¿Por qué no tenemos la humildad para pedir esto?
Muchas veces no somos capaces de pedir a Dios que se quede un poco más de tiempo con nosotros porque pensamos que Él debe estar demasiado ocupado como para quedarse a mi lado.

Quizás es algo mal aprendido por la tradición, por la mala conciencia de que no somos dignos de pedirle algo a Dios porque somos tan pecadores que Él no tiene tiempo para nosotros.Una vez un hombre fue a visitar a un joyero amigo, quien le regaló un hermoso diamante de mucho valor, era inmenso y con unos cortes perfectos lo que hacía que valga millones.

Este amigo tan emocionado, no dudó en decir: “¡gracias!… ¿me das también la funda para guardarlo?. Si Dios ya te dio el cielo y toda su gloria, ¿por qué no se va a quedar un minuto más contigo?

Si has hallado gracia ante sus ojos, ruégale que se quede este momento un poco más a tu lado, no te vayas de su presencia.