Todos somos como Manoa muchas veces, para que entres en tema, su mujer le contó todo lo que le había dicho el Ángel de cómo debía cuidarse y cuidar al bebé que iba a tener, pero él necesitaba escucharlo por sí mismo, así que cuando tuvo la oportunidad volvió a preguntar nuevamente y creo hasta poder ver el gesto de llevarse las manos a la cabeza del Ángel al decir: “ya le dije a tu mujer”.

Lastimosamente tenemos la Biblia y Dios ya ha dicho todo y seguimos insistiendo en que nos diga qué hacer, pero lo tenemos ahí, sólo es cuestión de leerlo. Personas no aconsejan, nuestros padres nos dicen qué hacer pero no nos convencemos y seguimos insistiendo y la paciencia del cielo se hace notar al explicarnos nuevamente de una manera más sencilla y es porque Dios sabe cómo somos. Tómate un café con Dios y si tienes que volver a preguntarle algo hazlo, Él está listo a hacerte entender su camino.

¿Necesitas más argumentos para creer?

¿Puedes creer en lo que Dios dice?

¿Cuánto tiempo a la semana lees tu Biblia?