El tribunal de Cristo es el evento en el cual el Señor Jesucristo premiará a los creyentes que mientras estaban en el mundo hicieron obras para glorificar Su nombre. Estos premios se llaman coronas en el Nuevo Testamento. Estas coronas son cinco. Primero, la corona incorruptible. De esta corona nos habla 1 Corintios 9:25 donde dice: Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
Esta corona será para los creyentes que, renunciando a sus legítimos derechos, viven la vida cristiana, dispuestos a sufrir y soportar cualquier contratiempo con tal de alcanzar la meta de ser semejantes al Señor Jesucristo. Segundo, la corona de gozo. Sobre esta corona nos habla 1 Tesalonicenses 2:19-20. La Biblia dice: Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida? Vosotros sois nuestra gloria y gozo.
Esta corona está reservada para los ganadores de almas. Será para todos aquellos que presenten delante del Señor, las personas que lograron guiar al Salvador mediante la predicación del Evangelio. Tercero, la corona de justicia. Sobre esto nos habla 2 Timoteo 4:8. La Biblia dice: Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Esta corona será el premio o la recompensa para los que aman la venida del Señor. Es para los creyentes que despreciando lo mucho que este mundo ofrece para que se sientan satisfechos, anhelan algo mejor, la justicia de Dios, lo cual será una realidad cuando venga por segunda vez el Señor Jesucristo. La cuarta, es la corona de gloria. De ella nos habla 1 Pedro 5:1-4. La Biblia dice: Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada. Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.
Esta corona será para los creyentes que, siendo ancianos, obispos o pastores, cuidan con sano propósito la grey de Dios. El Señor Jesucristo, quien es el Príncipe de los pastores, premiará con la corona de gloria todo esfuerzo de discipulado y buen cuidado de los que son suyos. La quinta y última corona es la corona de vida. Hay dos pasajes que nos hablan acerca de esta corona. Uno es Santiago 1:12 y el otro es Apocalipsis 2:10. Tomemos el primero para ver lo que dice. Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Esta corona está reservada para todos los creyentes que soporten de manera digna, las pruebas y tentaciones por causa de la fe en la persona de nuestro Señor Jesucristo.