Merecidas vacaciones. Muchos de nosotros nos preocupamos tanto del trabajo y de cumplir con las obligaciones y más compromisos pensando que habrá un momento en que podremos disfrutar la vida, pero en realidad, nos gastamos la vida y no disfrutamos nada.

Salomón examina este punto y dice: “todo esfuerzo sólo es dolor de espíritu, y si disfrutas de lo que tienes, esto viene de la mano de Dios.” En mi vida muchas veces me privé de leer un buen libro porque pensé que me robaría tiempo de ocuparme en cosas espirituales o el ministerio. Y creo que voy a morir sin haber leído El Quijote de la Mancha o Amor en tiempos de Cólera. El punto aquí es: ¿Estás disfrutando de lo que Dios te da hoy? No desaproveches tus oportunidades de viajar, ir al cine y divertirte; tomar un helado con amigos o salir al parque. Porque eso es lo que Dios te da. Diversión no es ir en contra de la voluntad de Dios, si lo haces sin involucrarte con cosas pecaminosas. Vive la vida, honra a Dios con ella, disfruta de cosas tan sencillas como un café con Dios.