La venganza siempre se vale de palabras dulces. Muchas veces para conseguir algo usamos palabras amistosas que dan cierta confianza, pero en el fondo hay un tremendo anzuelo que sólo muestra una realidad: la venganza está en acción.

Cuidémonos de tomar venganza; puede ser que los motivos sean muy fuertes y quizás el dolor que nos causaron siga quitándonos el sueño. Pero hay una verdad en la Biblia y es que “Dios sabe todo eso y es Él quien tomará cartas en el asunto según su justicia”. Así que dale la oportunidad a Dios para que haga su trabajo y tú descansa en Él. Disfruta de la conversación con el Juez Justo.