Una de las características de Dios es que no hace acepción de personas. Es como el Sol, sale para todos, no ve diferencias entre buenos o malos, sólo sale y da su calor a todos. Bueno, en cierto modo Dios es igual. Da su bendición a todos, está presente en la vida de todos, es Dios para todo y sobre todos, aunque algunos no quieran sujetarse a Él.

Pero creo que hay algo importante en este pasaje que se puede aplicar a nuestras vidas, y no tiene que ver con cómo es Dios, sino en cómo soy yo ante las circunstancias. La manera en que reaccionamos a lo externo, a aquello que no podemos controlar. Realmente el tipo de vida que llevamos no es por lo que nos pasa sino por la forma en que enfrentamos cada suceso. No dejes que tu reacción destruya tu camino y felicidad. La vida no es injusta, Dios no es injusto, depende de ti cómo vas a vivir el resto de tu vida. Busca a Dios esta noche y conversa con Él.

¿Te parece injusto lo que te pasa?, ¿Has preguntado a Dios lo que Él quiere mostrarte?