Vivir en un mundo malvado y seductor es una de las cosas más difíciles para cualquiera de nosotros, no es sólo una gran lucha para los jóvenes o sólo en relación con el aspecto sexual. Muchas áreas en la vida de un cristiano se ven afectado por el medio en que se desenvuelve.

De algo que debemos cuidarnos es de con quién o qué cohabitamos, pues si dejamos que influyan en nuestra vida y en nuestro comportamiento pronto estaremos mezclandolos y viviendo de la misma forma. El remedio es habitar a la sombra de Dios, tómate un café con Dios y no te apartes de su presencia.

¿Qué te seduce de tus vecinos?, ¿Hay algo que entorpece tu relación con Dios?