Veo dos cosas en su consulta. La primera en cuánto a la religión verdadera. No sé dónde habrá oído que la religión evangélica es la verdadera, lo cual implicaría que todas las demás religiones son falsas. Pero no hay tal. La verdad no está en una religión, cualquiera que sea, inclusive la evangélica. La Biblia enseña que la verdad está única y exclusivamente en una persona y esa persona es el Hijo de Dios, el Señor Jesucristo. Hablando de sí mismo, el Señor Jesucristo dijo lo siguiente, según Juan 14:6. Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Si una persona quiere estar en la verdad, lo que necesita no es afiliarse a alguna religión, cualquiera que sea, sino estar en el Señor Jesucristo y esto se hace posible cuando esa persona, habiendo reconocido su estado de bancarrota espiritual, recibe al Señor Jesucristo como su único y personal Salvador, dejando a un lado cualquier otra cosa en la cual hubiera depositado su confianza para estar en la verdad. Una persona así, además de estar en la verdad buscará conocer más y más sobre la verdad en las páginas de la Biblia. Por otro lado, en cuanto a la persona que conoce, la cual, a pesar de haber sido infiel con su legítima esposa, sin embargo, cuando contrae el cáncer, pide a Dios perdón por su pecado y Dios le sana del cáncer por medio de una cirugía, le diré que no hay nada extraño. Muchas veces Dios lleva a los incrédulos a una severa crisis para que el incrédulo reconozca que necesita de Dios y reciba al Señor Jesucristo como Salvador. Probablemente esto es lo que pasó con esa persona que conoce. A veces Dios responde afirmativamente sanando a los enfermos bien sea con ayuda de la medicina o sin ayuda de la medicina, pero no siempre es así. La persona de quien habla debe estar agradecida a Dios por haberle otorgado la sanidad con la ayuda de la medicina. Esta es una obra de gracia de Dios y no depende de lo bueno o malo que sea esa persona. Sin embargo, lo aconsejable en este caso es que esta persona, ahora que seguramente conoce a Dios, procure agradar a Dios con su vida, y dentro de eso está el arreglar su situación con su esposa y con la mujer con quien ha cometido adulterio. Debe separarse totalmente de la mujer con la cual fue infiel a su esposa. Dios no aprueba el que una pareja viva juntos sin casarse. Habrá que analizar con cuidado los detalles de este caso en particular para aconsejar lo que sea más conveniente. Para eso sería necesario que esa persona busque el consejo de algún hombre maduro y conocedor de la palabra de Dios para determinar qué es lo más conveniente en este caso.