es movido a misericordia cuando nos escucha quebrantados y humillados. En su Palabra dice: “no quiero holocaustos sino un corazón arrepentido y humillado”. De nada sirve todo el ritual y los votos de obediencia si no hay quebrantamiento.

Estar quebrantado no es tener lágrimas en los ojos o llanto incontrolable en público, sino la confesión ante Dios de nuestra culpa, de nuestro estado actual y de que queremos que nos libre de todo esto. Tiene misericordia de nuestros gemidos, puedo decirte por experiencia personal que aunque mucha gente pudo haberme tachado de orgulloso y soberbio por no ver lágrimas realmente  no conocen lo que pasa por dentro; es fácil juzgar pero Dios tiene una forma de tratar con cada uno en particular. Disfruta de la misericordia de Dios, no pierdas la oportunidad de tomarte un café con Él.

¿Conoces el amor y misericordia de Dios? ¿Recuerdas cómo Dios te mostró misericordia?