Definamos vanidad: “Orgullo de la persona que tiene en un alto concepto sus propios méritos y un afán excesivo de ser admirado y considerado por ellos.” Narciso un joven mitológico se enamoró de sí mismo que miraba su reflejo en el agua y terminó muriendo ahogado. En fin, la debilidad más grande del hombre es la vanidad, morimos tras nuestras propias pasiones y deseos más vanos que sólo alimentan nuestro ego.

Lo puedes ver en las redes sociales, lo que publicamos, las fotos que subimos, y lo que fotografiamos de nosotros para obtener más “Likes”. Si ves bien, el comercio gira en torno a lo cosmético, a lo externo, a lo que adorna tu cuerpo. Pero la verdad es que Dios mira más profundo que el simple maquillaje, mira donde en realidad sólo tú y yo sabemos cómo somos, ve nuestro corazón, ve nuestra alma, sentimientos, intensiones y deseos. Dios se preocupa de que tengamos un alma limpia. Habla con Dios mientras tomas un café para saber cómo quiere que adornes tu vida.

¿Te preocupa lo que piensan de ti?