Entender el plan de Dios, no sólo se trata de saber qué es lo que está haciendo o quiere hacer, sino también aceptar que es lo mejor para ti. Quizás esto no es fácil y cuesta mucho porque a veces va en contra de lo que nosotros queremos, pero al final, es lo mejor.

José entendió que Dios lo había llevado por cada travesía para preservar la vida de su familia, pudo reencontrarse con sus hermanos y perdonarlos, pudo sanar su corazón y volver a ver a su padre. Dios le había puesto en un lugar de gran importancia y al mirar atrás sólo pudo ver el surco que Dios marcó para que anduviese en él. No te desesperes, no trates de entender todo, sólo acéptalo, descansa en el control de Dios, habla con Él hoy.